Centro de la Imagen, las fotos de Vera Mercer

jueves, 14 de julio de 2011 · 18:30
MÉXICO, D.F. (apro).- Naturaleza muerta es el nombre de la exposición de la fotógrafa alemana Vera Mercer (1936), nacionalizada suiza a partir de su casamiento con Daniel Spoerri, en 1958. La pareja se va a París, donde forma parte de una vanguardia artística que se conoce como “Nuevos realistas”. En París realiza una serie de retratos de artistas como Marcel Duchamp, Niki de Saint-Phalle, Jean Tinguelly, Robert Filliou y Daniel Spoerri, dándose a conocer y labrando su propia carrera. Realiza varios viajes donde tiene la oportunidad de fotografiar también a Andy Warhol, Samuel Beckett, Norman Mailer, Ionesco, Rauchemberg, entre otros. El interés y la pasión que tiene la fotógrafa por la comida la llevan a realizar fotografías en torno a este tema. En 1960, empieza a captar imágenes en el antiguo mercado Les Halles, justo antes de que fuera demolido. Su trabajo naturalista logra evocar una sensualidad particular y sugestiva, las imágenes son diversas y representan una sorprendente documentación de los diferentes materiales del mercado como: delantales manchados de sangre, reses, cabezas de buey, entre otras. Su lenguaje se torna consistente, su iconografía es sumamente extravagante, generalmente sus imágenes han sido tomadas de manera frontal logrando composiciones complejas y barrocas. Su mirada es aguda y capta de manera especial un equilibrio tenso que, junto con la luz que producen las velas, transforman los objetos, consiguiendo una plasticidad pictórica y contemporánea. Existe, asimismo, un diálogo visual con la historia de la pintura, donde se pueden advertir referentes de ciertos cuadros clásicos. La espacialidad que tienen sus fotografías, aunada a la fuerza del color, hacen de sus imágenes (que en un principio fueron trabajadas en su cuarto oscuro y siguen modificándose con la nueva tecnología digital) composiciones vertiginosas donde la figura y fondo conforman un solo espacio. La fotógrafa ha construido un universo complejo basto y personal, el trato que da a sus elementos compositivos resultan arriesgados y propositivos, y que en cada imagen se acerca a diferentes significados. Su obra está llena de vitalidad. Cada detalle está cuidadosamente trabajado, su particular meticulosidad le otorga una sensualidad exquisita a cada toma. Vale la pena acercarse a visitar esta muestra que permanecerá abierta al público hasta el 9 de agosto en el Centro de la Imagen, ubicado en la Plaza de la Ciudadela No. 2, Centro Histórico (METRO Balderas)

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