MÉXICO, D.F. (apro).- El candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, evadió deslindar a su partido de posibles vínculos con el crimen organizado; y dijo que con un liderazgo fuerte será posible alcanzar acuerdos con las distintas fuerzas políticas. Al participar en la asamblea número 80 del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, el candidato priista delineó sus acciones de gobierno en caso de llegar a la Presidencia de la República, y en especial dijo que impulsará las reformas energética, laboral y hacendaria. En la ronda de preguntas, el moderador Carlos Elizondo, en nombre de los banqueros, le preguntó al candidato su opinión sobre los rumores que existen acerca de un posible pacto entre el PRI y el crimen organizado para gobernar sin sobresaltos, el priista no lo negó; evadió la pregunta: “Este señalamiento es parte de lo que han venido diciendo los adversarios y ante cada acusación nosotros hemos decidido que haremos una propuesta”. Carlos Elizondo le dijo al priista que los planteamientos que hizo son generalidades, por lo que ellos querían saber detalles de las reformas que propondría. Peña Nieto respondió: “Les hablaré de la reforma energética para no abordarlas todas. No se requiere mucha ciencia en esto y una de las cosas de cómo hacerlo está en la empresa Petrobras, de Brasil.” De esta manera, según él, detallo en qué consistiría su reforma energética, lo que pareció no dejar satisfechos a los banqueros. Otro de los cuestionamientos que recibió fue que, si como marcan las encuestas, el PRI no sólo ganaría la Presidencia de la República, sino también mayoría en el congreso, qué contrapesos establecería. Peña Nieto dijo: “No deberá preocuparnos el que una fuerza política tenga mayoría, al contrario, sería de mayor facilidad para impulsar las reformas pero también debo aclarar que también se pueden lograr mediante consenso.” El priista aseguró que si gana la Presidencia su forma de gobernar “no será desde una óptica de imposición; con mayoría y sin ella es posible buscar a través de un liderazgo efectivo y a partir de las coincidencias, los acuerdos necesarios”. No caben verdades absolutas para nadie, dijo Peña Nieto; y sostuvo que todos los acuerdos deben darse a partir de coincidencias, respeto a los adversarios y a la diversidad de expresiones. “Quien gane la Presidencia –sostuvo-- debe construir un gobierno para todos.” El candidato del PRI también fue cuestionado sobre la estrategia que implementaría para abatir la inseguridad. Peña Nieto repitió lo que ha hecho a lo largo de este mes y medio de campaña: “Es tarea ineludible del Estado combatir al crimen organizado y dar seguridad a los mexicano; es una tarea ineludible insustituible e irrenunciable lo único que esta a debate es la forma.” Reconoció el trabajo que ha realizado la actual administración que encabeza Felipe Calderón, pero aclaró que también ha habido fallas. “Hoy el objetivo es reducir la violencia y lograrlo debe ser a través de los tres niveles de gobierno, algo que hoy no se ha mantenido, pues han tenido poca o casi nula participación de los estados porque no se les convocó y, más bien, se dejó a que cada orden de gobierno resolviera los problemas de inseguridad.” La estrategia seguida ha sido unilateral, dijo Peña Nieto, quien anunció que en caso de ganar la Presidencia aumentará de 36 mil a 50 mil elementos de la Policía Federal y creará una fuerza del Estado en la que participarán militares y elementos de la armada. A lo que se refirió sin llamarlo por su nombre fue a la creación de una gendarmería nacional que dio a conocer durante el foro de Seguridad, por una propuesta del general en retiro Tomás Ángeles Dawahare, detenido por presuntos vínculos con el narcotráfico.