Presenta Peña plan contra inseguridad en Juárez pero ignora a víctimas de violencia

domingo, 1 de abril de 2012 · 21:24
CIUDAD JUÁREZ, Chih. (apro).- Enrique Peña Nieto vino a esta ciudad para dar a conocer su estrategia en contra del crimen organizado y la fórmula para abatir la inseguridad, sin embargo, evitó en todo momento entrevistarse con las víctimas de la violencia, la cual ha causado la desaparición de cientos de mujeres y jóvenes. A las 4:30 de la tarde el candidato presidencial del PRI arribó a una plaza colmada por aproximadamente 4 mil “simpatizantes” quienes desde las 2:00 de la tarde lo esperaban de manera obligada, pues muchos de ellos eran empleados del ayuntamiento y el gobierno estatal y hasta se les pasó lista de asistencia. Enclavada en la zona norponiente y en territorio del cártel de Juárez, el candidato del PRI arribó a la plaza con un fuerte dispositivo de seguridad y recorriendo el lugar con unas vallas de dos metros de ancho que impedían cualquier acercamiento de sus “simpatizantes”, quienes se conformaron con mirar de lejos a su esposa La Gaviota, la actriz Angélica Rivera. Mientras el jefe de Seguridad Pública de esta ciudad –considerada por Estados Unidos como la más violenta del mundo– anunció una redistritación de la Policía local para abatir el crimen organizado que incluye renovar a todo el personal operativo y administrativo así como la entrega de camionetas nuevas y armamento más sofisticado, el exgobernador mexiquense presentó como proyecto clave la creación de una academia policiaca para acabar con el crimen organizado. “Lo que lastima aquí en Ciudad Juárez y en otras ciudades del país es este clima de violencia que ha llenado de dolor, tristeza y ha enlutado los hogares. Mi compromiso eficaz para el combate a la inseguridad y generar la paz es la construcción de academias regionales y equipar mejor a las policías”, detalló. Peña Nieto, quien por la mañana tuvo un evento con diversas comunidades indígenas como los tarahumaras y rarámuris en el municipio de Guachochi –lugar donde un día antes aparecieron ejecutados dos jóvenes–, abrió su discurso con un reclamo contra la inseguridad. “Una opción para devolverles paz, tranquilidad y algo que se ha perdido en todo el país, y aquí lo sienten en el fondo, es darles libertad: se busca dejar atrás la oscuridad y que esta campaña encienda la luz de la esperanza. Queremos crear las academias regionales para combatir al crimen organizado que actúa con más armamento, con mayor sofisticación y con más violencia”. El candidato llamó a realizar un frente nacional contra la violencia para lo cual pidió que participen todos los órdenes de gobierno “porque esto es tarea del Estado y no se vale que un gobierno se cuelgue la medalla”. Mientras Peña Nieto hablaba de cómo combatir al crimen organizado y la inseguridad, José Luis Castillo, padre de Esmeralda Castillo –desaparecida en mayo de 2009– e integrante del Comité de Madres y Familiares de Niñas y Mujeres Desaparecidas, intentaba llegar hasta él para entregarle una carta en la que le hace la petición de “ordenar la búsqueda y localización de nuestras hijas y jovencitas desaparecidas”. En entrevista con Apro, el padre de la menor dijo que personal del gobernador priista, César Duarte, e integrantes de la comitiva del abanderado presidencial le impidieron acercarse a Peña Nieto e incluso le recomendaron que no siguiera haciendo activismo porque por gente como él “nadie quiere invertir en Juárez”. José Luis Castillo dijo que dejarán de hacer activismo cuando ya no desaparezca ninguna niña en la ciudad, “nosotros estamos sufriendo algo indeseable”, afirmó, y recordó que más de una persona le ha preguntado si no tiene miedo de que lo maten y su respuesta ha sido: “¿qué miedo voy a tener si ya estoy muerto en vida por la desaparición de mi hija?”