MONTERREY (apro).- El párroco José Guadalupe Olivares, de la iglesia Inmaculado Corazón de María, negó el perdón a Gonzalo Margarito Domínguez Gallegos, un delincuente que el pasado 11 de junio robó 6 mil pesos en limosnas y provocó destrozos en la sacristía. En el Juzgado Cuarto Penal el sacerdote aclaró que le otorgó el “perdón espiritual” al ladrón conocido como El Chucky, de 21 años, mas no el “perdón legal”, por lo que tendrá que responder ante las autoridades por el delito que cometió. “Desde ese día del robo, al hacerse el acto de desagravio se le perdonó espiritualmente, pero la pena la tiene que pagar y también el pago de la reparación de todos los daños. Deseando agregar que no es un perdón legal, ya que eso le corresponde a la autoridad”, declaró el religioso ante el juzgador, según reportó la prensa local. Aunque la autoridad valuó lo destrozos en 27 mil pesos, el sacerdote se inconformó, pues dijo que los daños ocasionados en el interior del inmueble fueron mayores. En los hechos, ocurridos de madrugada del 11 de junio, El Chucky se introdujo en la Iglesia ubicada en las calles Arista y Sánchez Azcona, de la colonia Vidriera, al norte de esta ciudad, y provocó destrozos en las urnas para saquear la colecta del diezmo dominical, contenida en varias urnas que fueron violadas. Además, destrozó el equipo de monitoreo que lo grabó mientras cometía el hurto. Aunque la cámara fue destrozada, su imagen quedó registrada en un sistema de grabación que sirvió para detener al delincuente. Después del arresto, la defensa solicitó la comparecencia del sacerdote Olivares para pedirle perdón por los daños ocasionados a la parroquia, lo que le otorgaría la libertad. El perdón fue negado y el delincuente seguirá bajo proceso por robo calificado y daño en propiedad ajena.