Las bicicletas fantasma

viernes, 25 de enero de 2013 · 14:41
La corrupción y los malos manejos financieros son moneda de cambio en muchas federaciones deportivas cuyos directivos, en colusión con las autoridades de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, utilizan en su beneficio los recursos públicos destinados al equipamiento de los deportistas, quienes a final de cuentas carecen de los elementos indispensables para su entrenamiento y desempeño. MÉXICO, D.F. (Proceso).- El presidente de la Federación Mexicana de Ciclismo (FMC), Edgardo Hernández, solicitó a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) 1.8 millones de pesos para adquirir equipo destinado a los ciclistas que compitieron en los Juegos Panamericanos de 2011 en Guadalajara. Pero de esa suma sólo erogó 300 mil pesos y se desconoce cómo gastó el resto del dinero, que incluso ya dio por “comprobado”. La mayor parte del equipo no se adquirió y esto hizo que 18 pedalistas compitieran con sus propias bicicletas o con las que les prestó la Asociación de Ciclismo del Estado de Jalisco. Entre los afectados están Daniela Gaxiola, Rubén Horta, Óscar Carrasco, Fernanda Jurado, Mayra Rocha, Ingrid Drexel, Sofía Arreola y Enrique Aldapa. Según el documento que Hernández presentó ante la Conade para comprobar el destino de un millón 812 mil 500 pesos, se adquirieron bicicletas de pista y ruta, cascos, lentes, asientos, pedales, cadenas, tubulares, llantas, manubrios, cámaras, cables y ánforas entre otros accesorios. Justificó la erogación con dos facturas de un proveedor cuya razón social es Gutiérres (sic) Rodríguez: la número 227 por un millón 553 mil 100 pesos y la número 228 por 259 mil 400 pesos. Ambas datan del 26 de marzo de 2012. Llama la atención que en el documento –acompañado de copias fotostáticas de las facturas, toda vez que “los comprobantes originales quedan bajo resguardo de la FMC”, dice una nota al pie del oficio FMC/COM/182/2012– aparece en dos ocasiones la firma de Hernández: en calidad de presidente de la federación y también como “corresponsable general del manejos de los recursos federales”. Ello significa que el titular de la FMC solicita y ejerce los recursos al tiempo que se fiscaliza a sí mismo. El oficio incluye la siguiente leyenda: “Manifiesto bajo protesta de decir verdad que el ejercicio, manejo y aplicación de los recursos federales otorgados por ‘LA CONADE’ se llevó a cabo con estricto apego a las disposiciones normativas que regulan el ejercicio del gasto público federal. La documentación original comprobatoria que respalda las erogaciones consignadas en el presente informe cumplen con los previsto en los artículos 44 del Reglamento de la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público Federal, 29 y 29-A del Código Fiscal de la Federación, y se conservará dentro del periodo legal establecido en dicho ordenamiento, de los contrario no será considerada como comprobatoria de los gastos que ampare”. Esos recursos comprobados en mayo de 2012, siete meses después de que fueron autorizados, salieron del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar-Cima). La Conade depositó el dinero en la cuenta número 0165827698 de Bancomer a nombre de la Federación Mexicana de Ciclismo, A.C. De acuerdo con un documento del que Proceso tiene copia, el dinero fue tramitado y aprobado el 13 de octubre de 2011, un día antes del arranque de los Juegos Panamericanos de Guadalajara. El funcionario de la Conade que autorizó los recursos federales es Rogelio Valdez Mendoza, con el cargo de enlace administrativo de Grupos de Apreciación y Precisión. Y aunque también aparece el nombre de Vladimir Ortiz, director de Alto Rendimiento, su firma no está en el documento. Ello significa que algún funcionario de mayor rango autorizó la salida del dinero.   Ligereza   .En enero de 2012 Daniela Gaxiola le dijo al subdirector de Calidad para el Deporte de la Conade, Alejandro Cárdenas, que necesitaba una bicicleta para competir y pidió una. El funcionario no le preguntó por qué no la tenía o por qué la federación no le daba una de las que supuestamente se adquirieron meses atrás. Cárdenas autorizó 170 mil pesos para la bicicleta de la sinaloense. Información recabada por este semanario indica que el material deportivo en el que Hernández gastó 300 mil pesos no corresponde con la lista de artículos que autorizó la Conade. Compró placas keo, casetes, líquidos, barras, piñones, tornillos, discos y otros accesorios que no están incluidos