México, D F- El gobierno de Vicente Fox ratificó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) su compromiso de no practicar ni tolerar la violación a los derechos humanos, al ratificar, a su vez, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) En un comunicado, la cancillería señala que con esta acción el gobierno foxista reafirma su promesa de promover el respeto a las libertades fundamentales de los mexicanos Al suscribir este documento ?firmado por México el 4 de mayo del 2001 y aprobado por el Senado en diciembre pasado-- la administración foxista también está obligada a castigar a los autores, cómplices y encubridores de responsables de desaparecer a perseguidos políticos u opositores al gobierno en turno, agrega la SRE El comunicado indica también que dicho acuerdo ordena a México a tomar medidas legislativas, administrativas, judiciales o de cualquier otra índole, para garantizar las libertades individuales de los ciudadanos mexicanos Sin embargo, a tres de meses de la creación de la Fiscalía Especializada para investigar la desaparición forzada de los años 70, el único resultado concreto ha sido la entrega de los documentos guardados celosamente por anteriores gobiernos priistas, al Archivo General de la Nación (AGN) Pero uno de los obstáculos para su consulta, es que los archivos considerados confidenciales no serán mostrados al público Otro inconveniente es que el encargado de esa Fiscalía, Ignacio Carrillo Prieto, aún no cumple con la promesa de citar a declarar a los presuntos responsables de la masacre del 68 y de las desapariciones forzadas durante la llamada "guerra sucia" Y es que, en enero pasado, en entrevista con Proceso aseguró que el expresidente Luis Echeverría comparecería, como todos los exmandatarios involucrados en los casos que se investigan, respecto a los crímenes cometidos en aquella época, en la que era un renombrado personaje de la política mexicana De acuerdo con los expedientes desclasificados en enero del 2002, y publicados en Proceso, Echeverría --secretario de Gobernación y después presidente, en esa época-- sabía de la masacre, y de las desapariciones efectuadas por miembros del Ejército que arraigaban a los sospechosos, y tras torturarlos para que declararan, los calificaban como "desechables" Sus cuerpos nunca fueron entregados a sus familiares Además tuvo conocimiento de que miembros del Ejército recibieron entrenamiento especial de Estados Unidos, para reprimir a los movimientos sociales que salieran a la luz, y que amenazaran a su administración Los expedientes desclasificados aseguran que Echeverría actuó con la venía de Estados Unidos, e impulsado por el miedo de terminar con la supuesta amenaza de un grupo de comunistas que querían tomar el poder, y que habían convencido a casi todos los habitantes del país a unirse a su lucha El 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas, un grupo de militares denominado "Batallón Olimpia", que portaban un guante blanco para identificarse, disparó indiscriminadamente contra la multitud congregada en Tlatelolco, donde el Movimiento Universitario de la época realizaba un mitin Durante la década de los setenta también se efectuó una férrea persecución política que derivó en la desaparición de cientos de personas acusadas de pertenecer a la guerrilla Liga 23 de Septiembre, de Guerrero 09/04/02