Ejército y Marina cobijan a El Coss

sábado, 4 de febrero de 2012 · 19:56
Fracturado a partir de la caída de Ezequiel Cárdenas Guillén el 5 de noviembre de 2010 y las subsecuentes ejecuciones de sus seguidores, el cártel del Golfo se dividió en dos fracciones: la de Los Rojos, fieles a la familia Cárdenas, y la de Los Metros, controlados por José Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, quien hoy se erige como el principal jefe de esa organización criminal. Buscado por la justicia de Estados Unidos, apodado El Judas por sus rivales, es uno de esos sigilosos capos que saben escabullirse a toda clase de fuerzas de seguridad… bajo el presunto cobijo de la Marina y el Ejército MÉXICO, D.F. (Proceso).- Sigiloso, Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, ha logrado mantenerse lejos de la “guerra al narcotráfico” de Felipe Calderón y, asentado en Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos, ve cómo se derrumba el clan de los Cárdenas Guillén. Traiciones y batallas internas acendradas durante el año pasado en el cártel del Golfo (CDG) le han dejado poco a poco el control del grupo que ahora mantiene una alianza con Joaquín El Chapo Guzmán, del cártel de Sinaloa. Informes de inteligencia de México aportados a este semanario por una fuente a la que se le otorga el beneficio del anonimato por razones de seguridad, y el reporte de la firma estadunidense Stratfor publicado apenas el martes 24 de enero, dan cuenta del fortalecimiento de Costilla Sánchez en su papel de líder del CDG como resultado de la embestida del gobierno de Calderón contra los Cárdenas Guillén. Pero advierten que la disputa no ha terminado. Sus antiguos aliados acusan a El Coss de traición y de haber entregado a la Marina y al Ejército a los principales miembros y colaboradores de la familia que convirtió al cártel del Golfo en una de las principales organizaciones delictivas del país; logro en el que tuvo un papel crucial la incorporación como brazo armado de desertores de élite del Ejército que dieron vida a Los Zetas. (Extracto del reportaje principal que se publica esta semana en la revista Proceso 1840, ya en circulación)

Comentarios