Deslumbra Teotihuacán en París

jueves, 15 de octubre de 2009 · 01:00
Esta es la exposición que preparó Felipe Solís, quien fue director del Museo Nacional de Antropología y que lamentablemente no pudo verla montada en el Museo del Quai Branly de París (falleció en abril pasado) Por ello la muestra Teotihuacán, Ciudad de los Dioses, abierta esta semana, se convierte de modo natural en un homenaje al arqueólogo mexicano, cuyo diálogo con el equipo francés para hacerla posible se reseña aquí al detalle PARÍS- "Sublime", "inolvidable", "imprescindible", "única", "apasionante": un verdadero festival de superlativos Todos los críticos culturales franceses están deslumbrados por la exposición Teotihuacán, Ciudad de los Dioses, abierta al público el pasado 6 de octubre en el Museo del Quai Branly y presentada como uno de los acontecimientos culturales parisinos más importantes de 2009 Televisión, radio, prensa escrita, páginas electrónicas de los grandes diarios, blogs especializados celebran ese mundo secreto, mítico, hermético y muy poco conocido en Europa Se publicaron ediciones especiales sobre la Ciudad de los Dioses Entre ellas destaca la de 100 páginas del influyente semanario Telerama y otra de 65 páginas de Connaissance des Arts, prestigiada revista mensual de arte "La selección es impecable y hay piezas excepcionales, como esa pequeña figura de guerrero (150-160 DC) que, más allá de su belleza, nos habla del carácter militar-represivo de Teotihuacán", comenta Véronique Mortaigne en Le Monde antes de agregar: "Estos objetos acaban de una vez con la visión folclórica que se tenía del pasado mexicano" Hélène Fulgence se advierte encantada Mujer elegante y culta, directora del departamento de Desarrollo Cultural del Museo del Quai Branly, está en el origen de la muestra exhibida en Monterrey y la Ciudad de México antes de llegar a París Cuenta a la reportera: "Una de las misiones del Museo del Quai Branly es hacer descubrir o redescubrir grandes civilizaciones no occidentales Es la meta de nuestra exposición permanente y es también el objetivo de algunas muestras temporales "Mucho antes de la inauguración misma del museo por el entonces presidente Jacques Chirac en 2006, yo estaba consciente de que iba a ser indispensable presentar muy rápidamente una gran monografía de una civilización mesoamericana Contacté a Felipe Solís Junto con Stéphane Martin, presidente del Museo del Quai Branly, lo fuimos a ver a México Con él visitamos el Museo de Antropología Descubrimos uno de los museos más bellos del mundo y empezamos a soñar con alguna exposición fuera de las normas?" Agrega con sonrisa maliciosa: "Estábamos hablando de arqueología y de muchas otras cosas con Felipe Solís, cuando de repente nos dijo: ?Desde 1998 se están realizando nuevas excavaciones en Teotihuacán Descubrimos objetos apasionantes Por cierto, quiero que vean una pequeña exposición de las últimas piezas que encontramos en la Pirámide de la Luna? Y mientras admirábamos las maravillas, Solís soltó como si nada: ?Creo que podría lanzarme en un gran proyecto de exposición sobre Teotihuacán Al fin y al cabo Teotihuacán es lo que más conozco?" Otra sonrisa, esta vez triunfante de Hélène Fulgence: "¿Se da cuenta? ¡No íbamos a dejar pasar así semejante alusión a una posible muestra sobre Teotihuacán! Nos enteramos de que algunas piezas descubiertas recientemente en la Pirámide de la Luna sólo habían viajado a Japón y que eran totalmente desconocidas en el mismo México y en el resto del mundo Fue así como nació la idea de esta exposición A lo largo de tres años pulimos el proyecto con Felipe Solís" Lo más difícil fue convencerlo de que "dejara viajar" los frescos murales "La verdad ?confía Hélène Fulgence?, yo temblaba cuando le dije que los murales no podían faltar Sabía que era un atrevimiento desmedido de mi parte Al principio Felipe Solís se quedó pensativo Luego decidió que valía la pena tomar ese riesgo Poco a poco esa muestra se convirtió en la exposición de su vida No sólo seleccionó obras maestras del INAH, sino que convenció a una docena de museos mexicanos de que prestaran también sus piezas "Con