CINE/PERMANENCIA VOLUNTARIA: "Simone", una mentira mal hecha

jueves, 6 de febrero de 2003 · 01:00
México, D F(apro)- Después de haber sorprendido al público con un duro cuestionamiento sobre los reality shows en la cinta “The Truman Show” (que protagonizara Jim Carrey), el director Andrew Niccol fracasa en otro intento de crítica --también relacionado con los medios masivos de comunicación--, con un filme excedido en chistes y en su ligereza, hasta convertirse en sátira de sí misma “S1m0ne” o “Simone” (EU, 2002) --abreviación de Simulation One, o en español, Simulación Primera-- cuenta la historia de Viktor Taransky (Al Pacino), un director famoso, y en alguna época muy bueno, que lleva ya algunos años haciendo películas malísimas Nadie, excepto su hija, cree en él Su carrera está a punto de colapsarse cuando la estrella de su más reciente película, interpretada por Winona Ryder, abandona la filmación debido a que alguien posee un “tráiler” (el remolque en el que se preparan los actores para salir a escena) más grande que el suyo Cuando todo parece estar perdido, un experto en computación le regala a Transky un programa de simulación tan avanzado, que el público no podrá notar que los actores que está viendo en pantalla no son de “a de veras” Al principio, Taransky no está muy seguro, pero finalmente accede y crea a la actriz perfecta, con características de Grace Kelly y Marilyn Monroe, entre otras; además, no es caprichosa, no hay que darle trato especial y sólo hace lo que Taransky le dice El mito de Simone está hecho, ella es toda una leyenda; siempre asediada por los paparazzis, reporteros y fans Incluso, la academia de Hollywood se traga el engaño y la nomina para un Oscar Manipulación, estrellas cinematográficas, una audiencia crédula y reporteros sedientos de chismes, son los elementos que rodean a Simone y al mismo Taransky; una ilusión, un fraude Pero no todo es tan bello, no sólo por que Taransky se verá atrapado en su propia mentira, sino porque “S1m0ne” se hubiera convertido en una crítica maravillosa, si el director no hubiera utilizado recursos de comedias de televisión estadunidense: ligeras, desechables y repletas de puros gags La cinta se vuelve predecible y sosa en el momento en que Simone no es más que un programa, incluso, no hay una actriz que haga a Simone, sí es un gráfico de computadora, la modelo Rachel Roberts fue usada de molde) que sólo responde a las órdenes de Víctor; no hay conflicto, no hay vueltas de tuerca Y no sólo eso, también se vuelve poco creíble, aunque la manipulación de la información y los artistas prefabricados sí existan, pero la ilusión de Simone no tiene argumentos consistentes: una actriz que nadie ha visto, que se ve como un juego de video, además que las películas en las que sale son malísimas, y situaciones tan absurdas que la historia pierde verosimilitud Al principio “S1m0ne”, parece ser una sátira, pero después se vuelve un chiste de sí misma, un artificio mal hecho o bien, una ilusión desdibujada

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