Uruguay apuesta por el turismo gay

viernes, 27 de septiembre de 2013 · 20:18
BUENOS AIRES (apro).- El Ministerio de Turismo de Uruguay ha lanzado una campaña para que los gays de todo el mundo se casen en el país. Uruguay se convierte así en uno de los pocos países en el mundo que permiten contraer matrimonio a turistas de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales). “Te acepto” es el nombre de la empresa privada que lleva adelante el proyecto. Su objetivo es brindar una atención personalizada a todas las parejas uruguayas o extranjeras en todo lo que concierne a su enlace matrimonial. Esto incluye la organización de la boda y el viaje de luna de miel. También las formalidades legales y –si se requiere– la traducción de la documentación personal requerida. Uruguay es uno de los 15 países del mundo que habilitó el matrimonio entre personas del mismo sexo. En otros 19 países existen hoy normativas que permiten  diferentes formas de unión civil. La ley de matrimonio igualitario rige en Uruguay desde agosto de este año. La guía turística Spartacus International Gay Guide ha destacado al país sudamericano  como el destino más amigable con los homosexuales de toda la región. Además, el país figura noveno en un ranking de 160 naciones por su condición  de gay friendly. Uruguay ascendió  10 posiciones desde el último año, tras haber aprobado las leyes de Matrimonio Igualitario, adopciones y cambio de identidad. “Uruguay es un país muy inclusivo, con mucha tolerancia, es el país más gay friendly de Sudamérica y está noveno en el mundo como país friendly también”, dice a Apro Claudia Nieves, quien dirige “Te acepto” junto a Juan Pedro López. “El uruguayo es un anfitrión muy acogedor”, sostiene. “Aquí la gente ha tomado bien la ley que puso en vigencia el matrimonio igualitario; ha habido un apoyo importante, incluso después de que se aprobó la ley.” La Ley uruguaya señala que la institución del matrimonio “implicará la unión de dos contrayentes, cualquiera que sea la identidad de género u orientación sexual de estos, en los mismos términos, con iguales efectos y formas de disolución que establece hasta el presente el Código Civil”. Para Claudia Nieves,  la avanzada legislación que acaba de aprobarse,  tiene su correlato en la calle. En los últimos años se ven signos de cambio, con parejas que se besan o andan de la mano. “Se respeta a las parejas”, afirma la organizadora del proyecto. “Te acepto” se presenta como la primera empresa dedicada exclusivamente a la organización de bodas y eventos para la comunidad homosexual de todo el mundo. Brinda también asesoría turística y facilita los traslados. “Para la organización de la boda contamos con locaciones en todo el país; o sea que si la pareja se quiere casar en la playa, se lo podemos hacer en la playa, o en las sierras, o en la cava de una bodega”, menciona Nieves alguna de las alternativas. En Uruguay tanto el gobierno como las empresas privadas intentan capitalizar la nueva legislación. “El turismo gay en Uruguay tiene un potencial enorme“,  dijo a la agencia Ansa la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, durante el lanzamiento oficial del programa, el pasado 9 de septiembre. “El turismo gay apunta a un visitante con alto poder adquisitivo y que tiene una fuerte demanda por lo que tiene que ver con la cultura; no es el típico turista de compras“, puntualizó. La llegada de turistas gays a Uruguay “viene en aumento año a año“, dijo Sergio Miranda, director de la revista Friendly Map e integrante del primer matrimonio homosexual que se registró en el país, el 22 de agosto de 2013. Miranda estima que la cifra abarca al 10% de los 3 millones de visitantes que el país recibe cada año.  “Uruguay tiene una oferta cultural muy interesante, como el carnaval, el candombe, la música popular, una gastronomía fantástica, turismo de vinos y otras propuestas muy interesantes que consume el turista gay, que es en general un turista informado, culto y con poder adquisitivo alto“, sostiene Miranda.   La otra orilla El matrimonio homosexual se abre paso en América Latina alentado por la legalización en Argentina, Brasil, Uruguay y la ciudad de México.  De los 15 países que hasta hoy han aprobado el matrimonio igualitario, sólo tres permiten casarse a extranjeros no residentes, sin restricciones: Uruguay, Argentina y Canadá. Uruguay se suma así a una tendencia que comenzó en la otra orilla del Río de la Plata en los primeros años de la década pasada.  Buenos Aires fue la primera ciudad del continente en aprobar en 2002 la unión civil entre dos personas del mismo sexo. La ley de matrimonio igualitario que hoy rige en todo el territorio argentino fue aprobada en julio de 2010.  