El funcionario bueno

viernes, 20 de mayo de 2011 · 01:00

MÉXICO D.F., 18 de mayo (apro).- Alberto Lomnitz, conocido principalmente por su trabajo al frente de la compañía Seña y Verbo. Teatro de Sordos, nos vuelve a sorprender, ahora en su faceta de dramaturgo, con la creación de El funcionario Bueno, obra de su autoría que, en un tono de comedia, aborda los intrígulis de la burocracia cultural mexicana.

Con un humor ácido, Lomniz ubica las acciones en la Coordinación Nacional de Teatro del INBA, espacio que conoce perfectamente, tanto en sus personajes como en su sistema de funcionamiento. Esto sirve de pretexto para hablar de los problemas en general de la burocracia nacional, pero de manera muy particular en el sector cultural.

Pequeños cotos de poder, relaciones sindicales, vicios de funcionamiento, falta de presupuestos, amiguismo, prepotencia de funcionarios y creadores, frustraciones personales, amoríos de oficina, son algunos de los elementos que integran esta divertida obra que obtuvo mención honorífica del Premio Nacional de Dramaturgia “Manuel Herrera” 2009, otorgado por el gobierno de Querétaro.

Joel Bueno, subcoordinador nacional de Teatro, personaje interpretado magistralmente por Silverio Palacios, es el protagonista de esta historia de intrigas en la que las buenas intenciones de un funcionario de segundo nivel son lo que menos cuenta, lo importante es no trastocar los privilegios, tanto de los que detentan el poder como de quienes se benefician de él.

Alberto Lomnitz conoce perfectamente las entrañas de la burocracia cultural mexicana, ya que además de ser director de escena, dramaturgo, actor y docente, también se desempeñó de 1998 a 2000 como Director de Compañía Nacional de Teatro del INBA.

En este sentido, según las propias palabras de Lomnitz, El funcionari9o Bueno es una sátira sobre la burocracia escrita desde el punto de vista de un funcionario, con una trama sorpresiva y un final agridulce, en la que más que plantear soluciones se generan preguntas sobre cómo se organiza el sistema de gobierno y cómo se hace política.

Es, sobre todo, un ejercicio lúdico que provoca permanentemente la hilaridad del público a través de una crítica incisiva, hiriente, a la ineficacia de un aparato burocrático que se vuelve verdaderamente cómico.

Rafael Pimentel interpreta al Subdirector general de Bellas Artes; Pilar Boliver a una secretaria de esas que casi nacieron con la institución y que a lo largo de muchos años de ver pasar un funcionario tras otro también van teniendo sus pequeños espacios de poder y sus negocitos; Rodolfo Guerrero caracteriza al creador todo poderoso que a través de amenazas y periodicazos logra beneficios del presupuesto cultural; y Gabriela Péreznegrete a una joven recién integrada al área de difusión que pronto formará parte de los vicios burocráticos y otros menesteres.

Un reconocimiento a Juan Meliá, Coordinador Nacional de Teatro del INBA, quien, a pesar de la crítica que esta obra hace a los usos y costumbres del área a su cargo, permitió su montaje y presentación en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque. Las funciones se realizan jueves y viernes a las 20:00, sábados a las  19:00 y domingos a las 18:00 horas.

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