Adriaan de Groot, 1914-2006

martes, 5 de septiembre de 2006 · 01:00
México, D F, 4 de septiembre (apro)- Probablemente, en los años sesenta, el laboratorio de psicología de la Universidad de Ámsterdam debe haber sido un lugar muy agradable para el ajedrez Se reunían en dicho sitio Johan Barendregt, profesor de la teoría de la personalidad, que era un fuerte maestro internacional (Si mal no recuerdo hay una variante que lleva su apellido en la apertura Ruy López); Adriaan de Groot, quien era profesor de metodología, y aunque no tenía título ajedrecístico, en los años cuarenta había jugado ya en torneos internacionales y se le consideraba con un nivel de fuerte maestro de ajedrez Igualmente, Kick Langeweg, Tim Krabbé, Fedde van Wijngaarden y hasta el maestro internacional Piet van der Weide participaban en dichas reuniones ajedrecísticas; y la mayoría de quienes ahí acudían eran prácticamente de un nivel maestro, al menos Der Weide comentó alguna vez que el campeonato anual de psicólogos era más fuerte que el campeonato oficial de Ámsterdam Probablemente tenía razón Adriaan de Groot, quien murió el pasado 14 de agosto, a la edad de 91 años, era un hombre peculiar Por cerca de una década jugó en el nivel internacional, pero por algún motivo, de pronto lo dejó y nunca más participó en torneos serios Aún así, jugaba partidas de ajedrez rápido (5 minutos por jugador), con sus amigos, y estudiaba las partidas que se publicaban en los diarios locales El mundo del ajedrez lo conoce por su principal obra: Thought and Choice in Chess (Pensamiento y Decisión en Ajedrez), la cual es su disertación de 1946 De Groot inventó algo que llamó los protocolos, es decir, una verbalización del proceso de un jugador de ajedrez confrontado ante una posición interesante en el tablero Gracias a este hombre, se entiende un poco más cómo es que piensa un jugador de ajedrez La mayoría de los participantes de este experimento de De Groot fueron los participantes del torneo magistral de AVRO, en 1938, jugadores de clase mundial, como el estonio Paul Keres, o el mismo excampeón del mundo, el holandés Max Euwe El profesor universitario también eligió a una serie de jugadores de menor nivel, hasta casi principiante, para poder así hacer un estudio comparativo más exacto El experimento consistió en varias fases Una de ellas era la que ya se platicó: se le ponía a un jugador una posición interesante para analizar y sin mover las piezas, dicho jugador tenía que decidir cómo continuaría en dicha partida El investigador registraba todo en una grabación En otra fase, a los jugadores se les presentaban posiciones, tanto ajedrecísticas como no ajedrecísticas, es decir, estas últimas posiciones eran con piezas puestas al azar, sin lógica alguna para el ajedrez De Groot entendía bastante de ajedrez Representó a Holanda en las olimpiadas de Munich 1936, Stockholm 1937 y Buenos Aires 1939 Igualmente jugó en dos campeonatos holandeses con resultados por demás decentes Como psicólogo, tuvo una fuerte influencia en la sociedad holandesa y se decepcionó totalmente de la idea alemana de la escuela del conocimiento intuitivo Para De Groot, la psicología debía y podía ser una ciencia con sistemas de experimentación mucho más sólidos Él pensaba que contar y medir tenía que ser más importante que considerar un vago entendimiento por intuición De esta manera, en su obra maestra, el holandés nos explica y desmitifica el nivel de los jugadores de ajedrez Por ejemplo, De Groot halló que un jugador fuerte calcula más o menos el mismo número de jugadas que un jugador débil, pero éste último pasa mucho más tiempo analizando jugadas malas o pobres Igualmente, encontró que el jugador avezado en ajedrez reconoce posiciones típicas de partidas de ajedrez, y al presentársele una serie de posiciones para recordar, en las que tuvo el mayor éxito fue en donde había posiciones de partidas reales En las posiciones azarosas, los maestros y los jugadores débiles tuvieron prácticamente el mismo resultado Así, de esta manera, De Groot halló algo que ahora parece evidente: el jugador fuerte de ajedrez tiene en su memoria patrones (chunks, como se dice en la literatura especializada), con posiciones reconocidas como aceptables o ganadoras Igualmente, se encontró que no existe memoria fotográfica (resultado que Binet ya había probado), y que en su lugar los jugadores recuerdan posiciones por las relaciones que hay entre las piezas de un bando y otro Descanse en paz este buen hombre, pues dio gran luz a la investigación del ajedrez, sobre todo en lo que se refiere a cómo es que pensamos y analizamos una partida

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