. El Comité de Madres y Familias de Niñas y Mujeres Desaparecidas tiene en su haber la búsqueda de por lo menos 150 jovencitas que desde el 2009 fueron vistas por última vez por sus familiares. Seguridad contra inseguridad En esta ciudad donde Peña Nieto prometió que abatirá la violencia con la creación de academias policiacas, la semana pasada el crimen organizado asesinó a cinco policías y dos jóvenes, mientras que el último día del mes, a unos cuantos metros de donde se celebró el evento del priista, apareció un joven ejecutado. Julián Leyzaola, jefe de la Policía Municipal, que llegó al cargo a petición de Héctor Murguía Lardizábal, alcalde por segunda ocasión de esta frontera, proviene del área de seguridad de Tijuana, Baja California, de la cual se ha ufanado de bajar los niveles de violencia. En Juárez es vox populi que la ciudad está partida en dos: la norponiente, dominada por el cártel de Juárez y el grupo de sicarios de La Línea, y la suroriente, liderada por el cártel de Sinaloa y que cuenta con el apoyo de una organización de sicarios llamada Gente Nueva. Cada una de esas zonas cuenta con tres distritos policiacos para abatir al crimen organizado. Leyzaola empezó la renovación de todo el personal justo en la zona norte, razón por la cual el cártel de Juárez ha sido el más afectado en su estrategia contra el crimen organizado. El candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, pretendió emular al mando policiaco en su estrategia a través de la creación de academias por regiones, sin embargo, no estableció la forma en que los cuerpos policiacos podrán abatir al crimen organizado que azota a esta frontera, lo cual se ve reflejado con la venta constante de casas y la soledad de sus calles. Durante su evento proselitista, el exgobernador mexiquense estuvo acompañado no sólo del gobernador del estado sino también del presidente municipal Héctor Murguía, sobre quien pesa la sospecha de haber apoyado a diferentes grupos del narcotráfico durante su pasada gestión al frente de la ciudad. De hecho, su jefe de seguridad en aquel tiempo fue detenido y procesado en Estados Unidos por pertenecer al crimen organizado. A pesar de que el tema de la inseguridad es lo que más preocupa a los juarenses y que con él abrió su discurso el aspirante priista, los asistentes al acto no mostraron mayor interés y a la mitad del mismo emprendieron la retirada dejando por lo menos un 10% de la plaza vacía al término del evento. Peña Nieto no quiso permanecer más tiempo de lo necesario en Chihuahua, incluso canceló la participación del gobernador César Duarte para que el evento fuera más ágil y durara menos. Los aproximadamente 4 mil asistentes no mostraron un interés manifiesto en el candidato priista, sin embargo, la presentación de La Gaviota generó más aplausos. Los únicos que aplaudieron en el mitin fueron algunos pequeños empresarios que se encontraban en las primeras filas, sobre todo cuando el abanderado priista firmó sus ya conocidos compromisos ante notario. Para esta ciudad, además de las academias de policía, ofreció que implementará la exención y dará un trato especial dentro del régimen fiscal. Dicho anuncio fue el único que generó entusiasmo entre algunos asistentes. En el desangelado evento, Peña Nieto aprovechó para responder a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien por la mañana criticó sus compromisos de campaña y lo acusó de haber gobernado una entidad –El Estado de México– con alta incidencia de feminicidios y menor competitividad. “Nuestros opositores hacen campaña de señalamientos, campaña de descalificaciones y hoy les decimos que por cada señalamiento a sus descalificaciones, que sólo lo hacen en su desesperación, habrá una propuesta”, expresó. Como ya se está haciendo común, Peña Nieto está improvisando en los eventos haciendo a un lado el telepromter. En esta ocasión sorprendió cuando dijo: “No podemos caer en este juego de la política de llenar el espacio de una plaza y cuando se llega al gobierno se olvida o se pierde el compromiso”. Y luego, por primera vez, se refirió a la confianza sobre su triunfo. “Es importante el espíritu de lucha y debe llevarnos a no confiarnos en el triunfo, va a ser una campaña corta. No más propósitos sino realidades y hechos”, afirmó. Luego, preguntó a los asistentes que le contestaran “desde el fondo de su corazón: ¿Quieren el cambio para México?” y luego se escuchó un débil “¡Sí!”. “¿Se puede conseguir?” Y todos le siguieron “¡Sí se puede!”. Peña Nieto intentó arengar a sus seguidores con un “sí se puede”, “sí se puede”, “sí se puede”, pero no obtuvo respuesta y concluyó: construyamos todos el cambio de México. Para ese momento ya eran los 5 de la tarde y la gente había empezado su retirada.

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