Paz, el combativo (Primera de dos partes)

lunes, 6 de noviembre de 2006 · 01:00
México, D F, 6 de noviembre (apro)- Octavio Paz dejó tras de sí una laureada obra literaria; pero además, polémico y visceral, también heredó un legado de pleitos y sinsabores que lo siguen hasta su tumba Primer round: Paz vs Neruda En la semblanza "Pablo Neruda en México", Wilberto Cantón narra la disputa relacionada con la antología poética Laurel que preparaban Xavier Villaurrutia, Emilio Prados, Juan Gil, José Bergamín y Octavio Paz Pablo Neruda, Juan José Jiménez, León Felipe se negaron a participar en ella La razón era que Neruda sentía gran desconfianza de la calidad de la antología, sobre todo por la participación de Villaurrutia y Gil Indignado, Paz los defendió a capa y espada, lo cual ocasionó una dura respuesta del poeta chileno, quien mandó una carta negándose a ser incluido cuando el libro ya estaba en prensa El asunto no paró ahí: En una cena de honor a Neruda donde se encontraban presentes Octavio Paz, Julio Torri, José Luis Martínez, Enrique González Martínez y José Iturriaga, el poeta chileno criticó una vez más el mal manejo de Laurel El autor del Laberinto de la Soledad, colérico, lo interrumpió brutalmente y muy cerca estuvieron de llegar a las manos Como resultado un grupo de refugiados golpeó a Paz Ninguno de los dos poetas olvidó el incidente En entrevista con la revista Hoy (1943) Neruda señaló la "desorientación y falta de moral civil en la poesía mexicana" La respuesta no se hizo esperar y en Letras de México (1943) José Luis Martínez y Paz escribieron los textos Respuesta a un poeta y Despedida a un cónsul En su escrito, Paz fue más que explícito: "Lo que nos separa de su persona (Neruda) no son las convicciones políticas sino la vanidad? y el sueldo La vanidad que lo obliga a aceptar cada seis meses, banquetes y homenajes de esas personas que llama ?carentes de moral cívica?; y el sueldo que le permite ofrecer mesa y cantina libre a una jauría que adula su resentimiento injuriando a todos aquellos que aún creen que la república de las letras nada tiene que ver con las viejas satrapías de oriente" En 1986 Paz volvió sobre el tema: "Neruda padeció del contagio del estalinismo? esa lepra se apoderó de su espíritu porque se alimentaba de egolatría y de su inseguridad psíquica" Años después cuando se le llegó a preguntar a Paz por Neruda sólo respondía: "Lo quise mucho" Octavio Paz vs Rubén Salazar Mallén En 1937, Rubén Salazar Mallén realizó una crítica en El Universal sobre el poema "No pasarán", al cual denominó como "una caja de palabras completamente vacía, un aspaviento demagógico para ignorantes de poesía" El autor agregó posteriormente que tal poema no hacia sino "remarcar el desinterés de la creación literaria y los intereses personales del autor La diferencia entre el poeta y el joven ávido de tener un rango en la estructura política de la literatura" Durante el Congreso de Valencia (1937) Salazar Mallén, a su vez, acusó a Paz de haber sido promovido más por su actividad política que por la poética Paz enfureció, negó estar interesado por el apoyo material o espiritual de gobiernos, organizaciones o personas No obstante en 1988, Paz publicó una serie de artículos denominados "Ante un presente incierto" y que eran una extensa apología sobre las elecciones del 6 de julio de ese año, cuando Carlos Salinas de Gortari ganó la Presidencia de la República bajo la sospecha del fraude El segundo enfrentamiento de ambos literatos fue ampliamente comentado por Emmanuel Carballo en "México en la Cultura", en él se afirmó que Octavio Paz "había hecho suyas ideas de Samuel Ramos y Salazar Mallén" para El Laberinto de la Soledad Lleno de ira Paz salió al paso con una frase demoledora: "Uno de los artículos de Salazar Mallén que nadie recuerda y un libro de Samuel Ramos que todo mundo conoce, son mis fuentes secretas De paso, no estoy en contra del plagio cuando la víctima desaparece Ya se sabe que el león se alimenta de corderos" Salazar Mallén trató de defenderse con cierto humor y recordó que el propio Ramos le había dedicado "El perfil del hombre" y "La cultura en México", así: "Para el amigo y compañero Rubén Salazar Mallén, descubridor del ?complejo de La Malinche?" Octavio Paz vs Carlos Monsiváis Cuando Octavio Paz fue merecedor del "Premio Nacional de Literatura" en 1977, Julio Scherer García realizó dos entrevistas con Carlos Monsiváis (Proceso 57 y 58), en ellas el autor de Escenas de pudor y liviandad, hizo saber sus desacuerdos con la "línea interpretativa de la realidad mexicana, trazada, sustentada y legislada por Octavio Paz" Monsiváis destacaba el gusto de Paz por la polémica, su "múltiple don de generalizaciones, la pretensión dogmática del monopolio de la discrepancia, el confinamiento de sus contrincantes ?desdén de por medio? las inexactitudes ofrecidas como juicios absolutos, distorsiones de las tesis con las que polemiza, las verdades a medias, las versiones descalificadoras de los hechos" Paz, iracundo, le escribió: "Si mi pecado es la manía generalizadora, el suyo es el discurso deshilvanado, hecho de afirmaciones y negaciones sueltas Monsiváis no es un hombre de ideas sino de ocurrencias La acumulación de detalles no es defecto cuando se escribe una nota; sí lo es en la crítica intelectual y política La ligereza se convierte en enredijo y aparecen las tres funestas: confuso, profuso y difuso" Monsiváis no se quedó atrás y le atizó otro escrito: "Un Octavio Paz parcialmente insólito, susceptible de duda, dispuesto a matizar, proclive incluso a la rectificación ?siempre y cuando nadie se dé por enterado --? -- En la prestidigitación se ayuda con los golpes escénicos previsibles: insultos de autocomplacencia estatal (murmurador) o carambola fonética

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