Abraham Oceransky

martes, 17 de diciembre de 2013 · 19:02
MÉXICO, D.F.  (apro).- En alguna ocasión Abraham Oceransky afirmó que el quehacer teatral no debe ser entendido como una actividad laboral sino como una manera de desarrollo personal, un camino vital a seguir. A sus 70 años de edad (Ciudad de México 1943), el maestro Oceransky puede afirmar que ha sido absolutamente congruente con este precepto. El pasado 10 de diciembre recibió la Medalla Bellas Artes de manos de la directora general del INBA, María Cristina García Cepeda, quien lo definió  “un gran hombre que se ha distinguido no solo por sus brillantes e innovadoras puestas en escena, sino también por su incansable empeño en formar actores y conquistar nuevos foros para que el público pueda participar del hecho teatral”. Entre muchas otras aventuras teatrales, Oceransky creó en 1972 el Teatro El Galeón y posteriormente, en 1986 trasladó su residencia a la ciudad de Xalapa, Veracruz, para dirigir la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, primera incursión por aquellas tierras que no resultó como él esperaba. El antecedente del teatro El Galeón fue la Carpa Alicia, donde impartía clases libres de actuación, pantomima, acrobacia y clown, acompañado por personajes como Juan Gabriel Moreno, Sonia Rangel y Alejandro Jodorowsky. A 40 años de distancia, Oceransky afirma que para él El Galeón “representa a todos mis amigos con quien realicé el abordaje de este lugar, que le pusimos así porque este espacio vacío era como la panza de un barco. Empezamos solo con cuatro focos de 500 watts, porque ninguno de nosotros tenía dinero. Me dediqué con ellos a generar el espacio. Fuimos teniendo público poco a poco. Éramos un grupo de piratas adentro de un espacio vacío.” Después de esta aventura, Oceransky volvió a Xalapa para quedarse y fundar su ya legendario Estudio T, espacio en el que impartió clases y presentó espectáculos a lo largo de 22 años, hasta que ya no pudo pagar la renta. Pero Oceransky, siempre inquieto, no se quedó con los brazos cruzados y creó hace cinco años un nuevo espacio teatral, La Libertad, donde estrena tres o cuatro obras al año. Sin embargo, considera que las condiciones de vida en Xalapa ya no son las mismas, con la presencia del ejército, la policía, el narco  y la violencia que estos generan, la gente ya no sale a las calles como antes, lo que obviamente afecta la vida cultural de la ciudad. Por ello está pensando en volver a la capital del país y, fiel a su naturaleza, crear un nuevo teatro. "Puede ser un espacio que habilite como teatro, o bien un teatro que ya no se use, o puedo construir uno. Lo único que yo necesito es un terreno de 20 metros x 15 metros", afirma Oceransky de escena egresado de la Escuela de Arte Teatral del INBA, formador de creadores y apasionado del trabajo colectivo. Con la entrega de la Medalla Bellas Artes a Abraham Oceransky, dijo María Cristina García Cepeda,  “celebramos en nuestro teatro la presencia de un creador que con sus puestas en escena nos ha ofrecido su espíritu creativo desde la más absoluta libertad, el don más preciado que puede tener cualquier ser humano.  Es un orgullo entregar esta medalla a un miembro tan distinguido de la comunidad teatral, para quien el teatro ha sido pasión y su razón de ser”.

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