El juego de Ender: discriminación en la pantalla grande

martes, 29 de octubre de 2013 · 21:10
MÉXICO D.F. (apro).- El próximo 1 de noviembre se estrenará la cinta El juego de Ender (Ender´s Game, EU-2013) en medio de una polémica que involucra a la comunidad homosexual y anexos. Y es que en meses pasados el escritor de la novela (de la cual se basa la película), Orson Scott Card, realizó declaraciones que pusieron los pelos de punta a los miembros de dicha comunidad. Scott Card asegura que la aprobación del matrimonio entre homosexuales en EU no ha sido un ejercicio democrático. ¿¡Sacrilegio!? Puede ser, pero Scott Card asegura que esas iniciativas han sido aprobadas por políticos que desean popularidad; además, dice, dichas políticas no fueron sujetas a un verdadero debate. Así pues, la comunidad LGBT de EU ha levantado la voz para convocar a un boicot de la cinta. Cabe aclarar que ni el libro ni la versión cinematográfica discriminan a los homosexuales, al contrario, la temática de Ender da voz a los marginados. El juego de Ender trata sobre un niño (Ender) con habilidades especiales que deberá salvar a la humanidad de unos terribles invasores alienigenas. Ender es producto de un matrimonio que debe ocultar sus creencias religiosas a riesgo de convertirse en parias de la sociedad ya que, gracias a iniciativas del gobierno (principalmente en cuestiones de natalidad), es mal visto pertenecer a cualquier religión. Y por si fuera poco, Ender es el tercer hijo, lo que también es mal visto, pero el gobierno ha acogido a Ender gracias a que ven potencial en su persona. Si no fuera por eso, Ender sería prácticamente un descastado con un futuro desesperanzador. Scott Card sólo es congruente con su novela: Piensa que la injerencia del gobierno en nuestra forma de pensar es anti-democrático. Scott Card siente que el asunto de los matrimonios homosexuales es precisamente eso. ¿Tienen razón los miembros de la comunidad homosexual en llamar al boicot? Al menos tienen derecho a estar molestos, pero en una sociedad democrática, también Scott Card tiene derecho a estar molesto por muy retrógrada que su pensamiento nos pueda parecer. La pregunta sería: ¿La cinta El juego de Ender, que se opone a la discriminación de los que son diferentes, debe pagar por los platos rotos? Definitivamente no. Precisamente porque su discurso va acorde a la sociedad democrática y de inclusión de nuestro tiempo. Muchas leyes y valores que ahora consideramos deseables han sido impuestos, al igual que muchos males de la sociedad. Para muestra, basta recordar la abolición de la esclavitud en Estados Unidos, para la mayoría un derecho indiscutible, pero mucha sangre fue derramada. En sentido contrario tenemos el holocausto judío. ¿Qué rol juega Scott Card? Una contradicción del sistema democrático que nos hace reflexionar acerca de qué tan democráticos somos y qué tan preparados estamos para este sistema que decimos amar.

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