La Ley 26.618 permitió acceder al casamiento “a todas las parejas, más allá de su sexo, orientación sexual, identidad o expresión de género de sus integrantes, con los mismos derechos y obligaciones”. Jorge Bergoglio, el actual papa Francisco, era entonces arzobispo de Buenos Aires. Llamó a librar una “guerra de Dios” contra una ley a la que calificó como una “movida del Diablo”. La presidenta Cristina Kirchner consideró que tales cuestionamientos  remitían “a los tiempos de la Inquisición”. Hasta la fecha se estima que en Argentina se han celebrado más de 7 miln matrimonios igualitarios. Al igual que Montevideo, Buenos Aires es considerada una ciudad gay friendly. Un punto obligado para el turista gay parece ser el Pride Café, ubicado en una esquina del tradicional barrio de San Telmo. En Buenos Aires, como en otras ciudades latinoamericanas, siempre existieron espacios nocturnos para gente gay, en general muy ocultos. La intención del Pride Café es brindar un espacio diurno y que no sea solamente gay. De estilo sobrio aunque elegante, en su interior predomina el color blanco, con detalles en madera y en metal. El concepto gay friendly se percibe aquí como un espacio natural de convivencia. De hecho el Pride Café es un espacio abierto, con grandes ventanas a la calle. Su ambiente más reservado es un rincón de lectura en el que hay muestras de arte itinerantes. En sus mesas no sólo hay parejas gay. El turismo, por otra parte, confluye en este rincón del barrio de San Telmo. “Los extranjeros saben que este es un punto de encuentro y referencia”, dice a Apro Alberto Delgado, sentado junto a su novio holandés en una de las mesas de la terraza. “El turista gay que llega a Buenos Aires quiere saber todo, dice este estudiante de diseño gráfico. “Cuáles son las discos y qué características tiene cada una, si en alguna hay gente mayor, si otra es muy teenager, si en otra hay una combinación de gente hetero con gente gay, dónde hay travestis, dónde está lo más top, lo más bizarro, lo más freak, dónde está el espacio donde la gente se encuentra sólo para tener sexo, cuáles son las movidas culturales, desde la más comercial a la más under. ¿Qué es lo alternativo que tiene la ciudad?” También en San Telmo, el barrio más antiguo de Buenos Aires, está el Axel Hotel, la cadena de hoteles dirigida fundamentalmente a un público gay, con presencia en Barcelona, Berlín y Gran Canaria. “La filosofía del hotel es hetero-friendly”, dice a Apro Elvio Cornetti, gerente del Hotel Axel Buenos Aires. “Esto vendría a ser lo contrario de lo que es un lugar gay friendly, es decir, es un hotel pensado y dirigido por gente gay, pero abierto a todo el mundo”, sostiene. De hecho, el hotel se presenta a sí mismo como hetero friendly. El agua deja oír un rumor suave a resbalar por una pared de vidrio en el lobby del hotel. Ese ambiente central se caracteriza por el vidrio y por la transparencia. “Lo que se propone desde la arquitectura es un juego de ver y dejarse ver”, dice Cornetti. “Desde cualquier parte del hotel, una persona puede ver lo que está sucediendo en los diferentes espacios. De alguna manera, también es en sentido figurado de que somos un hotel dirigido a la comunidad gay, pero queremos diferenciarnos de todo lo que tiene que ver con el ocultamiento.” En Buenos Aires la movida gay alcanza desde hace años al tradicional ambiente del tango. La Marshall es la milonga gay más conocida de la capital argentina. En este salón moderno, ubicado sólo a metros del tradicional Obelisco, hay parejas de hombres y de mujeres, muchos de ellos turistas, que aprenden este sugestivo arte. Quique Miller es bailarín  profesional y profesor de tango. Trabajó durante cinco años en este espacio. Su vida transcurre, desde hace más de una década, entre Europa y Buenos Aires.  Da cursos de baile o participa como bailarín de espectáculos y eventos. “Acá en La Marshal junté dos cosas que venían paralelas en mi vida”, dice a Apro: “Por un lado el tango, que hace años que vengo trabajando, dando clases, bailando como profesional, y por otro lado mi orientación sexual, por decirlo así. Entonces, poder juntar las dos cosas en el mismo espacio me pareció genial.” Los mejores bailarines de tango pasan por esta milonga. Los extranjeros que visitan Buenos Aires pasan por lo menos a conocer. “Y lo bueno que se encuentra es que no es nada fuera de lo común, digamos. Son dos pibes que bailan. El punto de encuentro es el baile, no es lo sexual”, refiere Miller. La libertad que se disfruta hoy aquí naturalmente no fue fácil de conquistar.  “Yo tengo 36 años pero recién a los 24 empecé a hablar con mis amigos de esto... De esto, digamos, de que era gay –dice Quique Miller–. Con mi mamá hablé después. Con mi padre me queda pendiente esa charla. Pero me parece que los adolescentes de ahora salen como mucho más libres en ese sentido.”   Turismo matrimonial También la posibilidad de que dos turistas puedan contraer enlace tiene un antecedente reciente en Argentina. La provincia de Santa Fe reconoció en 2012 el derecho de los residentes temporarios en el país a unirse en matrimonio civil. En esta provincia argentina, cualquier pareja del mundo, ya sea homosexual o heterosexual, puede contraer matrimonio de acuerdo con la legislación vigente. Se requiere una estadía en la ciudad elegida de al menos 96 horas. Basta con que alguno o alguna de los o las contrayentes declare el domicilio legal en el lugar de alojamiento –que puede ser el hotel- durante su estancia en la provincia. El 23 de marzo de 2012, la ciudad argentina de Rosario se convirtió en la primera de América Latina en celebrar un casamiento entre extranjeros del mismo sexo. Los ciudadanos paraguayos Simón Cazal –director ejecutivo de la organización SomosGay de su país- y Sergio López –activista de dicha organización- contaron como testigos de casamiento a la intendenta municipal (alcadesa) de Rosario, Mónica Fein y la ex diputada nacional Silvia Augsburger, autora de la ley de Matrimonio Igualitario. “Rosario es una ciudad abierta, que invita a todas y todos a vivir con la autenticidad de lo que sienten”, dijo en dicha oportunidad Mónica Fein: “Esta es una ciudad que está dispuesta a unir en casamiento a todas y todos aquellos que se amen”.

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