MÉXICO, D.F. (apro).- Jack Reacher es adorable. Tiene que ver que Tom Cruise lo hace muy bien (aunque los fanáticos de las novelas en las cuales se basó la cinta no coincidan), pero también la esencia del personaje. Jack Reacher es un investigador entrenado para matar y utiliza su don para matar a los malos. Jack Reacher sabe quién es culpable y quién no, y sobre todo es capaz de saber qué es lo justo. La posición es políticamente incorrecta, pero un personaje de esta naturaleza emociona a todos; cuando las leyes no ayudan a hacer justicia, nuestro inconsciente pide a gritos un hombre que la haga. Así son las cosas. La película (EU-2012) de Christopher McQuarrie comienza con un terrible crimen al aire libre: Un francotirador asesina a un grupo de personas al azar, o al menos eso es lo que parece. La policía encuentra al asesino quien, durante el interrogatorio, pide de manera enigmática que busquen a Jack Reacher. ¿Quién demonios es Jack Reacher? Un investigador militar, prácticamente con todas las condecoraciones posibles, ahora retirado y aislado del mundo. Mientras el fiscal Rodin (Richard Jenkins) y el detective Emerson (David Oyelowo) se preguntan por este Jack Reacher, éste aparece… pero aparece también la abogada defensora del asesino Helen (Rosamund Pike) y las cosas se complican más. Y luego vuelven a complicarse más cuando se sabe que el asesino no es amigo de Reacher; después entran a escena un par de mafiosos de Europa del este, uno de ellos al que llaman The Zec (Werner Herzog) y otro un sujeto duro pero bonachón dueño de un campo de tiro (Robert Duval). La intriga se va desenredando poco a poco mientras Jack Reacher va soltando patadas y echando bala como todo un justiciero del oeste. La cinta es entretenida y, sí, contiene excesos en cuanto a las habilidades del personaje y por supuesto las situaciones son inverosímiles, pero la cinta es sumamente emocionante, una buena opción para pasar el tiempo y desestresarse (si es el caso).