Promoverá Garzón recurso para saber si EU abrió proceso a Assange

miércoles, 5 de septiembre de 2012 · 19:16
MADRID (apro).- El exjuez Baltasar Garzón, coordinador de la defensa de Julian Assange, aseguró estar convencido de que existe un “proceso judicial secreto” en Estados Unidos contra su defendido por la liberación pública de los cables diplomáticos que hizo WikiLeaks. Por tal motivo, dijo, presentará ante el Departamento de Justicia y la Fiscalía de Estados Unidos una petición formal para que ese país se pronuncie si existe o no dicho proceso secreto. “Existe el procedimiento, eso está fuera de toda duda, y nosotros vamos a hacer una petición a las autoridades estadunidenses para que nos digan si existe un procedimiento sobre WikiLeaks que afecta a Julian Assange”, dijo Garzón en un encuentro con corresponsales extranjeros en Madrid. No obstante, consideró que lo más probable es que Estados Unidos no responda a su petición. “Ya le adelanto que no nos van a contestar”, apuntó. De acuerdo con Garzón, no es necesario que exista una imputación formal en Estados Unidos contra Julian Assange en este momento, pero si se toma en cuenta la experiencia (durante 20 años como juez de la Audiencia Nacional), añadió, “esa imputación puede tardar 24 horas o menos en conformarse”. Sostuvo que basta con acumular los elementos (obtenidos) durante meses y “le aseguro que tiene una orden de detención que se puede tardar muy poco tiempo, una hora, dos horas, en fin, depende de la complejidad que se le quiera dar y cuánto es el tiempo oportuno que le quiera dar la autoridad que la emite”. El exjuez español manifestó que se apoyarán “en la propia legislación norteamericana para que nos digan si existe o no el procedimiento y a partir de ahí cuáles son los hechos que se le imputan (a Assange), y que podamos tener un poco de idea de lo que está ocurriendo allí”. Precisó que no critica al sistema judicial EU, sino que el interés radica más bien en conocer si existen imputaciones para que “podamos combatirlo (el procedimiento) y ver si afectan a derechos fundamentales, a la libertad de expresión, para establecer una línea de defensa”. Durante el encuentro, Garzón dijo estar plenamente convencido de la existencia del mencionado proceso secreto en Estados Unidos, a partir de las declaraciones de autoridades y testigos en el caso del soldado norteamericano Bradley Manning, a quien se acusa de la filtración de los cables diplomáticos clasificados a la plataforma digital WikiLeaks. “Sí las hay –prosiguió—, aunque se nieguen en forma sistemática a través de declaraciones de autoridades, de personas que han testificado en el caso Manning, y de todo lo que está llegando a través de la información que escasamente conseguimos obtener del gran jurado secreto del estado de Virginia y las investigaciones”, puntualizó. Incluso recordó que esos elementos fueron expuestos al gobierno de Ecuador, y a partir de esos indicios fue que el país sudamericano tomó la decisión de otorgar el asilo diplomático a Julian Assange en su embajada en Londres. Sobre el proceso diplomático y político que se sigue entre Ecuador, Reino Unido y Suecia, Garzón dijo que es “optimista relativo o pesimista positivo”, porque la situación es muy compleja en los terrenos diplomático, político y jurídico. “Es difícil la situación, es muy compleja, aunque desde el punto de vista de la defensa, el único camino es el cumplimiento del salvoconducto que otorga el asilo otorgado por Ecuador para después proseguir con la discusión jurídica”. Precisó que contrario a lo que se ha dicho sobre Assange, está dispuesto a acudir a Suecia para responder por el supuesto delito de agresión sexual por el que se le investiga, y precisó que ellos han demandado que haya garantías de “que no es el paso previo para una acusación por el caso Wikileaks y una entrega por este caso a Estados Unidos”. Garzón dijo que Julian Assange ha desarrollado un trabajo que “no gusta en Estados Unidos, y hay declaraciones y documentación donde al señor Assange se le cataloga como enemigo de EU, y todos sabemos lo que significa ser catalogado formalmente como enemigo de ese país”, y si se le añaden una serie de enfoques jurídicos impuestos a partir del 2001, agregó, “es demasiado grave la situación”. Explicó que su defendido no tendría que acabar en Guantánamo, pero sí sufrir un grado de incomunicación bastante elevado, como sucede con el soldado Manning, al grado de que éste presentó una demanda que empezó a discutirse el 27 de agosto por torturas y malos tratos. “Implica ser calificado como enemigo de Estados Unidos y sufrir una reducción de derechos que conforman esa calificación (…) Es evidente que se le quiere aplicar la ley de espionaje, una ley de principios del siglo XX, que se desarrolló en la época de la guerra fría, y también el cargo de traición, una serie de cargos que conforman una gravedad muy elevada”. Aunque en el encuentro se habló de fuertes presiones políticas y diplomáticas contra Assange y su entorno, así como la carga diplomática de los países implicados en el caso, Garzón se negó a responder sobre si estas presiones habían aumentado desde que él tomó la defensa. “Las presiones han existido, y en cuanto a si se han recrudecido a partir de que he tomado la defensa, en este momento me reservo la contestación… pero ya contestaré más adelante”, dijo.

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