La droga come-jóvenes llegó a México

sábado, 14 de diciembre de 2013 · 20:29
Se llama krokodil y tal vez sea la peor droga que se haya inventado: se come a los adictos de adentro hacia afuera. La epidemia comenzó en Siberia hace dos años y ya llegó a México. Este mes se detectó el primer caso en Puerto Vallarta, y eso que no era el sitio de mayor riesgo. Hoy, la frontera norte se encuentra en alerta, pero los programas de prevención apenas están arrancando. El riesgo apremia porque el promedio de vida de quien consume esa droga es de tres años. MÉXICO, D.F. (Proceso).- Sus efectos recuerdan las películas de zombis: extremidades ulceradas, piel verdosa y escamosa que se desprende como si fuera papel tapiz, dedos necrosados que se caen con sólo moverlos, brazos y piernas amputados, huesos expuestos, mentes sin voluntad… Se trata de una nueva droga, conocida como krokodil. Y ya llegó a México. La alarma se encendió en la frontera norte en noviembre último, cuando Canadá y Estados Unidos reportaron diversos casos. Se temía que la droga entrara por Sonora, pero el primer caso confirmado llegó de Puerto Vallarta, Jalisco, en la primera semana de diciembre. Una joven de 17 años, originaria del puerto pero radicada en Estados Unidos, llegó a un centro de salud –cuya ubicación se mantiene en reserva– con necrosis en tejidos cercanos a los genitales. La joven vive en Houston, Texas, donde se inyectó la droga. Vino de vacaciones a México y fue a parar a esa institución, donde se comprobó que consumía krokodil. Según la Secretaría Técnica del Consejo Estatal Contra las Adicciones en Jalisco (CECAJ), la joven se encuentra controlada y regresará a Estados Unidos para tratar su adicción. Esta dependencia afirma que ya se buscó información en los 11 centros existentes en Puerto Vallarta y no hay registro de otro caso. La sustancia activa de dicha droga es la desomorfina, también conocida como dihidrodesoximorfina o, por su antiguo nombre comercial, Permonid. Es un derivado de la morfina y tiene efectos parecidos, pero de ocho a diez veces más intensos, aunque muy breves: dura entre 90 minutos y dos horas. Si bien la sustancia fue descubierta en 1932 en Estados Unidos, su boom como narcótico es reciente. En 2002 comenzaron a detectarse casos de consumo en Siberia, pero fue hasta 2010 cuando éste comenzó a extenderse. En 2012 también hubo manifestaciones de preocupación en Gran Bretaña y Alemania en tanto se registraban apariciones esporádicas del compuesto en Brasil y Argentina, aunque las autoridades de estos países no emitieron advertencias públicas. En noviembre de este año se detectaron adictos en Niágara, Canadá, y en Phoenix y Tucson, en Arizona, condados que limitan con Sonora… (Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1937, ya en circulación)

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