en el documento aprobado el 13 de octubre. El presidente de la FMC comprobó el gasto de 314 mil pesos con dos facturas: una de Bicicletas Gámez y otra de Forza Motor Sport, ambas de Guadalajara. El concepto del gasto incluyó refacciones, cascos y tubulares y el pago a personal que colaboró en eventos de la federación. Esas dos facturas no forman parte de la comprobación del gran total de 1.8 millones de pesos que Hernández presentó en mayo de 2012 ante la Dirección de Operación Fiduciaria y Mercadotecnia que hasta hace unos días encabezaba Alejandro Ballesteros y donde labora Irene Hernández. Según Alejandro Cárdenas esta mujer es muy exigente y “todos los presidentes de federaciones se quejan porque es tan estricta que no les acepta nada” (Proceso 1881). A pesar de que Irene Hernández es “muy estricta” en la revisión de documentos, ella y su jefe, Alejandro Cárdenas, validaron la comprobación de 1.8 millones de pesos, sin que se verificara en los inventarios la existencia de las ocho bicicletas de persecución con palancas 172.5 (con costo total de 280 mil pesos, según la petición del titular de la FMC), las seis de velocidad (210 mil pesos), una de contrarreloj (70 mil pesos) y una BMX de montaña (22 mil pesos) que debieron haberse comprado junto con los cascos, lentes, asientos y refacciones para los que Edgardo Hernández solicitó el dinero. Tampoco existe la certeza de que el material en que gastó 314 mil pesos se haya destinado a las bicicletas. La reportera llamó a la oficina de Hernández y a su celular para solicitarle una entrevista. No respondió ni se comunicó después, pese a los mensajes de correo de voz que se le dejaron. Quien sí atendió fue Gabriel Cano, exsecretario de la FMC y también exdirector de las selecciones nacionales de ciclismo. La reportera le pidió pruebas de la existencia de las bicicletas y del material deportivo adquirido cuando aún formaba parte de la federación. Antes de interrumpir abruptamente la comunicación, Cano sólo alcanzó a decir que no sabía nada de las bicicletas y agregó: “Para salir de dudas propongo que se haga una auditoría a la federación”.   Permanencia   También en 2011 Hernández solicitó recursos federales a la Conade para la Vuelta a Guerrero. El 9 de febrero de ese año la entonces directora de Alto Rendimiento de la Conade, Blanca Beristáin, y Rogelio Valdez Mendoza aprobaron la aplicación de dos millones de pesos que según el oficio del Fondo Nacional del Deporte y de la Conade se gastarían en “pago de jueces, cronometraje, renta de vehículos, renta de vallas, pago de vigilancia, hidratantes y energizantes, abastecimientos, combustible, reconocimientos, peaje, material de promoción y alimentos” del 23 al 27 de febrero para 113 deportistas. Hernández justificó los dos millones de pesos con una sola factura, la número 425 de un proveedor con razón social Ramírez Martínez para el evento que tuvo lugar en “la ciudad de Guerrero (sic), Guerrero”. Además de esta pifia, al presidente de la FMC también le fallan las cuentas con todo y que es contador de profesión, pues no desglosó por rubro el costo de cada uno de los servicios contratados. Pidió recursos federales para un evento que sólo duró dos días (26 y 27 de febrero) y no cinco. Como se realizaron circuitos, no fue necesario utilizar vehículos para el traslado del personal de organización. Tampoco se requirieron vallas, pues sólo se montó un arco de metal y una carpa, además de que el evento recibió apoyo del municipio de Iguala donde se efectuó la competencia que, finalmente, se llamó Gran Premio de la Bandera Nacional y no Vuelta a Guerrero. En la hoja de comprobación Hernández incluyó conceptos que no aparecen en la aprobación de los recursos como vestuario deportivo, kit de participación y reconocimientos. No hay evidencias de a quién se le entregó ese vestuario ni el material deportivo que supuestamente se compró. Una simple factura de un proveedor desconocido en el ciclismo mexicano bastó para que en el área “más estricta” de la Conade validara la comprobación. El martes 22 habrá elecciones en la Federación Mexicana de Ciclismo y todo indica que Edgardo Hernández no tendrá ningún problema para reelegirse como presidente. Hasta el cierre de esta edición tampoco había comprobado 4.2 millones de pesos (de un total de 14.2 millones) correspondientes al ejercicio fiscal 2012. Por ello, de acuerdo con la ley no podrá recibir más recursos federales para operar en 2013.

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