CINE/PERMANENCIA VOLUNTARIA

viernes, 20 de diciembre de 2002 · 01:00
“Otro día para morir”: Bond aún no ha muerto México, D F (apro)- Con la llegada de Austin Powers, quien no hizo nada más que burlarse de todos los agentes secretos, y de Xander Cage (“XXX”, EU, 2002), más moderno e intrépido que el agente 007, el mito de James Bond parecía perder fuerza No había nada más qué decir o hacer Pero entonces, llegó el director Lee Tamahori (“Somos guerreros”, Nueva Zelanda) para darle un segundo aire al agente secreto En “Otro día para morir” (“Die Another Day”, EU, 2002), Tamahori nos enseña un ángulo de Bond hasta ahora desconocido: su lado pasional La cinta comienza con una misión fallida del agente 007 (Pierce Brosnan), cuando éste intenta matar a un general de Corea del Norte con planes para apoderarse de la otra corea Bond es capturado y luego intercambiado por un lugarteniente del susodicho general, que responde al nombre de Zao (Rick Yune), gracias a que, supuestamente, el agente 007 había revelado información, la cual comprometía a un agente estadunidense Así pues, una vez que Bond regresa a manos del servicio de inteligencia británico M (Judi Dench) aparece para relegarlo de su cargo y recriminarle por la supuesta traición Por supuesto el agente 007 se declara inocente, por lo que no esperará mucho tiempo para escapar y lanzarse en busca de aquél que le tendió la trampa, y entre sus principales sospechosos se encuentra Zao Y por primera vez, el móvil de Bond no es el deber, sino la venganza Después, las cosas se enredan un poco, lo que comenzaba como una invasión a otro país deviene en planes para apoderarse del mundo, aparecen nuevos inventos de Q: persecuciones --donde Bond aparece más intrépido que nunca-- explosiones, disparos, y dos chicas que mueven al corazón del 007: una agente llamada Jinx (Halle Berry) y una publicista, Miranda Frost (Rosamund Pike), que trabaja para el malo, y se rehusa a acostarse con James Por supuesto, Bond no se enamora, pero sí se nota que estas mujeres le muevan el tapete; ¿quién lo iba a creer? Además, existe un conflicto entre el chico malo y su padre, que podría terminar matando a alguno de los dos El elemento pasional crea una tensión dramática que no existía en las películas anteriores --la pasión no convierte a “Otro día para morir” en una telenovela-- y es suficiente para devolverle la chispa al agente creado por Ian Fleming Pero de ahí en fuera, no existen muchos cambios en el personaje ni en la dinámica de las otras películas Muchos agentes secretos vendrán para intentar suplir a James Bond, otros intentarán parodiarlo, pero está claro que el agente 007 se ha ganado su lugar en la cultura “pop” –un icono reconocible masivamente-- del siglo XX, y está claro que no puede ser sustituido

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