México, D F (apro)- Cuando el gobierno dedicaba 1 por ciento de su presupuesto total de egresos a la educación en México, allá por los sesenta, la enseñanza de la literatura era muy apreciada, y mientras los alumnos de la primaria llevaban como libro de texto la obra de la maestra Rosa María Gutiérrez Eskildsen, los de secundaria se educaban con la de Soledad Anaya Solórzano Se trataba de dos historias de la literatura española (y latinoamericana) que formaban con gran rigor a los alumnos No sabemos si Laura Martha Chávez sea maestra o no, pero lo parece por el esquema didáctico que muestra en su libro editado por Trillas “Literatura mexicana y latinoamericana”, dirigido al nivel medio superior donde, explican sus editores, “ofrece un panorama ameno y comprensible del desarrollo de las letras en México y Latinoamérica, desde la época precolombina hasta nuestros días” Incluye también, como obra moderna, un capítulo dedicado al guión cinematográfico y un apéndice sobre la técnica del guión Puede leerse también como un manual de consulta para cualquier edad Le convencerá si lee enseguida la introducción escrita por la autora: * * * Por pertenecer a las Bellas Artes, la literatura es primordial para el hombre que pretende acercarse a la cultura Sin embargo, para conocerla, no basta con leer algunas obras de autores famosos: es preciso ahondar en su historia y en sus preceptos Con el fin de facilitar el estudio de la literatura se ha recurrido a diversas subdivisiones y clasificaciones, las más antiguas de las cuales datan de la época clásica griega Desde Homero hasta la aparición del drama épico, los griegos consideraron sólo dos valores: la “Poesía” y el “Poeta” Más tarde los sofistas crearon la “retórica”, que es el arte de embellecer la expresión oral; esta disciplina dedicada a la técnica argumentativa, era obligada para los oradores Para que éstos pudieran ejercer mayor efecto en sus escuchas, se les autorizaba a hacer uso de la poesía, que constituía una fuente segura de sabiduría Fueron pues, los retóricos, quienes subdividieron a la poesía en tres géneros: épico, lírico y dramático --El épico es un género objetivo: en él, el poeta narra acontecimientos en los cuales no participa --El lírico es subjetivo porque expresa los sentimientos del poeta --El dramático contiene a los dos géneros anteriores, pues se refiere a una acción, lo que lo hace objetivo, pero como los personajes expresan sus sentimientos, es también subjetivo Aunque ésta ha sido la subdivisión más aceptada, no todas las obras literarias pueden ser catalogadas dentro de estos cánones; la “estética” se ha pronunciado por adjudicar a cada obra literaria de un género propio e individual Platón mismo desconfiaba de la eficacia de la palabra escrita y atribuía a la palabra orla mayor fuerza de convencimiento; de ahí su preferencia por el diálogo Es Aristóteles quien da la palabra escrita la calidad de “literatura”, constituyéndose en verdadero “autor”, o sea, el que es capaz de acrecentar el saber humano De este modo, quedan catalogadas dentro de la literatura, la filosofía, la historia y las ciencias La idea aristotélica era que la poesía o la prosa no difieren en la forma, sino en la función que desempeñan Ese concepto fue válido hasta que apareció el helenismo alejandrino, que dio un nuevo sentido a la literatura, concretándola al mero ejercicio literario, haciendo del poeta un escritor preocupado únicamente por la forma, y del prosista, un estudioso de la gramática Estas actividades sólo podrían realizarlas los nobles, pues habría de pasar mucho tiempo para que tuvieran acceso a ellas los plebeyos Fue así como las subdivisiones de la poesía se incorporaron al concepto general de “literatura” Los preceptos y prácticas literarias fueron evolucionando con el devenir histórico, pues en la Edad Media la literatura la ejercían los clérigos, y así nació el llamado “Mester de Clerecía” El renacimiento da lugar al humanismo en el cual, aunque el autor escribe en latín como el alejandrino, hace de la literatura el arte liberal por excelencia Al surgir el nacionalismo, la literatura de cada país toma caracteres propios, aun cuando siga las diferentes corrientes literarias, tales como el romanticismo, el realismo, el naturalismo, hasta llegar a las literaturas moderna y contemporánea Tal es el caso de las letras mexicanas y latinoamericanas, que siguiendo los movimientos literarios universales, manifiestan las características de esta América nuestra