Botellitas de jerez...

martes, 16 de abril de 2013 · 14:17
MÉXICO, D.F. (apro).- Be, bee. Beee… así, entre balidos de aprobación, satisfacción y hasta de entusiasmo, fue acogida por la asamblea la decisión de la junta de notables de nuestra especie de escribirles la presente a ustedes, bípedos implumes, pues ya nos cansó el que digan, cuando una de sus hembras es mansa y sufrida, que es una oveja y que así también la llamen cuando es humilde y obsequiosa; cansados de que cuando sus machos siguen ciegamente ejemplos ajenos, los denominen carneros de Panurgo o los califiquen despectivamente de corderos cuando confunden su inocencia con la estupidez; cansados de que cuando, por falta de iniciativa y voluntad, la criatura humana se deja manipular por lo que sea o por quien sea, la cataloguen de borrega o borrego y conceptúen de borregada toda acción que no sea de iniciativa propia y al conjunto de personas que así actúan. No les falta razón… pero tampoco les sobra… imposible que lo neguemos, pues los hechos confirman en gran medida sus pensares y decires de los que nos hacen objeto. Admitimos que podemos ser inocentes por ser ignorantes hasta la estupidez; que por la estupidez podemos llegar a la mansedumbre hasta el grado de ser mensos, lo que no es ninguna virtud, pues ello contribuye poderosamente a que seamos seres sumisos, de poco o ningún ánimo e iniciativa, propensos por lo tanto a seguir ciegamente la dirección que marque el viento, como si fuéramos veletas, a ir por donde nos lleven… pero ustedes bípedos razonantes… ¿o más bien de razones?... como lo ha descubierto nuestra junta de notables, no son muy diferentes de nosotros, por lo que admitiendo ser como nos califican, bien les podemos responder: “ Botellitas de jerez, todo lo que nos dicen que somos, será al revés”, o sea, que ustedes también lo son. ¿Cómo la ven? Y eso no es de ahora. Hace más de 400 años uno de ustedes, inglés él por más señas, y al que todavía rinden gran admiración muchos de ustedes: Francisco Bacon… pero del cual no tienen en general en cuenta su teoría de los ídolos, con la que explica suficientemente el porqué ustedes, bípedos razonadores, pueden convertirse… ¡y se convierten en no pocos casos!... en seres que no son ustedes mismos, sino más bien en seres heterónomos, esto es, en seres sometidos a un poder extraño que les impide el libre desarrollo de su propia naturaleza, o sea, que, en última instancia, son manipulados por otro u otros más avispados. Ante esta situación, bueno será recordarles la teoría de los ídolos del inglés según F. Bacon, para bien pensar, el humano debe desprenderse de los que él denomina ideales, esto es, de los prejuicios, convencionalismos, credos o ilusiones gratos al individuo, ídolos que se integran y forman cuerpo en cuatro grupos, los que se interponen entre la persona y la realidad exterior a la misma. El primer grupo lo constituye la necesidad de la unidad, la tendencia a la simplificación, la inclinación a concebir todo por analogía y al gusto por los absolutos, instintos todos que yacen en la naturaleza de toda humana criatura y a los cuales él designa con el nombre de ídolos de la tribu. Idolos del foro, según Bacon, son los idiomas, el lenguaje mismo, el uso de las palabras, las cuales los pueden engañar… por usarlas como el personaje de Alicia a través del espejo, Humpty Dumpty… por usarlas creyendo que significan lo que ustedes piensan… cuando con no poca frecuencia las palabras que usan están proyectando únicamente sus necesidades, deseos y gustos muy individuales. Por otra parte, en cada ciclo de la historia de ustedes, de los humanos, existen ciertas ideas reinantes, modos, maneras de ver e interpretar la vida, creencias conformadoras, regidoras que determinan sus pensamientos, palabras y obras, como por ejemplo la de los tecnócratas en esa su globalidad en la que viven. A esas creencias reguladoras de su ser y estar, bípedos implumes, las llama Bacon ídolos del teatro. Puede que juzguen una estupidez el recordarles la teoría de los ídolos, de Bacon, ya que no la ignoran… mas sus servidores consideran que no es así, pues se la recordamos al ver cómo ustedes, en lo individual, como ciudadanos, y sus juntas de notables, que por lo general determinan las vidas de ustedes en lo personal; políticos, jerarquías religiosas, dueños del dinero, empresarios que los emplean, gerentes de servicios la olvidan, no la usan… y ese olvido, ese desuso de la misma es causa, en gran medida, de la gran crisis política, económica, social que mueve y conmueve a la globalidad en la que viven… ¿o hay otra explicación?... ¿cuál? Como siempre sus servidores y en nombre de todos los de mi especie. UNA OVEJA NEGRA

Comentarios