Italo Estupiñán, una leyenda ecuatoriana (Primera de tres partes)

martes, 30 de diciembre de 2003 · 01:00
* "Elegí el futbol porque soy un predestinado", asegura México, D F, 29 de diciembre (apro)- El sueño comenzó en casa, a los 8 años El hogar de su madre está frente al estadio del pueblo, Esmeraldas, Ecuador, y fue allí donde Italo Estupiñán aprendió el futbol Un vecino lo obligó a desempeñarse en la función de portero porque necesitaba de alguien para practicar sus remates Un día, aquel sujeto fue contratado por el Español a los 17 años, jugó la Copa Libertadores y se hizo famoso El pasaje dejó una huella imborrable en Italo Estupiñán "Me dije: si mi conocido se convirtió en figura, entonces el futbol es el medio para traer dinero a casa" Pero ni su vecino lo impactó tanto como Alberto Spencer --el mayor ídolo del balompié ecuatoriano y máximo romperredes en Copa Libertadores--, cuya trayectoria siguió de cerca en los sesenta a través del único medio disponible para las transmisiones de futbol, la radio Italo se enamoró de un balón cuando corría descalzo con sus piernas largas y flacas Desde pequeño tuvo la idea de ser futbolista antes que volver al hogar con el fracaso a cuestas y terminar, imaginaba, como maestro de primaria en su natal Esmeraldas, lugar de playas, arena, salitre, mujeres negras, cerveza y también del mejor balompié ecuatoriano, porque durante años se constituyó en el primer semillero de jugadores del país "Elegí el futbol porque sabía que tenía condiciones, pero sobre todo porque soy un predestinado", asegura el exartillero, quien jamás imaginó que su juego de fuerza y su magistral patada para anidar goles cruzarían la frontera ecuatoriana para cautivar a la afición mexicana, como antes lo hizo con el público sudamericano en la Copa Libertadores Llegó a México en 1974 arropado por una gran trayectoria y, en poco tiempo, se convirtió en ídolo Talentoso, impredecible, fue la estrella del Toluca y sucesor de otra leyenda viviente, Vicente Pereda Hace 17 años que el símbolo histórico del club Toluca se retiró del futbol tras un largo camino recorrido por clubes mexicanos --América, Atletas Campesinos y Puebla--, pero hoy está de vuelta porque ha decidido emprender la ruta de director técnico a la espera de una oportunidad que no sabe cuándo le llegará, pero confía en la buena suerte que lo acompaña Y es primero en la fila para dirigir, "¿por qué no?" al Toluca Después de todo se dice convencido: "Siempre gano" La pelota fue una obsesión "Todas las tardes jugábamos con los amigos de calle en calle, donde nadie podía detenernos (es común que en Ecuador se cierren las vías públicas para la práctica del futbol)", excepto los reclamos y los golpes que le propinaba su madre por ese afán de correr tras el esférico A pesar de ser un alumno aplicado abandonó la secundaria en el segundo grado, porque fue más grande su idilio con la pelota Año 1969 Italo tenía 17 años En Esmeraldas, los jóvenes se reunieron en fila en torno a una larga mesa donde emisarios del equipo Aucas anotaban a aquellos con aspiraciones a futbolistas profesionales El Aucas, con sede en la ciudad del mismo nombre, los invitaba a una sesión de pruebas --Yo quiero ir --se presentó Italo ante aquellos enviados --¿Cómo te llamas? --Italo Italo Estupiñán --¡Ahhh!, pues a ti te andamos buscando Para emprender esta tarea es necesario que le pidas permiso a tu madre A Estupiñán ya lo había recomendado un músico brasileño que solía pasar los bellos atardeceres como espectador de los partidos en los que jugaba aquel muchacho de pies descalzos El brasileño quedó impresionado por la calidad de juego de Italo De allí que se tomara el derecho de inscribirlo como primer aspirante a las pruebas del Aucas Días después, Italo viajó en compañía de diez jóvenes, contagiados por la misma ilusión Pero el técnico, de origen paraguayo, no le vio cualidades "El futbol es para hombres m´hijo Vaya y acábese de criar en los senos de su madre Estás muy flaquito" El aludido se recuerda así: "Un flaquito que sabía jugar al futbol" Y por una de esas cosas de la vida, uno de los compañeros con los que compartió la pensión lo invitó a probarse en el Bacará, de la segunda división Fue el propio directivo quien lo presentó al entrenador Juan Pancelo Pérez "Al principio, el técnico se burlaba de mí porque yo era muy delgado y tenía los brazos muy largos Pero lo importante es que le gustó la forma de mi juego" Así que Italo ingresó al futbol profesional por la puerta grande, sin tener que pasar previamente por un conjunto amateur "No quería llegar derrotado a casa" Se convirtió en titular y en ídolo en ciernes de un prominente empresario, dueño de una tenería, directivo del equipo y que todos los días le enviaba al jugador dos litros de leche a su departamento "Para que te alimentes bien", le confío alguna vez "Raulito", quien adivinó la grandeza que iba a alcanzar el nativo de Esmeraldas Un día lo llamó a su oficina --Aquí estoy, Raulito --Tome esta orden (una tarjeta con su firma), vaya a mi zapatería y tome el calzado que más le guste Mañana lo espero aquí Italo eligió el par de zapatos más económicos, que estrenó en la cita del día siguiente --Muchas gracias, este es el calzado que escogí "Raulito" abordó el tema: --¿Cuánto quiere por su pase? Asombrado, Estupiñán apenas alcanzó a balbucear "Lo que usted guste darme" --Mire, Italo Deseo comprarle su pase para regalárselo al equipo Sé que usted va a llegar a grande y con la plata con la que vendan su ficha quiero que construyan un complejo deportivo Y el joven delantero sólo soñaba y soñaba "Debo prepararme porque sé que me va a llegar la oportunidad No sé cuándo, pero vendrá" b>Ficha Nombre: Italo Estupiñán Martínez Fecha de nacimiento: 1o de enero de 1952 Lugar de nacimiento: Esmeraldas, Ecuador Debut en la primera división: 1970, con el Nacional, de Ecuador Trayectoria en México: Toluca (de 1974 al 77), América (de 1977 al 79), U Católica de Ecuador (1979-80), Atletas Campesinos (1980 al 82), Puebla (1982-83) Se retiró ese año, aunque retornó al futbol en 1986 con el Emelec, de Ecuador Títulos de liga: temporada 1974-75 (Toluca) y 1982-83 (Puebla)

Comentarios