MÉXICO, D.F. (apro).- Todo indica que la reforma hacendaria propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto se quedará sólo como “un parche” en términos de recaudación y redistribución de riqueza, pues no combatirá la informalidad y afectará al “asalariado clasemediero”, de acuerdo con académicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). De hecho, en rueda de prensa, el académico que tiene a su cargo la División de Economía soltó: “No es cierto que se está yendo sobre la clase media, se está yendo sobre el asalariado clasemediero, que es muy distinto”. Hernández consideró que la reforma se va por el camino más fácil, los contribuyentes cautivos, que son las clases medias asalariadas formales. No sólo eso, también quitan algunos privilegios a quienes laboran en el sector formal, imponiendole  costos que impactarán su productividad, como es el caso del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Sobre esta situación, el catedrático señaló que si bien la tasa del ISR para las empresas no se está subiendo, la que se cobrará efectivamente a las empresas está “disfrazada”: llegaría hasta 47%. El autor del libro La Economía de la Deuda: Lecciones desde México dijo que el principal reto es atacar la evasión, que en total representa 40% de la recaudación y 77% en el caso de personas físicas no asalariadas, donde están trabajadores independientes como médicos, arquitectos y abogados, entre otros. En el caso de las personas físicas, para la cual se propone elevar la tasa máxima de 30 a 32 por ciento a quienes ganen más de 500 mil pesos al año, también se eleva la tasa efectiva para el contribuyente cautivo. Por su parte, el catedrático Raúl Feliz estimó que la reforma hacendaria propuesta por Peña Nieto, no es la última palabra, sino “un parche y la verdadera reforma está pendiente", y calculó que el año próximo sólo aportará una recaudación de 0.8% del producto interno bruto (PIB)”. Por otra parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que la iniciativa de reforma fiscal como está planteada, pone en riesgo la estabilidad de las finanzas. “Al promover un déficit fiscal que en algunos años pagando; debilita a los que integramos la economía formal, justo en el momento en que mayor consideración necesitamos con los sectores productivos, los únicos que generan el desarrollo sostenido de largo plazo”, señaló por separado el organismo empresarial. Sentenció que “por si fuera poco, dificulta la tarea de elevar la productividad de nuestro país, que es la única forma de elevar permanentemente la calidad de vida de todos los mexicanos”. Hace apenas 15 días, investigadores de la Universidad Iberoamericana campus Puebla analizaron la propuesta y dieron a conocer que la propuesta de Peña Nieto es “altamente regresiva” y demagógica.