CHARLOTTE, Carolina del Norte (apro).- Michel Obama, la primera dama de Estados Unidos, apeló a la sensibilidad de los electores estadunidenses para reelegir a su esposo, Barack Obama, y culminar con los avances económicos que se han logrado luego de ocho años de presidencia republicana, la que –dijo– generó la debacle económica en el país. “Al final de día, cuando se llega el momento de tomar una decisión, como presidente lo que debes hacer es dejarte guiar por tu visión, por tus valores y por las experiencias de vida que te han forjado. Por eso, cuando se requiere reconstruir a la economía, Barack piensa en personas como yo, como mi padre y mi abuela, él piensa en el orgullo que deja un duro día de trabajo”, declaró la primera dama en el primer día de sesiones de la Convención Nacional del Partido Demócrata. Durante la inauguración, realizada en la arena Time Warner de esta ciudad, Michel Obama y figuras políticas importantes del partido Demócrata desfilaron uno a uno para pedir la reelección de Barack Obama y de Joe Biden como presidente y vicepresidente de Estados Unidos. La esposa del Ejecutivo, oradora estelar de la primera sesión de la Convención de los demócratas, aprovechó el mensaje a sus correligionarios políticos para hablarle a todos los estadunidenses y pedirles una oportunidad más. Es necesario que a Obama lo dejan terminar la obra que inició hace cuatro años, para que todos los afectados por la crisis económica, por los recortes de los programas sociales forjados por los republicanos, sientan que no están solos y que con su voto a favor de los demócratas podrán cambiar una vez mas el rostro de Estados Unidos, enfatizó. “Una vez más, todos unidos respaldemos al hombre en quien podemos confiar para hacer avanzar a este gran país: mi esposo, nuestro presidente, el presidente Barack Obama”, puntualizó la primera dama, quien provocó el entusiasmo y los aplausos de los asistentes. Ante un público emocionado y los más de 6 mil delegados demócratas, la fiesta político-electoral de Obama y Biden se tornó en una sesión para convencer a los electores de las minorías étnicas y de todos aquellos que se sienten defraudados por el presidente. “Hace cuatro años Estados Unidos estuvo al borde una depresión económica, pese a las increíbles circunstancias y la unión de la oposición republicana. Nuestro presidente tomó cartas en el asunto y ahora somos testigos de la creación de 4.5 millones de nuevos empleos”, declaró Julián Castro, el joven alcalde de la ciudad de San Antonio, Texas, uno de los oradores estelares de la primera jornada de la Convención Demócrata. Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Senadores, habló de la necesidad de reelegir a Obama, a quien calificó como un estadista con carácter, y quien para solucionar los problemas económicos del país, dijo, no se tentará el corazón para tomar acciones decisivas en contra de los intereses creados, como las grandes firmas financieras en Wall Street. “El gran objetivo de los republicanos es garantizar que Obama sea un presidente de un solo periodo”, declaró Reid, senador por el estado de Nevada. “A los republicanos no les interesa que haya varios millones de desempleados en el país, y esa es la diferencia entre el presidente Obama y su candidato (republicano) Mitt Romney”, puntualizó. La arena Time Warner de Charlotte se convirtió en la plataforma de críticas a los republicanos y a sus candidatos, Romney y Paul Rayn, este último aspirante a la vicepresidencia. Los demócratas calificaron a la dupla republicana como políticos de ultra derecha, interesados únicamente en el bienestar de las grandes corporaciones y de los ricos. Romney, dijeron los demócratas que subieron al estrado, quiere acabar con los avances económicos de la clase media, de las empresas que se han levantado de la recesión económica causada por George W. Bush. En su primera jornada, la Convención Demócrata fue también el crisol racial que dio cabida a hispanos, asiáticos y afroamericanos, un bloque electoral clave para que Obama llegara la Casa Blanca. Tanto la primera dama como varios de los oradores hablaron de la importancia que tiene para el Partido Demócrata el contar con el voto de los hispanos, de las mujeres, de los afroamericanos y de los anglosajones desplazados de los avances económicos que los republicanos quieren en exclusividad para los ricos. En particular, la Convención Demócrata le ha dado un lugar predominante a los representantes de la comunidad hispana y a la mujer, de ahí que Michel Obama fuera la estrella más importante en la apertura del evento político. “Todos entendemos que la libertad no se da de forma gratuita. Lo que no entienden ni Romney ni Ryan es que esto no es una oportunidad, que para lograrlo tenemos que invertir en ello”, subrayó Castro, quien sin duda fue elegido para hablar en el horario estelar del primero de los cuatro días de la Convención, para señalar indirectamente que Obama tomó en cuenta al voto hispano. Pese a la lluvia que azotó a la ciudad de Charlotte, en los alrededores del Centro de Convenciones de la arena Time Warner, así como en el estado Bank of America, había un ambiente de fiesta, y aún con los miles de policías que hacen el perímetro de seguridad, la gente se veía más relajada y con mayor libertad para caminar y expresarse, en contraste con lo que ocurrió la semana pasada durante la Convención Republicana de Tampa, Florida. Pero no todo fue fiesta en el entorno de la fiesta política de los demócratas, ya que a unas cinco cuadras de la arena Time Warner y fuera del perímetro de seguridad, un grupo de inmigrantes indocumentados protestó por la “traición” del presidente estadunidense. Algunos de los manifestantes, alrededor de 40 jóvenes, se vieron beneficiados por la decisión política de Obama de ofrecerles un permiso de trabajo por dos años y la oportunidad de seguir con sus estudios profesionales, siempre y cuando hayan llegado a la Unión Americana cuando eran menores de 16 años de edad. “Trabajo sí, redadas no”, coreaban los jóvenes. “Queremos trabajo, la migra al carajo”, gritaban los autodenominados “Soñadores”, quienes integran al grupo Sin Papeles, Sin Temor, y dicen estar inconformes por la ambigüedad de las políticas de Obama para con los hispanos. Acompañados por una banda de música popular que tocó “La cumbia de los trabajadores”, los jóvenes se sintieron más unidos cuando de repente Rosario Dawson, actriz de Hollywood de origen puertorriqueno, se unió a su manifestación mostrando una pancarta que decía: “Soy indocumentada”. La policía que vigila la seguridad del evento dejó a los jóvenes que gritaran y se manifestaran, pero cuando les pidieron que se alejaran y no obstruyeran la calle, varios de ellos se sentaron y tuvieron que ser detenidos. El próximo jueves 6 en el estadio Bank of America, sede el equipo de futbol americano Las Panteras de Carolina del Norte, Obama y Biden serán ungidos por los demócratas como sus nominados para reelegirse a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente.