Madrid, 9 enero (apro) - Los dos etarras detenidos el domingo pasado, Igor Portu y Martín Sarasola, han confesado ser los autores materiales del atentado en la Terminal 4 (T4) del aeropuerto de Barajas (Madrid), en diciembre de 2006, donde murieron dos ecuatorianos, confirmó el ministro del Interior de España, Alfredo Pérez Ruvalcaba, en rueda de prensa Los dos etarras también confesaron que planeaban cometer un atentado con artefacto explosivo en el estacionamiento del complejo comercial Azca, ubicado en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabeu, donde juega el equipo Real Madrid, situado en plena avenida de la Castellana, la más importante arteria de esta ciudad En esa zona está la sede del Banco BBVA, Caja Madrid y emblemáticas torres de oficinas Los cuerpos de seguridad buscan a otro miembro de la banda separatista vasca ETA, de nombre Mikel San Sebastián, quien es otro de los participantes en el atentado de la T4 Los dos detenidos ?uno de ellos internado con lesiones de gravedad por la fuerza utilizada durante su captura? en Guipúzcoa forman parte de un comando de ETA que dirige José Antonio Anaríbar, considerado lugarteniente de Cherokee, un jefe militar del grupo separatista, según publicó hoy el diario El País Anaríbar fue detenido en julio pasado cuando pretendía ingresar a España un coche bomba desde Francia La captura de estos etarras, considerada por Pérez Ruvalcaba como "muy importante", arrojó luz sobre la autoría del atentado del T4, cometido el 30 de diciembre de 2006, donde murieron los ecuatorianos Diego Armando Estacio Sivisapa y Carlos Alonso Palate Este atentado, que destruyó el estacionamiento de la terminal aérea, tuvo lugar en plena tregua de ETA Al ser detenidos en el país vasco, Igor Portu y Martín Sarasola mostraron sus identificaciones a los policías que iniciaron una inspección, al verlos sospechosos Pero cuando les pidieron revisar el contenido de sus mochilas, el primero de ellos pretendió amagar a los agentes de la Guardia Civil con una de las dos pistolas que portaban y después trataron de darse a la huida, pero en la persecución y forcejeo, los oficiales le rompieron una costilla, que le provocó lesiones en el pulmón En la acción los policías les descubrieron el croquis con dos escondites (zulos en euzkerra) que se ubicaban enterrados en zonas boscosas En ambos escondites la policía encontró poco más de 150 kilos de explosivos, que serían utilizados en su próximo atentado en Madrid