el tiempo, se obtuvo la colaboración del Museo Rietberg de Zurich y del Martin Gropius de Berlín, que acogerán la muestra entre 2010 y 2011 Solís entendió la importancia de hacer descubrir a los europeos un patrimonio cultural mexicano de altísimo nivel que sacude muchos estereotipos sobre el mundo prehispánico" Mientras más se precisaba el proyecto, más crecían la exaltación y las angustias del equipo que rodeaba a Solís, y de Solís mismo "Fue en parte por eso que Felipe Solís decidió presentar la muestra en Monterrey Ciertamente, le encantaba hacerla descubrir a los visitantes del norte del país, pero también esa exposición le sirvió de ensayo general Sobre todo a nivel logístico" Lamentablemente, Felipe Solís no pudo ver concluido su trabajo en París: murió repentinamente el 23 de abril de este año Expo "perfecta" Dos de sus más cercanos colaboradores para la exhibición, el arqueólogo Miguel Báez Pérez y Diego Sapién Muñoz, especialmente encargados por Solís de la coordinación académica y logística del proyecto con el equipo museográfico de Branly, recuerdan esos meses difíciles: "Nos tocó duro, porque después de Monterrey se decidió repentinamente montar la exposición también en la Ciudad de México Se tuvo que acelerar la restauración de ciertas obras Fue una locura Pero las experiencias de Monterrey y de la Ciudad de México nos sirvieron para mejorar muchos detalles Es lo que quería Felipe Solís Su meta era enviar a Europa una exposición perfecta" Según explica Diego Sapién Muñoz, un equipo franco-mexicano de 50 personas trabajó durante 18 meses para organizar y montar la exposición: "Tal como lo estipulan los acuerdos de préstamos de obras, curadores de los 12 museos mexicanos que facilitaron piezas prehispánicas para la exposición fueron invitados a París por el Museo Branly Cada curador supervisó que las obras prestadas no hubieran sufrido daño alguno durante el viaje y exigió condiciones especiales de exhibición No fue siempre fácil, pero finalmente todo se resolvió" Precisa Hélène Fulgence: "Nos demoramos seis semanas para montar la exposición Fue larguísimo Se suele dedicar un máximo de un mes al montaje, pero los expertos mexicanos se mostraron sumamente exigentes Y entiendo perfectamente su actitud En su lugar hubiera hecho lo mismo Es la primera vez que estas obras seculares, que son verdaderos tesoros, salen de México" Insiste Miguel Báez Pérez: "Seguimos al pie de la letra lo que decidió Felipe Solís No hay un detalle en esa muestra que no estuviera aprobado por él" La exhibición se despliega en la Galerie Jardin (Pabellón del Jardín), un espacio de 2 mil metros cuadrados especialmente concebido para inspirar escenografías atrevidas: Y la de Dominique Jakob y Brendan MacFarlane, dos jóvenes arquitectos considerados entre los más innovadores de Francia, lo es Toda la exposición se articula alrededor de una gigantesca maqueta de Teotihuacán de 10 metros de largo por cinco de ancho, que respeta la orientación astronómica del sitio y sus proporciones La Calzada de los Muertos se convierte así en columna vertebral de la muestra y sumerge de inmediato al visitante en el corazón de la gigantesca urbe Jakob y MacFarlane no intentaron reconstituir los colores que adornaban pirámides y monumentos Optaron por un gris que recuerda el aspecto monolítico de los elementos arquitectónicos del sitio Y el gris que escogieron es muy especial, a la vez suave, intenso, mineral, sensual y esotérico La arquitecta MacFarlane explica a la corresponsal: "Cuando visité Teotihuacán con Felipe Solís, recogí un poco de polvo del suelo de la Calzada de los Muertos Era una mezcla de tierra y piedra desintegrada De regreso a París pasé mucho tiempo antes de encontrar a un especialista capaz de crear una pintura que tuviera exactamente el mismo matiz" Grises son las cortinas siempre cerradas, grises son las pirámides geométricas en las que se montan las vitrinas, grises finalmente son las siluetas de montes muy estilizadas que tapizan todas las paredes del Pabellón del Jardín y evocan las cadenas montañosas que rodean a Teotihuacán Las vitrinas pintadas en tono ladrillo, los