Líder de La Familia ordenó emboscada en Zitácuaro

jueves, 17 de junio de 2010 · 01:00

MÉXICO, D.F., 17 de junio (apro).- La Secretaría de Seguridad Pública federal presentó hoy a dos sicarios de La Familia Michoacana, a quienes acusa de haber participado en la emboscada contra policías federales del pasado lunes 14 en Zitácuaro, donde murieron 12 elementos de la corporación. 
Además, reveló que el cerebro de la operación fue Nazario Moreno González El Chayo, líder de la organización criminal que tiene su asiento en el estado de Michoacán.
Los sujetos detenidos fueron identificados como Alaín Escutia Ruiz, El León, de 20 años de edad y Emilio Palacios, El Monstruo, de 22, quienes estaban al mando del jefe conocido como La Morsa.
La detención ocurrió ayer en la noche en el municipio de Morelia, cuando los sujetos caminaban en actitud sospechosa cargando dos mochilas grandes y vestidos con ropa muy sucia, informó Ramón Eduardo Pequeño, jefe de Sección Antidrogas de la SSP.
En conferencia de prensa, el funcionario informó que un sujeto apodado El Chucky y otro conocido como La Morsa coordinaron la emboscada en contra de la Policía Federal. Añadió que en esa acción también intervino otro sujeto conocido como El Beto, que murió en el lugar de los hechos.
Además, reveló que el cerebro de la operación fue el jefe de La Familia Michoacana, Nazario Moreno. El Chucky, dijo, recibió órdenes de Nazario Moreno para llevar a cabo el ataque, con la ayuda de varios sujetos de la organización criminal que se concentraron en una gasolinera conocida como La Cotorra, en Zitácuaro.
Según Pequeño, de ahí salieron en 12 camionetas y se apostaron en uno de los puentes donde se realizó la emboscada, mientras que en otro se ubicó un grupo de nueve sujetos en cuatro vehículos, que en total sumaron entre 20 y 26 personas, entre ellas a quienes apodan El Chilaquil, La Víbora y El Sapo.
Al ser detenidos los sujetos llevaban consigo diversas armas de fuego, entre ellas al menos dos rifles calibre 765, equipo táctico como pantalones, chalecos antibalas y dos placas de un vehículo del Distrito Federal con reporte de robo.
Pequeño informó que La Morsa y El Chucky ordenaron a los sicarios dispersarse por varios municipios del estado y que se mantuvieran ocultos en un periodo de ocho a 15 días después del atentado contra los policías.
Los detenidos dijeron a los policías que el lunes pasado, después de que se apostaron los dos grupos de sicarios en los puentes de la carretera en Zitácuaro, sólo tuvieron que esperar 10 minutos para que pasaran los agentes federales en el convoy que fue atacado y la balacera duró alrededor de 20 minutos.

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