BUZON DE APOCRIFOS: ¿Jeremías o Tartufo?

lunes, 22 de julio de 2002 · 01:00
México, D F (apro)- Semejantes que aún respiran: supongo que muchos de ustedes, por la decisión y palabra de George W Bush sobre la rufianesca conducta de algunas de las mayores, poderosas y representativas empresas privada de su país, participarán de los sentimientos que embargan al autor de la presente, al cual, en el nicho del recuerdo que por su actividad en vida le ha concedido la historia en la memoria de la posteridad, dichas decisiones y palabras le tienen sumido en el estupor y con risa tal que, si eso fuera posible, le mataría Sí, es sorprendente y de risa loca, por decir lo mejor, que a estas alturas del partido el señor G W Bush se rasgue las vestiduras y diga estar preocupado porque el símbolo y pila del poderío de su país, la libre empresa, esté bajo sospecha y perdiendo la confianza de tirios y troyanos por haber hecho trampas en su contabilidad, engañado a clientes e inversionistas y haber cimbrado el mercado de valores del mundo y demande, por lo tanto, una ética al capitalismo y pida a los empresarios cumplir con su deber con honestidad, pues el capitalismo como sistema y la libre empresa y el libre mercado como su expresión, necesitan confianza en el carácter y conducta de sus líderes, los empresarios, a los que amenaza si así no lo hacen con castigos ejemplares ¡Ah, lectores!, mal me está en decirlo, pero tan distinguido personaje se habría evitado el representar el risible papel de descubridor del Mediterráneo, el de lamentable Jeremías y el patético de jefe de una misión imposible si hubiera recordado (¿o será que ni siquiera tiene conocimiento de ella?) mi obra, la cual, basada en hechos y aunque cuestiona el capitalismo, está muy lejos de entender toda la historia como una sucesión de luchas de clases, y rechaza la idea de que el "proletariado" ocupará el puesto de los capitalistas, como los marxistas piensan; igualmente rechaza a Pareto, que la entendió como "una circulación de elites", pues mi obra descubrió en la historia un conflicto ininterrumpido entre los elementos rapaces y los productivos de la población, lo que hace imposible que la libre empresa y el libre mercado sean los vehículos adecuados para expresar la importancia de las cosas para la sociedad, de ser útiles para los intereses materiales del hombre común, ya que sus líderes, por lo general y en esencia, son individuos buscadores y perseguidores de utilidades, que por conseguirlas son muy capaces de sabotear a la sociedad No hablo por la boca de ganso Recuerden: en la historia del capitalismo estadunidense (como en la de otros países) no falta y más bien sobra el "jefe pirata" y el "barón ladrón", el individuo que no duda en valerse de la fuerza, el soborno y el engaño para conseguir su riqueza y poder, y para lograrlo es cruel y a menudo corrompido y corruptor Tal individuo se dio a conocer como magnate y financiero con la proliferación de los ferrocarriles en la década de 1850, el crecimiento de la industria del Norte en la de 1860 y el surgimiento de la inversión bancaria en la de 1870 y de ahí p?al real, hasta nuestros días, como lo demuestran los escándalos de la Enron y la Worldcom Y esos individuos y sus hechos vergonzosos se dieron (¡y se siguen dando!) a pesar de las rigurosas leyes decretadas en su contra y los severos controles establecidos para que se cumplieran ¿Cómo es posible? Porque hubo casos en que hasta los políticos e incluso presidentes los propiciaron por ignorancia, ineptitud o complaciente complicidad, como sucedió por ejemplo con Ulysses S Grant y Warren G Harding Por lo expuesto, repito lo que ya he señalado, que el señor GW Bush se habría evitado el representar el risible papel de descubridor del Mediterráneo, el de lamentable Jeremías y el de patético jefe de una misión imposible si conociera mi obra a no ser ¡se me eriza el pelo nada más pensarlo a no ser que el señor GW Bush, como empresario, sea lo que yo denominé un buscador de utilidades, Tartufo que usa y abusa de la hipocresía, de los que ocultan su rapacidad detrás de elevados principios y desvergonzadas referencias al interés general ¿Esto lo confirmarían las investigaciones, noticias y artículos que en diversos medios ventilan su sospechoso, por turbio, triunfo a la presidencia; sus oscuros nexos comerciales con familiares del más importante líder del terrorismo; las considerables ganancias que obtuvo, siendo socio y miembro del comité auditor, en compañías tan fraudulentas como Enron y Worldcom, hoy objeto de su sorpresa y enojo ético? ¿Qué creen ustedes? Y con esto cierra la presente el servidor de ustedes THORSTEIN VEBLEN

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