pigmentos de los frescos y la sinfonía cromática de las múltiples piedras y conchas magistralmente trabajadas por los artesanos teotihuacanos introducen fulgurantes toques de color El mayor logro de Jakob y de MacFarlane es la utilización de la luz Juegos sofisticados de spots luminosos recrean los distintos ciclos diurnos, desde el alba hasta el crepúsculo Alternan luces pálidas, suaves, casi transparentes, con otras aplastantes y unas más casi blancas Estos cambios, que se dan en forma continua y sutil, envuelven paulatinamente al visitante en un ritmo misterioso, le ofrecen distintas visiones de cada obra y acaban por llevarlo a otro espacio-tiempo Esporádicamente aparecen efímeras sombras de nubes sobre la maqueta de la Ciudad de los Dioses Recalca Brendan MacFarlane: "A mi juicio, las nubes tienen una importancia capital en Teotihuacán Tuve la suerte de verlas sobrevolar el sitio Vi cómo tapaban el sol y dibujaban una enorme sombra sobre la Ciudad de los Dioses Y fue gracias a ese juego de luz y sombra que pude percibir parte del misterio y de la magia de Teotihuacán Me impresionó observar cómo esas grandes sombras se deformaban y se dislocaban sobre la Calzada de los Muertos y las pirámides Las formas de Teotihuacán surgen gracias a la luz, pero es la sombra la que permite apreciar lo que revela la luz" Jakob y MacFarlane optaron además por iluminar en forma especial siete obras monumentales, entre las que destacan dos gigantescas serpientes emplumadas, una altísima estela de piedra labrada en la que aparece un glifo identificado como "ojo de reptil", el magnífico Preso sacrificado de Xalla realizado en mármol blanco y un impresionante segmento de columna de piedra cubierta con pigmento rojo Esa columna (150-650 DC) adornaba las gradas de la Pirámide del Sol Los arquitectos escogieron una luz totalmente distinta ?calurosa, íntima y constante? para las vitrinas Completa su escenografía el piso, en el que se reproduce a gran escala el famoso mapa topográfico de Teotihuacán elaborado por el arqueólogo René Millon en los años setenta ¿No se asustó Felipe Solís Olguín ante esa puesta en escena que rompe con una cierta austeridad académica? "Por el contrario ?asegura Hélène Fulgence?, fue justamente todo ese trabajo sobre la luz que lo sedujo Le presentamos tres propuestas de escenografía: dos bastante clásicas, y la de Jakob y MacFarlane, muchísimo más audaz y que a mí me parecía la más interesante, pero eso no se lo dije a Felipe Solís No vaciló ni un segundo Escogió de inmediato a los dos arquitectos" Es imposible decir cuáles de las 450 piezas magistrales cuidadosamente seleccionadas por Felipe Solís lucen más en el Pabellón del Jardín, convertido repentinamente en joyero inmenso e insólito Se debe mencionar, sin embargo, al Jaguar de Xalla y al Señor del Más Allá, dos obras monumentales y sobrecogedoras que reciben al visitante y sorprendieron a Frédéric Mitterrand, ministro de Cultura (ver recuadro) Resultan intrigantes las representaciones minúsculas o monumentales de Huehuetéotl, Dios Viejo o Dios del Fuego, así como los numerosos incensarios en forma de teatro de una sofisticación abrumadora Subyugan las vitrinas en las que aparecen collares de conchas y dientes humanos o decenas de figuritas de cerámica coloradas con pigmentos que representan a personajes comunes y corrientes: mujeres con sus niños, un bebé en su cuna, una jorobada Fascinan algunas piezas descubiertas en la Pirámide de la Luna, como un fragmento de escultura de mármol blanco que representa a un rostro humano con boca entreabierta, como si hubiera escapado recién del taller de Rodin Y dejan sin palabra las 15 pinturas murales cuyos motivos oscilan entre naturalismo y abstracción geométrica, su policromía, su refinamiento Es emocionante entrever lo que cuentan de la vida diaria, la religión, los sacrificios, y ver la belleza de sus animales fantásticos, de sus pájaros, de sus serpientes, sus sacerdotes y guerreros? Los parisinos tienen hasta el 24 de enero de 2010 para inmergirse en Teotihuacán, la ciudad donde los hombres se hacen dioses

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