Desbordado optimismo del gobierno federal sobre economía del país

domingo, 21 de marzo de 2010 · 01:00

Cancún, Q. Roo, 21 de marzo (apro).--  Para las autoridades financieras del país, la economía nacional va tan bien que crecerá, este año, a más del doble del 2%  que pronosticaron a fines del año pasado y sobre el cual elaboraron el programa económico para 2010.

Esta tarde, y dentro de las actividades de la 51 Reunión Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se realiza en este centro vacacional, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, mostraron un optimismo desbordado respecto del desempeño actual y futuro de la economía del país.

En lo que pareció un torneo para ver quién daba las mejores cifras, Agustín Carstens, primero ante inversionistas internacionales y luego ante periodistas, señaló que el Banco de México actualizó ya su perspectiva de crecimiento para el Producto Interno Bruto del país en 2010.

Este año, dijo el gobernador del banco central, “la economía estará creciendo entre 4% y 5%. Nuestro último pronóstico, el mes pasado, era de 3.2% a 4.2%. Ahorita nuestro rango está entre 4% y 5%.”.

Minutos más tarde, y también ante empresarios e inversionistas asistentes a la reunión anual del BID, Ernesto Cordero ratificaba el más reciente pronóstico de la Secretaría de Hacienda: la economía crecerá un 3.9%.

Pero van tan bien las cosas, que –dijo--  en un mes la dependencia actualizará sus pronósticos y seguramente “nos iremos mucho más arriba”.

Dijo el secretario de Hacienda: “Hace ocho meses los pronósticos más recurrentes ubicaban un crecimiento de la economía mexicana entre 2% y 2.5%. Han cambiado tanto las cosas que hoy el pronóstico más frecuente señala un crecimiento de entre 3.5% y 4.5%.

“Y más aun –dijo--  hay analistas, nacionales y extranjeros, que llevan arriba del 5% el crecimiento de la economía mexicana en 2010”.

“Cada vez que actualizamos los pronósticos se ven mejores cifras”, presumió Cordero.

Y si en las cifras hay coincidencia, con mayor razón en la descripción de los hechos.

Para Carstens el empuje de las exportaciones mexicanas ha sido un factor fundamental en el crecimiento que está registrando la economía nacional.

 Otro es la reactivación del consumo, en el que ha incidido fuertemente la expansión del crédito bancario, al consumo y a las empresas.

 De hecho, dijo Carstens, la fuerte caída del crédito al consumo que hubo el año pasado, ya se revirtió. También, un mayor crédito a la vivienda le dará fortaleza al sector de la construcción.

  “Por todo ello –dijo el banquero central-- pienso que la recuperación será vigorosa”.

 Inclusive, dijo, si la reactivación de Estados Unidos es débil, México tiene herramientas propias para seguir adelante. Se están implementando políticas para darle fortalecimiento fiscal al país y, por parte del Banco de México, se mantiene bajo control a la inflación, que ahora es baja y estable.

 Ambos aspectos son básicos para seguir teniendo financiamiento barato y de largo plazo. Eso ayuda a su vez la reactivación del crédito y a que el gobierno pueda continuar con sus programas de expansión de infraestructura y otros.

Por otro lado, dijo Carstens, están las reformas estructurales, que permitirían que se aumente el dinamismo del mercado interno y que se desarrollen otras industrias que no dependan tanto del exterior, como vivienda, telecomunicaciones e infraestructura.

 El secretario de Hacienda no se quedó atrás.

 “Tenemos fortaleza en las finanzas públicas. El déficit público es muy menor, nada preocupante. En 2009 fue de 2,3% del PIB, que es nada frente a lo que tienen otros países. En 2010, el déficit será de 2%, y para 2011 y 2012, nuestras finanzas estarán en equilibrio”.

Dijo que para lograr el 3.9% estimado de crecimiento del PIB, la producción automotriz dará 1.2 puntos porcentuales; el resto de las manufacturas otros 0.8 puntos; comunicaciones y transportes, 1.7, y la construcción 0.2 puntos.

“En un mes revisaremos las cifras y muy probablemente lleguemos a un dato mucho más alto que el 3.9%.”, aseguró Cordero.

Coincidió con Carstens en que los bancos mexicanos –los principales, filiales de instituciones extranjeras--  están bien capitalizados, pero que aun falta que den más crédito.

En ese sentido, reconoció que México tiene una de las tasas de penetración bancaria más bajas: el crédito de los bancos a las empresas es de apenas un 21% del PIB,  mientras que –por ejemplo-- Colombia tiene un 34% de su PIB;  Brasil, 56% y Chile un 85%.

“Hay mucho espacio para mejorar, para dar más crédito”, dijo el secretario.

Y va tan bien la economía que, dijo, en la primera quincena de marzo “pudimos crear 70,500 nuevos empleos. Cifras muy buenas. En lo que va del año se han creado 234 mil nuevos empleos”.

 Otro impulso para la economía en este año será la nueva forma de contratación de PEMEX, que implica hacer pagos en base a resultados; las empresas contratadas se aplicarán más. Hasta ahora el pago se hacía independientemente de los resultados. Por eso, las empresas tendrán más incentivos.

 En la feria del optimismo, Cordero aseguró que “vamos a tener ingresos adicionales --porque la economía se ve mucho mejor--, por la vía de una mayor recaudación y de mejores precios petroleros”.

Informó que una parte importante de esos recursos extras irán a los fondos de estabilización, que hasta diciembre tenían cerca de 12 mil millones de dólares. “Vamos a incrementarlos de manera importante este año”.

En conclusión, dijo el secretario de Hacienda, “estamos en buena forma, y lo estaremos más en el futuro inmediato. La recuperación es fuerte”.

Tan bien va todo, señaló, que si tuviéramos las reformas estructurales que nos hacen falta, “no estaríamos hablando de un crecimiento económico de 4% y 5% para este año, sino de uno de 5% a 7%.

Que, además, nos daría para generar  la prosperidad y los avances sociales que faltan, dijo

 Por último, Cordero aseguró que se mantendrá la política de deslizamiento en los precios de las gasolinas.

Terminó: “Qué es más importante: subsidiar las gasolinas o construir escuelas y hospitales, darle cobertura universal de salud a la población. No corregir los precios de las gasolinas nos hubiera costado 60 mil millones de pesos.”.

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