Secuestrados: Un viaje a los abismos
Fernando Martínez Juárez cuenta que su hija, Angélica, lo llamó una madrugada de noviembre del 2001 Descompuesta la voz, anegada en llanto, le informó de su secuestro y le pasó el celular a uno de sus captores Éste confirmó el plagio "Nos hicimos de palabras ?refiere el padre? Le dije que si tocaba a mi hija era hombre muerto Me insultó y dejó muy claro que era él quien daba las órdenes
"Llamó veintinueve horas después Exigió 2 millones y medio de pesos 'Júntale, hijo de tu?', y cortó la comunicación
"Al día siguiente, entre injurias, me preguntó cuánto dinero había reunido 'Setecientos mil', le dije La respuesta fue obscena y me advirtió que no aceptaría intermediarios entre nosotros Sólo hablaría con Roque y, de no escuchar ese nombre, debería colgar
"Puse en venta cuanto tenía, contraje deudas hasta el límite de mi capacidad, millón y medio Roque se animó: 'Júntale, júntale aunque te tardes, no importa' Le rogué que concluyéramos la negociación cuanto antes Mi hija padecía claustrofobia y yo temía reacciones que pudieran desquiciarla para siempre
"Recuerdo un jueves El negociador me advirtió que, de no contar con más dinero el viernes, tendríamos que esperar a la siguiente semana Ni él ni su grupo trabajaban sábados ni domingos Respondí que remataría mi casa por lo que fuera y que podríamos comunicarnos el viernes al mediodía Me dijo que ya no había tiempo
"A las once de la noche del viernes reuní milagrosamente los 2 millones y medio que me devolverían a mi hija Siguieron trámites Debería viajar en un Volkswagen sedán blanco Los billetes los apretaría en fajillas de 10 mil, envueltas por separado en papel de estaño Conduciría solo
"Respondí que no podía manejar, recién operado como me encontraba Autorizó la compañía de mi yerno, Daniel Gudiño Ya rebasábamos la una de la madrugada del sábado Siendo tan tarde, le hablé a Roque del peligro que significaba viajar con tantísimo dinero Al amparo de la soledad, las calles vacías, cualquiera podría asaltarnos 'No te preocupes ?respondió tranquilo? Las patrullas de Seguridad Pública trabajan para nosotros Tendremos escoltas'
"Iniciamos nuestro recorrido en Río Churubusco, a la altura de Tezontle, de ahí a Río Frío Luego fuimos por Bulevar Aeropuerto y todo Circuito Interior hasta Insurgentes, por Indios Verdes Al llegar a una gasolinera se nos emparejaron dos vehículos del estado de México
"Arrancamos, ahora escoltados también por un Ford Falcon rojo, de los viejos, y dos sujetos a bordo Al Volkswagen viejo en el que viajaba con mi yerno no le prendía una de las calaveras El resguardo criminal que nos amparaba pasaría por alto esa infracción y lo que fuera
"Durante el trayecto conocí al verdadero Roque Se trataba de Juan Carlos García Montante Ordenaba: "Tomen la carretera México-Pachuca hasta un letrero de cerveza Sol y luego por un retorno a la izquierda y enseguida a la derecha hasta la parte más alta del cerro de San Juan Ixhuatepec" Al llegar a la calle Gaviotas veríamos un fantasma en forma de triángulo Era la señal, la última Ahí, la voz definitiva: 'Dejas el dinero y te pelas'
"Luego: 'Ya cumpliste Sólo queda contar el dinero y soltamos a tu hija'
"Al amanecer, en un taxi, llegó mi hija a la casa Lloré al escucharla Gualberto Iván Berdejo Flon, uno de sus captores, la golpeaba con los puños y animaba a los demás para que también le pegaran Un día le quemó la cadera izquierda con un objeto ardiente Por la cicatriz que le dejó el fuego, sabría que le había plantado una plancha al rojo vivo El propio Berdejo Flon la obligó a desnudarse para humillarla Por horas y horas no la tocaba y luego se lanzaba contra ella Se burlaba de su víctima y la obligaba a inflar los cachetes Hinchados, le tronaba las mejillas"
Este es un pequeño extracto del nuevo libro de Julio Scherer, que publica la revista Proceso en su edición 1712 que empezó a circular este domingo 23 de agosto