BUZON DE APÓCRIFOS: Mascarada

jueves, 6 de marzo de 2003 · 01:00
México, D F (apro)- Desafortunados humanos: sería para morirse de risa el ver y comprobar la lamentable mascarada que han montado los promotores de la inminente guerra de Irak, si no fuera por que la misma no es para nada consecuencia de una comedia de equivocaciones y sí, más que nada, el resultado de premeditaciones equívocas que se están concretando en una tragedia de perversidades, por la cual su especie, la humanidad, va a pagar (ya lo está haciendo) un vergonzoso tributo en dignidad, y un alto costo en sufrimiento, lágrimas y sangre Para morirse de risa, porque los organizadores de tal guerra hacen todo lo posible y hasta lo imposible, por presentarse y venderse a la opinión pública como los campeones únicos e indiscutibles de la verdad, la decencia, la honestidad, la justicia, el progreso, la legalidad, la libertad, la democracia y no sé cuantos más de eso que ustedes, hombres, denominan valores o virtudes, conceptos de los cuales, ustedes, hombres, se empeñan que una servidora sea la espina dorsal de los mismos Gracias por la flor, pero no frieguen Digo lo anterior porque los animadores del inminente conflicto iraquí, a la luz de los hechos, están resultando ser, más que nada, los autores y protagonistas de una farsa, en el sentido peyorativo del término, esto es, en autores y protagonistas de un drama chabacano, grotesco y por añadidura atroz Si piensan que exagero, se equivocan ¿Pues qué, no a pesar de las insistentes e histriónicas invocaciones de los promotores de la guerra de Irak a los valores arriba nombrados, no es un secreto a voces que el conflicto iraquí, más que otras cosas, en el fondo no es más que una lucha despiadada por el protagonismo en un nuevo orden de dominio mundial, de estrategia geopolítica y de muy particulares y feroces intereses por el petróleo? ¿Entonces? Ustedes me van a perdonar, por lo expuesto, considero que me da derecho a decir y sostener que los inspiradores y animadores de tal conflicto son, sobre todo y antes de nada, unos perfectos farsantes (por supuesto, también en sentido peyorativo de la palabra), es decir, uno bufones siniestros, ya que por conseguir sus muy particulares fines y asegurarlos, no dudan en hacer uso hasta el abuso del enredo, la trampa, del engaño y la impostura Para apoyar mi posición, ahí les va un ejemplo Si un individuo, por conseguir sus muy particulares intereses, compra volunta de con concesiones e incluso dinero y al que no se deja cohechar, esto es, sobornar, corromper, y expresa no estar de acuerdo con sus decisiones lo descalifica desdeñosamente con un “¿a quién le importa lo que dice?”, y acto seguido lo presiona, eufemismo de amenaza, intimidación o amedrentamiento, en fin, que le hace “manita de puerco”, como dice el vulgo, en lo psicológico y lo material, al tiempo que sin empacho y paladinamente declara que eso no es presión, ni amenaza, amedrentamiento ni intimidación, sino simple persuasión, ¿le creerían? ¿Qué pensarían ustedes, lectores, de tal individuo y de sus actos? Pues recuerden y tengan en cuenta que así están obrando los promotores del conflicto iraquí Bien, admito que en descargo de tales farsantes pueden decirme que la lucha contra el terrorismo lo justifica todo De acuerdo; nada más que antes sería bueno y sano reflexionar sobre algunos hechos significativos Meditar de quién son hechura Osama Bin Laden, los talibanes, Saddam Hussein… Recapacitar quién les suministró generosamente armas convencionales, sofisticadas e incluso bacteriológicas Analizar cuidadosamente quién guardó silencio cuando sus hechuras hicieron uso anteriormente de dichas armas, y por qué lo hizo Considerar que los que se presumen campeones de la verdad, el bien, la decencia, la legalidad, la libertad y la democracia, conceptos todos de los que mi esencia es espina dorsal, tienen derecho a decidir unilateralmente un hecho como la guerra iraquí, que a todos afecta, si es decente, legal y democrático que crean que pueblos e instituciones pueden existir sólo si se pliegan, sirven y legitiman sus deseos, intereses y acciones Como dije más arriba, agradezco y me halaga que, incluso, esos farsantes, por causa de una servidora, se vean obligados a enmascarar sus actos, pero me indigna que eso sea una hipocresía más de los mismos, destinada a seducir incautos, ingenuos e ignorante, pues, como es sabido, han declarado que per fas et per nefas, es decir, por lo lícito o lo ilícito, por las buenas o por las malas, harán voluntad, que en este caso nada tiene de santa Por eso, desde este Buzón, digo que rindo tributo de admiración y apoyo (porque representan más y mejor a lo que se entiende por dignidad, bien y decencia, y por lo tanto a una servidora) a los millones de ustedes, hombres, que se han manifestado por la paz, que han dicho y dicen no a la guerra Sumo mi voz a su consigna: “NO EN MI NOMBRE” Con afectuosos y cálidos saludos LA ETICA

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