Un recorrido por Zacualpan, el pueblo vertical

viernes, 8 de febrero de 2013 · 20:07
ZACUALPAN, Edomex. (proceso.com.mx).- Enclavada en la Sierra Sur del Estado de México, en los límites con Guerrero, se encuentra Zacualpan, una localidad que hace honor a su denominación de Pueblo con Encanto. Aventurarse a disfrutar de esta comunidad que saluda al visitante desde lo alto de las montañas es tarea sencilla: basta con estar dispuesto a caminar por sus calles empedradas y descubrir en cada uno de sus callejones un mirador con sorprendentes paisajes boscosos. Uno de los paisajes de Zacualpan. Foto: Armando Gutiérrez Este rincón del Estado de México se erige como un “pueblo vertical” donde las empinadas calles obligan a propios y extraños a realizar un esfuerzo extra para recorrerlas, con la segura recompensa de poder admirar un peculiar entorno al alcanzar sus múltiples cimas. Al recorrer los encumbrados caminos de Zacualpan, también saltan a la vista los no menos pintorescos pueblos aledaños que se asoman cual si fueran parte de una escenografía. Las construcciones en este otrora emporio minero saltan a la vista por sus enormes cimientos hechos con piedra azul –característica de la región– y por sus techos de teja de dos aguas rematados con lámina de zinc. Pero algo más da a Zacualpan una personalidad única: su panteón localizado sobre un cerro, que a simple vista se levanta como una “ciudad” independiente. Y así viven los zacualpenses, entre el mundo de los vivos y los muertos. Otro punto que sin duda distingue a este pueblo es “El resbalón”, una cuesta más pronunciada de lo normal que representa un verdadero desafío para vehículos y peatones. Se dice que los accidentes viales son frecuentes a esa altura de la calle Melchor Ocampo. Y la leyenda no podía faltar: En este lugar se cuenta que en cierta ocasión, años atrás, los pobladores vieron un avión surcar los cielos y pensaron que era el Espíritu Santo que venía a auxiliarlos. Sin embargo, después pasaron unas garzas y la gente se hincó y empezaron a adorarlas. Desde entonces, a los zacualpenses se les tilda de “adora garzas”. Los atractivos Entre los principales atractivos de este apacible poblado y que representa un orgullo para sus habitantes está la parroquia de San José, construida en 1529, donde supuestamente fueron velados los restos de Cuauhtémoc, el último emperador azteca. La parroquia de San José, construida en 1529. Foto: Armando Gutiérrez Al ingresar al rústico templo, que permanece con las puertas abiertas para recibir a los fieles, se perciben el paso de los siglos y una calma sepulcral. Además, por la forma de sus escaleras y su emplazamiento, da la sensación de haber sido construido sobre una pirámide. Uno de los tesoros de Zacualpan es la parroquia de la Inmaculada Concepción, edificada por la orden de los agustinos a finales del siglo XVI, que se yergue con una vistosa portada de cantera. Actualmente esta iglesia está en proceso de ser restaurada. La parroquia de la Inmaculada Concepción. Foto: Armando Gutiérrez No por nada una de las principales fiestas religiosas de esta comunidad se dedica a la Purísima Concepción, el 8 de diciembre, que se celebra con jaripeos, música y peleas de gallos. Otros puntos de interés que distinguen a esta comunidad son la presidencia municipal, construida en 1528 por los franciscanos. También el hotel Real de Zacualpan, del siglo XVI, desde cuyas terrazas es posible observar los hermosos escenarios que enmarcan a esta región. El místico hotel real de Zacualpan. Foto: Armando Gutiérrez Sin olvidar el teatro Centenario, edificado en 1910; el monumento al minero, la fuente de las tres caras y los arcos del acueducto que datan de 1835. Gastronomía El atole de maíz, frijol o ciruela es sin duda una especialidad de la región que el visitante no puede dejar de degustar. Respecto a la comida, es tradicional la carne de puerco en salsa de jumiles (chinche de monte), así como los moles rojo y verde en tamales de frijol o haba, sin dejar de mencionar el menudo y la pancita. Cómo llegar Viajar en autobús o en automóvil a este poblado es una increíble experiencia, ya que la vegetación es diversa desde el Valle de Toluca hasta llegar a la Sierra Sur del Estado de México, donde el paisaje cambia radicalmente para dar paso a imponentes montañas. Si opta por viajar en autobús, puede hacerlo desde la central de Observatorio. Las corridas directas a Zacualpan por autotransportes Águila son a las 8:00, 10:00, 12:00 y 16:00 horas. El tiempo aproximado del recorrido es de tres horas y media. El costo por viaje sencillo es de 138 pesos. Desde Zacualpan, la última salida al Distrito Federal es a las 16:30 horas. Si prefiere viajar en automóvil, desde el DF puede tomar la carretera 15 con dirección a La Marquesa. Al pasar Lerma, continúe hacia la desviación por la carretera federal 55. Al arribar a Ixtapan de la Sal, debe tomar la carretera estatal 7. Desde Toluca, puede tomar la desviación a Tenango por la carretera federal 55 hacia Taxco. Una vez en Ixtapan de la Sal, deberá seguir por la carretera estatal 7 que lleva directamente a Zacualpan.

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