* Crece el escándalo que vincula a Margarita Martínez con venta de uniformes Veracruz, Ver , 7 de diciembre (apro)- El presidente del Club Tiburones Rojos de Veracruz, Gustavo Parente, no sólo reto y lanzó improperios, sino que intentó golpear a varios reporteros en las instalaciones del aeropuerto “Heriberto Jara Corona”, cuando lo cuestionaron en torno a los presuntos negocios realizados por sus familiares con la Liga Municipal de Futbol Y es que algunos padres de familia han señalado a la esposa del directivo de los escualos, Margarita Martínez, de estar obligando a varios equipos de futbol infantil a que le compren los uniformes deportivos, bajo la amenaza de que el Club Tiburones Rojos los despojará de las canchas donde practican sus torneos Ante los cuestionamientos de los reporteros, el directivo de Tiburones Rojos golpeó micrófonos y grabadoras, y retó a los comunicadores a golpes, ya que las denuncias contra su esposa “son mentiras que manchan el nombre de la familia” Los hechos ocurrieron en el interior de la terminal aérea, en donde un grupo de reporteros intentó entrevistar a Gustavo Parente, quien fungía como gerente del club deportivo y actualmente tiene funciones de presidente de la directiva, luego de la suspensión emitida por la Federación Mexicana de Futbol contra Rafael Herrerías, quien se ostenta como dueño de los Tiburones Rojos De hecho, a las acusaciones de los padres de familia se sumaron las declaraciones del presidente de la Liga Municipal de Futbol de Boca del Río, José Luis Gordillo, quien exhibió un oficio emitido por los directivos De Tiburones Rojos, en el que le anunciaban que los equipos infantiles serían despojados de canchas y una escuela deportiva para niños De acuerdo con las declaraciones de Gordillo, el oficio remitido era una forma de presión ante la negativa de los equipos que conforman la Liga Municipal de Futbol para comprar los uniformes a la empresa ligada a la esposa del directivo, Margarita Martínez Presumiblemente, sostuvo José Luis Gordillo, Margarita Martínez habría obtenido cuantiosas ganancias, “pues se obliga a los responsables de los equipos, que aglutinan a unos 300 niños y jóvenes, a comprar los uniformes deportivos de las empresas que ella representa” Sobre este particular, el reportero de la estación radiofónica XEU, Roberto Díaz, cuestionó a Gustavo Parente quien, molesto, de un manotazo intentó apartar grabadoras y micrófonos: --¿Por qué se meten con mi esposa, qué problemas tienen con ella? --gritó el directivo de Tiburones Rojos “Si quieren meterse con mi mujer, bajen el micrófono y nos arreglamos allá afuera” y, en medio de improperios, trató de justificar la intermediación de Margarita Martínez en la venta de uniformes: “Una sola vez mi esposa vendió uniformes a 160 pesos, que es lo deben valer, y ella me comentó, por la relación que había con la firma comercial (Garcís), punto Lo único que quiero es que se limpie el nombre de mi familia”, replicó ante el escándalo suscitado por el intento del Club Tiburones Rojos de despojar de los espacios deportivos a unos 3 mil niños, lo que obligó al mandatario veracruzano, Fidel Herrera, a intervenir, ya que parte de las acciones del equipo son propiedad del gobierno estatal