MÉXICO, D.F. (apro).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que en 2012 la economía mexicana se expandirá 3.9%, nivel superior al crecimiento de los países desarrollados y de la economía brasileña. De acuerdo con el informe trimestral Perspectivas de la Economía Mundial, elaborado por el organismo internacional, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional será mayor al de Brasil (2.5%), Estados Unidos (2%), Alemania (1%), Francia (0.3%), Japón (2.4%) y Reino Unido (0.2%). Además, advirtió que en los tres últimos meses la recuperación mundial –que ya de por sí no era sólida– dio algunos indicios de debilitarse aún más. “Las tensiones en los mercados financieros y en las entidades soberanas de la periferia de la zona del euro se recrudecieron, aproximándose a los niveles de fines de 2011. En una serie de grandes economías de mercados emergentes, el crecimiento ha sido inferior al previsto”, explicó el FMI. Y México no está exento de los riesgos económicos internacionales. Al respecto, el organismo dirigido por Christine Lagarde advirtió que en las economías de mercados emergentes, como nuestro país, las autoridades deben mantenerse preparadas para enfrentar una declinación del comercio exterior y una fuerte volatilidad de los flujos de capital. En los últimos meses, la moneda nacional se devaluó ante el dólar hasta llegar a más de 14 pesos por unidad. Y no sólo eso, la incertidumbre financiera también pegó en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que ha registrado constante bajas en el Índice de Precios y Cotizaciones, aunque a partir de este mes tanto el peso como la BMV se recuperaron. Los focos rojos siguen apuntando a la zona del euro. Según el documento del FMI, la periferia ha sido el epicentro de una renovada escalada de las tensiones en los mercados financieros. Señaló que los principales factores son el recrudecimiento de la incertidumbre política y financiera en Grecia, los problemas del sector bancario en España y dudas en torno de la capacidad de los gobiernos para cumplir con la reforma y el ajuste fiscal, además de la voluntad de los países socios --como Alemania-- de prestar ayuda. Lo anterior provocó salidas de capital, una nueva escalada de los rendimientos de los títulos soberanos, círculos viciosos entre las tensiones de las entidades soberanas y problemas de financiamiento en el sector bancario, así como mayor desapalancamiento bancario y contracción del crédito al sector privado. En Estados Unidos (principal socio comercial de México) la situación no es muy prometedora. El análisis señaló que el vecino país del norte debe evitar el “precipicio fiscal”, incrementar sin demora el tope de la deuda y elaborar un plan fiscal a mediano plazo. En tanto, en los principales motores de la economía mundial, es decir los países emergentes, el crecimiento también ha perdido ímpetu. Es el caso de Brasil, China e India (con pronósticos de crecimiento para este año de 2.5%, 8% y 6.1%, respectivamente). El FMI aclaró que en estas naciones el debilitamiento económico se debe a la situación externa, a la desaceleración “drástica” de la demanda interna ante las limitaciones de la capacidad y al endurecimiento de las políticas a lo largo del último año. También se han visto golpeadas por una mayor aversión al riesgo entre los inversionistas y por la aparente incertidumbre del crecimiento, que se tradujo no sólo en descensos de los precios de las acciones, sino también en salidas de capitales y depreciaciones de las monedas. En este escenario, el organismo internacional prevé un crecimiento de 3.5% de la economía mundial para lo que resta del año, mientras que para 2013 el pronóstico se eleva a 3.9%. Sin embargo, el FMI advirtió que estas proyecciones se basan en dos supuestos “importantes”: que se desplegarán suficientes medidas de política para permitir que poco a poco encuentren alivio las condiciones financieras en la periferia de la zona del euro, y que la reciente distensión de las políticas en las economías de mercados emergentes hará sentir sus efectos.