MÉXICO, D.F. (apro).- Bajo el título El ojo en el Tiempo, en el Museo de Arte Carrillo Gil se exhibe una interesante muestra que reúne obras de la Colección Adrastus. La serie ha sido construida por el joven coleccionista de arte Javier Lumbreras –originario de la ciudad de Arévalo, España, una comunidad autónoma de Castilla y León– y su esposa Lorena  Pérez-Jácome. Ambos se han dado a la tarea de crear el acervo que apuntará hacia una definición de la sociedad del siglo XXI, desde su propia subjetividad, creando diálogos internos entre las obras que han coleccionado. La selección ha sido curada por Carlos Palacios, quien propone una reflexión sobre las contradicciones y la diversidad del arte en épocas de globalización cultural, política y temporal en la que vivimos Se ha cuestionado desde los sesenta la temporalidad de la modernidad. Es por eso que el concepto del tiempo sirve como motor para investigar entre el pasado, el presente y el futuro dentro de los cambios simultáneos que permean nuestra contemporaneidad. La colección ha sido creada bajo estos términos y es por ello que las diferentes propuestas seleccionadas ofrecen una interesante narración cuando el espectador está frente a las piezas. En el texto que acompaña la muestra se subraya que no se intenta ordenar las obras bajo ninguna clasificación precisa o de acuerdo a un orden grupal, la intención –apunta– es entender “la complejidad de las cosas sueltas”. Ubicada en la tercera planta del museo, podemos contemplar las piezas de artistas tan interesantes como Tacita Dean, Pierrre Huyghe, Qusquella Henríquez, Cynthia Marcelle, Franz Ackermamm, Rosa Barba, etcétera. La variedad de propuestas y la museografía limpia y funcional permite a los visitantes conocer trabajos que desde su propio lenguaje afirman su presencia en la época actual, logrando en su conjunto diálogos diversos que se producen y se reúnen en el tiempo. La muestra permanecerá abierta al público hasta el próximo domingo 12 en el Museo de Arte Carrillo Gil, localizado en avenida Revolución 1608, San Ángel, en esta ciudad.