Crea el INBA centro para observar las políticas culturales

martes, 31 de enero de 2012 · 13:08
MÉXICO, D.F. (apro).- Mediante un convenio de colaboración, firmado el pasado 27 de enero, el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) crearon el Centro de Investigación para el Desarrollo Cultural y la Educación Artística (CIDCEA), con sede en la ciudad de Aguascalientes. Así lo informó el propio INBA e indicó que esta instancia “de investigación aplicada”, tiene por objetivo “observar políticas públicas y prácticas sociales exitosas en materia de desarrollo cultural y educación artística”. Ello servirá, explicó, para “tomar decisiones informadas, pertinentes y responsables en un contexto social cambiante; elaborar políticas públicas y programas específicos innovadores y eficaces, y situar al INBA como una institución proyectada hacia el futuro y cuyas definiciones estratégicas y acciones institucionales responden a los desafíos del siglo XXI”. Asimismo, detalló que la operación de dicho recinto estará a cargo de las dos instituciones: Tiene un coordinador general responsable de la administración, de los procesos de investigación y de sus resultados. Habrá dos técnicos un informático y estadístico responsable de diseñar la página web y de los procesos de información y comunicación electrónica. El otro será un enlace con los estados. Se han designado además cinco responsables de investigación por cada región: noroeste, noreste, centro, centro-occidente y sur, quienes levantarán dados de construcción de procesos de investigación de las diferentes regiones y de manera nacional. Tendrán comunicación a distancia en forma permanente entre sí y con la coordinación general. Cada uno de los cinco, destaca el INBA, cuenta con una “solida formación y prestigio académicos” y una “vasta experiencia como funcionarios del sector cultural”. El centro organizará encuentros, coloquios, congresos, cursos de actualización, capacitación y difusión, dirigidos a funcionarios, gestores, promotores de la cultura, estudiantes, maestros y público en general, así como actividades que “contribuyan al conocimiento y difusión de reflexiones y prácticas exitosas en materia de políticas culturales, economía de la cultura y educación artística”. Quizá algunos especialistas que han señalado, hace tiempo ya, la necesidad de instituciones para formar profesionistas en el campo de la política y la promoción cultural, así como de espacios para reflexionar sobre estos temas, saluden esta iniciativa. Pues se ha dicho que para crear una política cultural se requieren de una instancia que caracterice al sector y aporte los datos duros que permitan al Estado saber donde aplicar qué políticas o programas culturales, cuáles son las necesidades de los creadores y de la población. Pero hay quienes esperarían que la observación del éxito o fracaso de las políticas públicas viniera de un organismo externo a las instituciones responsables de su aplicación, pues cómo, con qué criterios o mecanismos de autocrítica puede autoevaluarse una institución. De hecho uno de los señalamientos más constantes que se les hacen a las instancias como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el INBA o el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es la toma de decisiones al margen de la comunidad o de la ciudadanía y la opacidad en la aplicación de los recursos públicos. Se ha esperado asimismo que la instancia que aporte los datos sobre la cultura y caracterice al sector sea el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI), el cual ya celebró un convenio con el Conaculta para operar la llamada Cuenta Satélite de Cultura, cuya definición es la de “un sistema para evaluar las dimensiones económicas de la cultura”. En cambio, hay quienes no ven con buenos ojos la cada vez mayor cercanía entre cultura y economía, y el alejamiento con el sector cultural, quizá pongan en cuestionamiento este nuevo centro, a cuya ceremonia de creación asistieron la directora general del INBA, Teresa Vicencio; Sergio López Ayllón, del CIDE; el gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano De la Torre; y José Enrique Villa Rivera, director del CONACYT, como testigo de honor. El tiempo y sus primeros resultados hablarán de su pertinencia.

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