MÉXICO, D.F. (apro).- A dos semanas del “cochinero” en la elección de presidente del Partido Acción Nacional (PAN) en el Estado de México, Óscar Sánchez, confeso admirador de Hitler, se gesta otro conflicto análogo en el Distrito Federal, por lo que Obdulio Ávila y José Luis Luege piden al CEN posponer el proceso del próximo sábado 8. Luego de que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que encabeza Gustavo Madero negó esa posibilidad a un grupo de militantes y dirigentes, el exsubsecretario de Gobernación, Ávila y Luege, expresidente del PAN en el Distrito Federal, solicitan que se reconsidere el veto a la convocatoria para la elección prevista para el sábado, porque no existen condiciones para que sea democrática. En una carta dirigida a Madero, Ávila y Luege demandan el veto a la convocatoria para la elección en el Distrito Federal, “toda vez que las condiciones políticas en dicha entidad no favorecen la renovación de la dirigencia local en un ambiente verdaderamente democrático y de equidad, por la falta de pluralidad en el Consejo Regional, por el proceso de refrendo que aún no concluye y por los vicios legales en los que se encuentra inmiscuido el proceso”. Y argumentan: “Con el veto y la posposición de la elección de la dirigencia, habrá condiciones que permitan que sea la política la que resuelva la problemática del Distrito Federal a través del diálogo, de la apertura y de los acuerdos entre todos los interesados para cambiar las actuales inercias que tiene la organización, propiciando que se elabore un verdadero proyecto de partido, mas no de grupos, con una dirigencia consensuada, sólida, reconocida y legitimada por todos”. Por ello, en la carta enviada a Madero hace dos semanas, el 23 de noviembre, ambos piden al CEN que “asuma su responsabilidad con sensatez y seriedad” y vete la convocatoria para la sesión del Consejo Regional del PAN, de este sábado 8. Sin embargo, en la sesión del CEN de este lunes no se abordó esta petición y no se sabe si se atenderá antes del sábado, como tampoco se discutió el caso del Estado de México que, el sábado 24 de noviembre eligió a Sánchez como su presidente, en una elección calificada por ambas facciones como un “cochinero”.