Morir en el ring: Cinco años después, puras promesas

sábado, 22 de febrero de 2014 · 08:23
La muerte del boxeador Daniel Aguillón tras un nocaut propinado por su rival Alejandro Sanabria en octubre de 2008 sigue causando desasosiegos a su familia. A decir de su padre, don Juan Aguillón, al principio las autoridades del Consejo Mundial de Boxeo, TV Azteca, algunos pugilistas y promotores dijeron que apoyarían a la viuda y a los hijos de Aguillón, pero todo quedó en simples promesas. Entrevistado al respecto, Mauricio Sulaimán asegura que el organismo que ahora encabeza cumplió con su parte, y revela quiénes más ofrecieron ayuda sin que hasta el momento la hayan concretado. MÉXICO, D.F. (Proceso).- Ya transcurrieron más de cinco años desde el nocaut que arrebató la vida al pugilista Daniel Aguillón en los puños de Alejandro Sanabria, a quien le disputaba el cinturón superpluma de la Fercabox avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Sin embargo, gran parte de la ayuda ofrecida no ha llegado a los deudos. Hasta ahora, el sueño de la viuda de Aguillón y sus dos pequeños hijos por tener vivienda propia, seguro social, becas escolares, pensión mensual y hasta el derecho a cobrar un seguro de vida, entre otras cosas que le prometieron, no se ha concretado. Juan Aguillón, padre del joven pugilista, habla a Proceso  de los  incumplimientos que, asegura, dejaron en el abandono a Graciela Yabel López, la cónyuge de Daniel, y a los hijos que procrearon: Erick Manuel y Fernanda Ximena. Hoy sus reclamos están dirigidos especialmente al CMB, ahora en manos de Mauricio Sulaimán. “Todo se quedó en el olvido”, dice don Juan, aunque, insiste, “tenemos la esperanza que el consejo le dé una casa a mi nuera para que mis nietos no queden desamparados”. El pugilista de 24 años murió en el Hospital Xoco el 20 de octubre de 2008, cinco días después de permanecer en coma a causa de la golpiza propinada por Sanabria. El desenlace fue en el duodécimo round con un fulminante nocaut. El combate tuvo lugar en el Foro Polanco, en la Ciudad de México, donde apenas el sábado 1 otro boxeador, Óscar Fantasma González cayó noqueado por el poblano Jesús Galicia (Proceso 1945). Se trata de la segunda muerte de un pugilista en el Distrito Federal en el último lustro y el primer evento de esa naturaleza en la nueva época del CMB, presidido por Mauricio Sulaimán Saldívar tras la muerte de su padre, José Sulaimán Chagnón, el pasado 16 de enero. Al día siguiente del deceso de Aguillón, el 21 de octubre de 2008, Sulaimán II, entonces secretario ejecutivo del organismo, anunció un plan de ayuda para la viuda y sus dos hijos. Frente a los reporteros reunidos en un restaurante de la Zona Rosa, expuso que “lo prioritario ahora es proteger a la familia (de Aguillón)”. Asimismo Sulaimán II habló de la estrategia del CMB y la empresa representante del peleador, RR Producciones, de Ricardo Maldonado. Se comprometió a conseguirle a Graciela Yabel López y a sus hijos una casa, además de becas para Erick Manuel y Fernanda Ximena, de tres y dos años, respectivamente, “hasta terminar sus estudios”. El promotor dueño de Zanfer, Fernando Beltrán, y TV Azteca se unieron al proyecto. Hablaron incluso de la donación de una vivienda a la esposa de Daniel, si bien cuidaron de no poner fecha ni señalar ubicación del inmueble. Otro boxeador, Cristian Mijares, y el promotor Nacho Huízar ofrecieron a su vez una segunda casa. Aun en desgracia, los deudos se sentían seguros y protegidos. Pero todo terminó tan abruptamente como el nocaut que aniquiló a Aguillón. Ni el CMB ni Beltrán ni TV Azteca entregaron siquiera las llaves del nuevo hogar a la familia Aguillón López. “De esas dos casas ninguna llegó a mis nietos”, sostiene Juan Aguillón, quien revela que la familia de su vástago fallecido “quedó desamparada. Daniel quería todo para sus hijos y se ilusionaba con comprarles una casa. Desgraciadamente todo se truncó por esa pelea”. Negocios y ninguneo Los promotores de la velada boxística de la muerte, Ricardo Maldonado y Eric Reider, pagaron 15 mil pesos de contrato por la participación de Daniel Aguillón. Don Juan admite que recibió apoyos económicos del CMB, producto de donaciones que el organismo depositó en una cuenta bancaria a nombre de la viuda del pugilista, así como ayuda por concepto de taquillas generadas en funciones boxísticas. Sin embargo, el progenitor de Aguillón reclama el Seguro Social para la nuera y sus nietos. Es un derecho que debió proporcionarle la Comisión de Box del Distrito Federal a su hijo, dice. Convencido de ello, el martes 4 acudió a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en busca de asesoría; ahí expuso que no habían recibido todo el apoyo que ofrecieron el CMB y las demás instancias. Don Juan insiste en que su hijo no fue protegido con un seguro de vida al que teóricamente tenía derecho por haber disputado un fajín de la Fecarbox, la cual forma parte del CMB. “Todos los que disputan un cinturón avalado por el CMB obtienen un seguro de vida en automático”, refiere, y recuerda que dicho consejo pagó 50 mil dólares a los deudos del Fantasma González por ese