MÉXICO, D.F. (apro).- El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) sostuvo que pese a los avances en materia macroeconómica, que permitieron la generación de casi tres millones de empleos formales en los últimos seis años, el sexenio de Felipe Calderón cerrará con un déficit de más de dos millones y medio de fuentes de trabajo. Al dar su mensaje semanal, el presidente del organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, aseguró que los obstáculos que más limitan el crecimiento de México siguen sin solucionarse. Es el caso del empleo, dijo, pues durante el gobierno de Calderón “se habrán creado poco más de dos millones 280 mil trabajos formales, pero considerando que se necesitan 800 mil anuales, cerraremos con un déficit superior a dos millones y medio”. Ante ese faltante de empleos, añadió, la informalidad se ha expandido. Y según el último dato del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre ocupación y empleo –apuntó–, en México existen 14.2 millones laborando en ese sector en condiciones precarias, sin seguridad social, salarios fijos, ni prestaciones laborales. A ello se suman 2.5 millones en el desempleo y más de 4 millones en la subocupación, es decir aquellas personas que declararon tener la necesidad de trabajar horas extras ante los deficientes salarios que perciben. No obstante, el organismo empresarial reconoció este lunes “las fortalezas macroeconómicas” del país al señalar que “el logró más patente de la actual administración es la consolidación de la estabilidad macro, con finanzas públicas sanas”. La inflación, explicó, es la más baja en siete sexenios, además de que cerrará en 4.3% como promedio anual y menos de 29% de forma agregada. Fue más allá al señalar que “el curso de los últimos 12 años de gobierno se rompió con una caída en el poder adquisitivo del salario mínimo de casi 75% entre 1977 y 2000. El estimado para el sexenio es de 2% en promedio anual y de 4% para 2012”, añadió. “Es el más bajo desde el periodo de Miguel de la Madrid, con el atenuante de la crisis de 2009, que a diferencia de las anteriores fue completamente de carácter externo”, insistió. Gutiérrez Candiani también elogió “un esfuerzo sin precedentes en años recientes en infraestructura, ya que somos uno de los países emergentes que más han avanzado en materia de simplificación y desregulación", dijo. Y, una vez más, insistió en la aprobación de las reformas estructurales en materia de competencia económica, hacendaria, seguridad y energética. Opinó que los cambios de 2008 en el régimen de Pemex “fueron de poca profundidad, y la política fiscal implementada en 2007, aunque ha aumentado la recaudación, está muy lejos de lo necesario de una reforma hacendaria de fondo e incrementó la carga administrativa para los contribuyentes”. Sin dejar de hacer un reconocimiento a los logros sexenales, el líder empresarial llamó la atención en materia de seguridad. Ahí el expediente está abierto y es claro que se requieren soluciones y resultados más contundentes que se reflejen en la disminución sustancial de la violencia, la incidencia delictiva y la impunidad, apuntó. Añadió: “No se trata de pactar con los criminales o de aflojar la tolerancia, pero sí de ajustar la estrategia donde sea necesario, para darle mayor eficacia y viabilidad, recuperando el apoyo y ganando legitimidad en la población”.