ARTES PLASTICAS/TRAS EL TRAZO: Las naturalezas de Vicente Gandia en un libro de Miguel Angel Muñoz

lunes, 27 de enero de 2003 · 01:00
* “Invocar el paisaje” es el título del volumen; es editado por el Conaculta en la colección Círculo de Arte * En el Museo de El Carmen se presenta una retrospectiva del pintor México, D F (apro)- Calificado como “amante de las contradicciones y lo sublime”, el pintor Vicente Gandía ha transitado de lo figurativo a la abstracción para encontrar su nicho en el retrato de lo natural Paisajes, bodegones, flores, interiores de casas y “hasta laberintos” son el motivo de la obra del artista nacido en Valencia, España, en 1935, exiliado en México desde los 17 años de edad, siguiendo a sus padres que huían del franquismo Hay en Gandía, según el poeta y crítico de arte Miguel Angel Muñoz, una preocupación por lo arquitectónico Y es que el pintor, dibujante, grabador y escultor realizó estudios de arquitectura en la UNAM, que finalmente abandonó para tomar clases de grabado con Guillermo Santamaría Autor de diversos libros de poesía que le han ilustrado pintores como los españoles Albert Ráfols-Casamada y Joseph Ginovart, y editor de la revista Tinta Seca, Muñoz dedica ahora un volumen a Gandía, bajo el título “Invocar el paisaje” Publicado por el Conaculta, dentro de la colección “Círculo de Arte”, el libro será presentado este jueves 23 enero, en el Museo de El Carmen, con los comentarios de Enrique Ayala Alonso, Carlos Córdova, Alvaro Matute, Laura Emilia Pacheco y el autor Muñoz habla en 22 páginas del libro de la búsqueda de Gandía en la abstracción y su regreso a la figuración, de sus exposiciones más relevantes, entre ellas la del Instituto de Cultura Hispánica de Guadalajara, en 1954; el Columbia Museum of Art, en Estados Unidos, en 1968, y el Palacio de Bellas Artes, en 1988 Se refiere también a su manejo del color, el espacio y el volumen, en la producción de imágenes: “Es un mundo cálido, poético, cuya atmósfera puede compararse a la de los textos de Jorge Luis Borges: una mezcla de petrificación llena de asombro, descubrimiento anónimo y libertad creadora” Cita al propio pintor que detalla lo que para él significa el color: “… El color es emoción, es atreverte a vivir con emociones, al menos en mi caso lo representa No sabría qué hacer o pintar si no pudiera utilizar los colores, porque hay tal cantidad de conceptos o interpretaciones dentro de un color, que no puedo hablar de ellos En ocasiones tengo que colorear la tela para sacar las cosas que obviamente no son visibles, porque creo que no quiero que lo sean” En las obras reproducidas en el libro, sin embargo, no hay una explosión de colores, o un abuso de tonalidades estridentes, algunas, incluso, son monocromáticas Se puede apreciar, además, en tres cuadros --entre ellos “Ritmo cubista”-- una evocación del movimiento representado por Picasso Para el poeta cubano Eliseo Diego, citado en el libro, la pintura de Gandía “no es sólo un deleite para los sentidos También es una puerta o una ventana que se abre a un fragmento del universo (…) El mar está siempre cerca, en plenitud de su silencia, cuando la calma y la paz lo unen con aquellos que lo aman en su tremenda, sobrecogedora belleza” Hay en todos la necesidad expresa de Gandía de preservar la memoria Dice: “No importa lo que signifiquen o representen las imágenes; lo importante es trascender su ubicación como fragmentos de la memoria para llegar a conmover, sugerir, plantear problemas de percepción que el espectador pueda descubrir” En el Museo de El Carmen, ubicado en San Angel, puede verse también la exposición retrospectiva “Vicente Gandía Obra gráfica 1970-2000”

Comentarios