El MUAC: evaluación y reestructuración (y II)

lunes, 26 de marzo de 2012 · 21:11
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La contratación de quien fue durante año y medio conservadora jefe del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León en España (MUSAC), María Inés Rodríguez (Colombia, 1968), exige una evaluación de los valores artísticos y universitarios que promueve el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM). Vinculada profesionalmente con curadores y artistas mexicanos que están relacionados tanto con el mercado ferial como con el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la presencia de Rodríguez comprueba la desafortunada homogeneidad que existe entre los modelos de difusión del INBA y de la UNAM. En 2008, su proyecto Sueño de casa propia formó parte de las actividades paralelas de la Feria Mexicana de Arte Contemporáneo Femaco y, con dos artistas pertenecientes al establo de la Galería OMR –Aldo Chaparro y Torolab–, se presentó en la Casa del Lago de la UNAM. En junio de 2010, bajo el título de Modelos para armar, la colombiana co-curó en el MUSAC una muestra de arte contemporáneo latinoamericano en la que únicamente participaron creadores mexicanos, pertenecientes al establo de galerías asiduas a las ferias más caras y prestigiadas del comercio global: Carlos Amorales, Dr. Lakra y Damián Ortega, de la Kurimanzutto; Iñaki Bonillas y Julieta Aranda, de la OMR; Erick Beltrán, Teresa Margolles y Pedro Reyes, de la Labor; Melanie Smith y Margolles, de Peter Kilchman. ¿Cuál debe ser la vocación de un recinto universitario que es patrocinado por los ciudadanos: comprometerse con el poder artístico internacional, repitiendo y fortaleciendo sus valores, o, por el contrario, servir a su sociedad, arriesgándose a difundir, legitimar e internacionalizar conocimientos, pensamientos y alternativas visuales propias? La relación del MUAC con el mercado artístico deriva también en la pertinencia de transparentar su programa de adquisiciones. Con base en una entrevista que otorgó su directora Graciela De la Torre Pérez al diario Reforma en 2011, se adquirieron 29 piezas. ¿Dónde se compraron, a qué precio, quiénes son los creadores y cuál es el beneficio social de la compra? El uso de las instalaciones también requiere de algunas explicaciones, ya que en el MUAC se encuentra la oficina del Instituto de Liderazgo en Museos (ILM). Creado por De la Torre en 2009, éste ofrece, en colaboración con el Getty Leadership Institute de Estados Unidos y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), un curso anual de dos semanas que, impartido en las instalaciones de posgrado de esta institución en 2012, tendrá un costo de 44 mil pesos. ¿Es pertinente que la UNAM asesore este proyecto? Y, por último, dos circunstancias que son tan sorpresivas como indignantes: el horario y las tarifas del museo. Cerrado dos días a la semana y con un costo de entrada de 40 pesos y 20 con descuento, el museo no tiene un solo día de entrada gratuita. Los miércoles y domingos, la entrada, hasta para los estudiantes, es de 20 pesos. ¿Asumirá la doctora Teresa Uriarte el reto de evaluar la identidad y gestión del MUAC? La UNAM se lo merece.

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