Saldos del caso Heaven: El narco, enquistado e impune en el DF

miércoles, 4 de septiembre de 2013 · 12:09
Las desesperadas y en ocasiones absurdas declaraciones del gobierno del Distrito Federal para tratar de ocultar la operación de los cárteles de la droga en la capital del país no han hecho sino evidenciar esa intensa y muy bien organizada, además de impune, actividad delictiva. El caso Heaven es emblemático de ello. El descubrimiento de algunos de los cadáveres de las 13 personas levantadas en ese bar –no 12, como se difundió inicialmente– no fue resultado de un trabajo de investigación, como lo aseguró la PGR; fue producto de las declaraciones de un dealer taxista que permitieron localizar el sitio de la inhumación clandestina. He aquí la historia… MÉXICO, D.F. (proceso).- La mañana del pasado 22 de agosto, elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) irrumpieron en un hotel del norte de la capital, donde capturaron a Víctor Manuel Aguilera García por su presunta participación en los hechos ocurridos en el bar After Heaven de la Zona Rosa el 26 de mayo último. El detenido formaba parte de una red de narcomenudistas al servicio de La Unión, organización delictiva presuntamente encabezada por Javier Joel Rodríguez Fuentes, El Javis. Este sujeto se encuentra prófugo y la procuraduría capitalina le atribuye la autoría intelectual del secuestro y muerte de las 13 personas –y no 12 como inicialmente se dijo– que fueron levantadas en dicho bar, ubicado en Lancaster número 27, colonia Juárez, y cuyos restos fueron encontrados por la Procuraduría General de la República (PGR) en una fosa clandestina en un rancho de Tlalmanalco, Estado de México, la madrugada del 22 de agosto. Salvo Guadalupe Karen Morales Vargas, Gabriela Téllez Zamudio, Montserrat Loza Fernández, Jennifer Robles González y Gabriela Ruiz Martínez, los cuerpos de las otras víctimas fueron desmembrados. En su declaración ministerial, Aguilera no aceptó su participación en los hechos, pero uno de los 41 videos obtenidos por la PGJDF evidencia su intervención directa en la sustracción de los 13 jóvenes del bar. En el cuarto de hotel donde fue capturado, la policía encontró la playera que traía puesta el 26 de mayo. El detenido proporcionó información relevante: Por ejemplo, reveló el sitio donde fueron asesinados e inhumados clandestinamente los jóvenes y, más aún, dio nombres y posibles domicilios de las 17 personas que intervinieron en la acción orquestada por El Javis en complicidad con los socios del antro, los hermanos Dax y Mario Alberto Rodríguez Ledezma, Los Moshino; Ernesto Espinosa Lobo, El Lobo, y José de Jesús Carmona Aiza, El Chucho. Los tres últimos ya están detenidos. Dax fue asesinado hace un mes y su cadáver fue encontrado calcinado, junto con el de su novia Heydi Fabiola Rodríguez Velasco y una prima de ésta, en la comunidad de Tajumulco, municipio de Huitzilac, en Morelos, zona dominada por la organización Guerreros Unidos, remanente del cártel de los Beltrán Leyva. Los tres cuerpos estaban con las manos atadas y presentaban huellas de tortura (Proceso 1914). Los restos de Dax siguen en la morgue de Morelos porque nadie los ha reclamado. En su testimonial, Aguilera relató también cómo ingresó a La Unión, la impunidad con la que operan los miembros de esta mafia en los antros de la capital, la forma en que están organizados –en niveles y estructuras diferentes–, cómo vigilan sus territorios, así como lo fácil que resulta entrar al negocio delictivo y lo difícil que es salirse de él. Dice que antes de enrolarse en La Unión, él llevaba una vida tranquila, se dedicaba a manejar un taxi que le dejaba lo mínimo indispensable para el sustento familiar. En mayo de 2012 conoció a un sujeto del que, afirma, nunca supo su nombre y quien le ofreció 500 pesos diarios para que lo llevara a diferentes antros de la Zona Rosa a entregar “paquetes” cuyo contenido desconocía hasta ese momento... Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1922 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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