MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- El nombramiento del periodista José Carreño Carlón en el Fondo de Cultura Económica (FCE) fue calificado por el escritor Gabriel Zaid como “un capricho y un absurdo”. El pasado martes 15, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, dio a conocer las designaciones de José Carreño Carlón al frente del FCE, en sustitución de Joaquín Díez-Canedo, quien ahora dirigirá la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos. En un texto titulado Capricho presidencial, en su blog de Letras Libres, Zaid considera que el nombramiento de Carreño reduce al FCE a una de tantas cartas de la baraja política de puestos asignables y es una pérdida para la cultura de habla española. Agrega que el Fondo de Cultura Económica nació en 1934 como una institución de la sociedad civil. Daniel Cosío Villegas, su fundador y director, la organizó como una editorial independiente, no como una dependencia editorial del Poder Ejecutivo. Zaid critica a Carreño en el sentido de que su trayectoria como editor de libros es nula y añade que en su propia página web el nuevo director del FCE se presenta incluso como experto teórico y práctico en las relaciones del poder y los medios. “Hay algo misterioso en los caprichos. No se pueden defender con buenas razones, porque tienen motivos irracionales. El nombramiento es absurdo, aunque se diga, para explicarlo, que viene de una promesa de Enrique Peña Nieto. Pero ¿a quién? ”. Continúa: “Por su trayectoria y su poder mediático, no es de creerse que Carreño Carlón haya solicitado el Fondo. Tampoco es de creerse que le interese a Televisa. Le interesa al expresidente Salinas de Gortari, que tiene delirios de retorno”, destaca Zaid. Indica además que la rotación de directores en función de circunstancias y perspectivas que nada tienen que ver con el mundo de los libros, degrada al Fondo como proyecto cultural. Exdirector de Comunicación Social de la Presidencia en el gobierno de Carlos Salinas y exdiputado federal, Carreño Carlón es abogado y profesor de Derecho a la Información en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El periodista sinaloense se desempeñaba como director del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana y como titular de la Cátedra UNESCO sobre Nuevas Tecnologías de la Comunicación. Fue director del desaparecido periódico El Nacional y subdirector de los diarios La Jornada y El Universal. También obtuvo el Premio Nacional de Periodismo en 1987. Heredero de una tradición editora establecida por su padre Joaquín Díez-Canedo –fundador de la editorial Joaquín Mortiz–, Joaquín Díez-Canedo hijo fue gerente general de dicha casa de 1988 a 1993, posteriormente director editorial de la Dirección de Publicaciones y Fomento Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).