Y en el centro del país, un "escudo" que parece coladera

miércoles, 4 de septiembre de 2013 · 12:01
La estrategia de seguridad denominada Escudo Centro, ideada con el propósito de estructurar un cerco que proteja del crimen organizado a la sede de los poderes federales, ha sido un fracaso. El Distrito Federal no es ninguna isla de seguridad, y en su territorio confluyen grupos del narcotráfico que tienen sus plazas principales en los estados circundantes: Morelos, Guerrero, Hidalgo, Puebla y Edomex.   MÉXICO, D.F. (Proceso).- A nueve meses de iniciado su mandato, la estrategia de Enrique Peña Nieto de privilegiar la “inteligencia” sobre la “violencia” para combatir al crimen organizado –sobre todo en el centro del país, en las siete entidades que hace dos meses formaron el llamado Escudo Centro– se ha mostrado ineficaz para impedir la venta y trasiego de drogas, la trata de personas, el secuestro y la extorsión, especialmente en el área que se volvió la preocupación central del gobierno: la capital del país. Ideada por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, la estrategia Escudo Centro pretende reducir la incidencia delictiva en el Distrito Federal y combatir al crimen organizado en coordinación con las autoridades de Guerrero, Puebla, Tlaxcala, Morelos, el Estado de México e Hidalgo. El detonante de esta estrategia fue la desaparición, el pasado 26 de mayo, de 13 jóvenes secuestrados en el bar Heaven, lo que evidenció la presencia de los cárteles del narcotráfico en la Ciudad de México (Proceso, 1909). En un intento por mantener a los cárteles del narcotráfico fuera del Distrito Federal, las siete entidades –a las que luego se sumó Querétaro– formaron un cerco con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Pero hay indicios de que ese cerco no ha funcionado. Los procuradores de Hidalgo, Alejandro Straffon Ortiz, y de Morelos, Rodrigo Dorantes Salgado, hablan con este semanario acerca del Escudo Centro y de las zonas donde Los Zetas, La Familia Michoacana y los cárteles de Sinaloa, del Golfo y de los Beltrán Leyva tienen sus fortalezas. Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1922 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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