PUEBLA, Pue. (apro).- Representantes de los sindicatos de Investigadores y de Arquitectos del INAH anunciaron que esta semana concretarán la denuncia penal contra quien resulte responsable por la destrucción y alteraciones que sufrieron los fuertes de Loreto y Guadalupe, escenarios de la Batalla del 5 de Mayo. Felipe Echenique March, secretario general del Sindicato de Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, dijo que las alteraciones más graves se llevaron a cabo en el Fuerte de Guadalupe, al cual le colocaron una techumbre como de “supermercado”. “Lo que era un fuerte, ya no es un fuerte, ahora parece un supermercado, no respetaron los principios más elementales de lo que debe ser una restauración de uno de los monumentos históricos más emblemáticos de México”, declaró. Echenique dijo que la demanda estará dirigida contra quien resulte responsable: “Vamos a ver quién fue el que firmó los proyectos, quién autorizó que se hiciera esto, y si lo que se autorizó fue realmente lo que se hizo”. Los investigadores, restauradores y arquitectos del INAH se reunieron a la entrada del Fuerte de Guadalupe para intentar ingresar al ahora Museo Interactivo 5 de Mayo junto con un grupo de reporteros a los que la Dirección de Comunicación del instituto les ofreció un recorrido guiado. En la reja, el encargado del Museo les impidió el paso. “Entiendan –les dijo–, yo tengo que proteger mi trabajo, no quiero meterme en problemas por dejarlos entrar”. Recientemente, el delegado del INAH-Puebla, José Miguel Rivas Garfías, envió el oficio número 401-A-311-(724-7)-01-0301, con el cual restringe a los propios trabajadores del Instituto el acceso a cualquier inmueble en custodia o resguardo del INAH. “Que se conozca públicamente que nos niegan el acceso en nuestra propia casa ¿A qué le temen?”, reclamaban. “¿Por qué no quieren que entremos? Será porque no quieren que cuestionemos lo que hicieron con nuestro patrimonio histórico”. El recorrido de la prensa por el Fuerte de Guadalupe, ahora techado y convertido en Museo Interactivo, sería encabezado por Sergio Vergara, perito-arquitecto del INAH-Puebla, que participó en los trabajos, sin embargo, de último momento, se les avisó a los reporteros que no tendrían guía. “No quieren enfrentar los cuestionamientos, porque no hay argumentos para esto que hicieron”, dijo uno de los investigadores. “Ahora (en el fuerte) predomina una estructura contemporánea”, señaló Miguel Ángel Castañeda Delgado, representante del Comité Sindical de Arquitectos de la Delegación DII, IA-2. “Con esto que hicieron se pierde la idea de lo que era el elemento que estaba en la memoria de los mexicanos”, agregó. Castañeda Delgado dijo que pese a que supuestamente el INAH autorizó estas modificaciones a los fuertes, lo hicieron de manera irregular porque no se consensuó con los especialistas del área académica. La restauradora de bienes muebles, Elisa Ávila, dijo que lo que predominó en la intervención que hizo a los fuertes el Gobierno de Puebla, con autorización del INAH, fue el afán mercantilista. El delegado del INAH-Puebla, José Miguel Rivas, sostuvo que, contrario a lo que señalan los representantes sindicales, los proyectos para ambos fuertes sí fueron supervisados y avalados por arquitectos y especialistas del Instituto. El perito Sergio Vergara aseguró que los especialistas que ahora protestan se negaron a participar en los proyectos, por una diferencia de criterios.