MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- "Lucy", creadora del Blog del narco, despierta agitada a media noche. Villanos con corbata reptan en sus sueños. La sombra de su compañero aparece y vuelve a desaparecer. Se levanta. Da vueltas sobre un cuarto de pocos metros. Se mira cansada en el espejo. “Sí, ha sido un gran error venir a España. Yo sé, España es un gran país pero lamentablemente no me había percatado de las buenas relaciones que tienen con Felipe Calderón Hinojosa. Acepto que ha sido un error”, confiesa en su última publicación, el 25 de junio, en su blog. También se lee agobiada: “No debí decir que aquí estoy, tal vez hubiera vivido más tranquila”, cuenta. Acompañada de una cafetera, una manta y una computadora, como describe en su diario virtual, la bloguera revela su frustración: “Me he sentido muy presionada y copada, ya que en días anteriores varias personas se han encargado de presionarme, acosarme y amenazarme. Así que decidí moverme de nuevo para encontrarme más segura y planear mi salida de España”. "Lucy", a quien algunos periodistas han acusado de ser un “fantasma” o un “robot”, escribe sobre su compañero desaparecido con la esperanza oxidada: “Todavía no sé nada de él, todavía no tengo noticias sobre cómo esté, no tengo ni idea sobre dónde está. Ya sé que han pasado varias semanas, sé que pasan los días y la desesperación crece, no sé nada de él y temo que no esté bien”, cuenta en una entrada publicada en su blog el 13 de junio. En la publicación del 25 de junio asegura que está a punto de abandonar España: “Estoy en planes para poder salir lo más pronto posible de aquí, no sé cómo le voy a hacer pero estoy segura que no me voy a dar por vencida. La diferencia será que ya no voy a decir dónde estoy, así sé que voy a tener 10 veces más tranquilidad de la que tengo aquí y voy a poder intentar hacer una nueva vida”. En esa misma publicación la autora del libro “Morir por la verdad” denuncia el apoyo condicionado que le han ofrecido algunas organización en pro de la libertad de expresión: “Algunas organizaciones de ayuda para periodistas se han acercado, y algunas, no todas, me han dicho que tienen interés en ayudarme, sin embargo esa misma ayuda la están condicionando, ellos quieren que me dé a conocer públicamente. Pero por favor, a quién se le ocurre pedirle eso a alguien que ha cuidado lo más que puede su anonimato y que está corriendo por su vida”, escribe en su blog.