CINE/PERMANENCIA VOLUNTARIA: "Casarse está en griego"

lunes, 20 de enero de 2003 · 01:00
*Una boda buena, bonita y barata México, D F (apro)- Ahora ya no es necesario gastar millones de dólares y tener a Leonardo DiCaprio en compañía de Kirsten Dunst para hacer una película redituable; el talento lo es todo Tal es el caso de la cinta independiente “Casarse está en griego” (“My Greek Fat Wedding”, EU, 2002), comedia romántica, combinada con lecciones de adaptación y tolerancia, que ha recaudado más de diez veces los tres pesos que invirtió La cinta dirigida por Joel Swick (entre sus productores está Tom Hanks), cuenta la historia de Tula (Nia Vardalos, quien también escribió el guión), una mujer estadunidense de ascendencia griega que trata de romper con el yugo que su excéntrica familia (griega, por supuesto) ejerce sobre ella, y todo gracias a un apuesto profesor de secundaria que sólo se sentó en una mesa a pedir café Como primer paso, Tula regresa a la universidad y comienza a tomar cursos de cómputo; se sale del restaurante de su padre y entra a manejar la agencia de viajes de su tía En el proceso, nuestra protagonista, a quien todos ven como una “quedada” (a sus 30 años Tula no conoce el amor), se topa con el mismo profesor que una vez se sentara en la mesa que ella atendía El príncipe azul responde al nombre de Ian Miller (John Corbett), y no hace falta decir que el enamoramiento entre ambos es instantáneo Todo está de maravilla en la vida de Tula, sólo hay un problema: Ian no es griego, lo que pondrá de muy mal humor a su familia No hay drama, casi no hay lágrimas, y tampoco grandes carcajadas, pero sí muchos momentos agradables que arrancan constantemente sonrisas Claro, no se podía esperar más de una comedia romántica, bonita y cursi Pero hay algo más, ese algo más que la salva de ser una película del montón Y es que la cinta posee una frescura agradable, gracias a que transmite muy bien la cotidianidad que rodea a Tula y a su tradicional familia, compuesta por 40 miembros, entre primos, tíos y demás, y el contraste con la familia de Corbett; una típica familia estadunidense compuesta por papá, mamá e hijo “Casarse está en griego” posee sus momentos de tensión y dramatismo, suavizados con una cotidianidad que luce absurda, pero a la vez divertida; pero sobre todo posee un gran optimismo, lo cual resulta muy inspirador, sin caer excesos La cinta es gringa, sí, pero para aquellos que odian a Hollywood y sus historias de amor cursis, con finales felices, cabe mencionar que esta película no está hecha en Hollywood, y que cualquier parecido es mera coincidencia

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