concepto. Aunque dice estar desesperado, continuará defendiendo los derechos de sus nietos. El CMB, revela, tramitó una beca escolar para los hijos de Daniel, a través de la Fundación Ring Telmex, que abarcaría sus estudios de primaria. No obstante, sólo la hizo efectiva por dos años, apenas una parte del ciclo preescolar. Ese incumplimiento lo llevó a solicitar apoyo a la Comisión de Box del Distrito Federal y al CMB. Ambos organismos, comenta, “mencionaron en los medios de comunicación que no dejarían desamparados a mis nietos. Sin embargo, la casa nunca fue entregada. No sé qué paso. A cada rato mi nuera y mis nietos me preguntan si todavía estoy gestionando el hogar que les prometieron. Tenemos fe en Dios que algún día se haga realidad”. Durante 2011, don Juan rara vez faltó a las tradicionales charlas de café que ofrecía José Sulaimán a los reporteros que cubren la fuente de boxeo. Dice que el entonces titular del CMB se comunicaba al momento con el incumplido promotor Fernando Beltrán, aunque desconoce qué le respondía. Las visitas al presidente del CMB se hicieron cada vez más esporádicas. “Platicaba con el señor José y me decía: ‘No hay respuesta de allá’. Llegó el momento en que perdí las ilusiones y dejé de ir”, comenta don Juan. –¿Le fallaron? –Todavía tengo la esperanza de que algún día Dios les tiente el alma y nos apoyen con la casa, porque (la viuda y sus hijos) siguen viviendo en el hogar que les presta el padre de mi nuera. Incluso, una vez Mauricio nos pidió que fuéramos a verlo y le preguntó a mi nuera dónde deseaba su vivienda: en Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli o Atizapán. Le mencionó como tres alternativas. Le decía que iba a ver si tenía algún contacto. “No sé qué pasó. Mucha gente aún nos dice que –los directivos, promotores y boxeador– hicieron estas promesas nada más frente a las cámaras de televisión. Hasta la fecha me preguntan por la casa y los apoyos que prometieron. En realidad no fue tanto lo que dieron”, puntualiza; ni siquiera recibieron ayuda de la televisora que transmitió la fatídica función (Canal 28). “Lo único que hicieron fue un homenaje a Daniel con fotografías que me pidieron prestadas”. Sulaimán II se deslinda: “No podemos tener responsabilidad de lo que alguien incumplió, cuando se trató de un acto voluntario, de buena fe. Nosotros ayudamos a muchos, todo en secreto, nunca con lastimar la honra de las personas, pero hasta para cobrar cosas oficiales batallamos muchas veces. Un promotor que debe una cuota por una pelea... ¡No’mbre!, hay muchos que no llegan a pagar, o se tardan meses, años”. Para él, el caso Aguillón fue un tema de moral, y reconoce que al final mucha gente incumplió su palabra. Revela que se enviaron “todo tipo de cartas” a manera de recordatorio: “Tú ofreciste esto. Ahí están los videos, ahí está todo. En un momento le ofrecimos al señor (Aguillón) darle todos los datos de las personas que se comprometieron a las donaciones para que personalmente las cobrara. Es muy lamentable que alguien ofrezca ayuda y no lo haga”. “Tuvimos voluntad” En entrevista con Proceso, Mauricio Sulaimán admite que desde 1982 el CMB instituyó un seguro de vida obligatorio para toda la cartelera de las funciones en las que se disputa un título mundial. Más aún, añade que a partir de 2008 se implantó un seguro de vida exclusivamente para peleas filiales del organismo, como los títulos de Norteamérica y del Caribe, así como el Latino y el Internacional, que no son de título mundial. Sin embargo, la referida póliza tiene una condicionante: únicamente cubre a los dos peleadores que disputan el fajín. Acepta que si bien la mayoría de estas peleas se encuentran garantizadas por la póliza, el combate en el cual Aguillón perdió la vida en 2008 “no estaba asegurado. Somos los responsables de pagar esa cuota, aunque no lo haga el promotor”. Sobre las becas a los hijos de Aguillón, Sulaimán II comenta: “Les depositamos algo para las colegiaturas y les compramos sus libros”. Según él, esas acciones se realizaron “con cariño”, con el afán de apoyarlos al momento, “porque es nuestra obligación velar por el boxeador y su familia”. E insiste: “Encaminamos un plan de actividades para que la señora y sus niños no estuvieran desamparados. Se consiguió la beca con Ring Telmex. Si fue por un mes o dos años o sigue vigente, no lo sabemos; es la primera noticia que tenemos. “Segundo: en nuestra convención anual (de 2008, en Chengdu, China) mi papá mencionó el tema e hizo la propuesta inmediata para aportaciones voluntarias. Don King se levantó y al momento dio 3 mil dólares: ‘Ahí está, para que no digan’.” De acuerdo con las estimaciones del CMB, el compromiso era reunir 32 mil 500 dólares. Sin embargo, “algunos no pagaron. ¿Qué podemos hacer? Son aportaciones voluntarias. Nos dedicamos un año a cobrar, y hasta pusimos a un vicepresidente del consejo (Rex Walker): te mando la lista de los que no han pagado –le dijimos–. Por favor presiona. (En la lista) están un promotor de Turquía, dos de Estados Unidos, uno de Polonia, uno de Tailandia, la federación de Filipinas”. Según Sulaimán II, se entregaron a los deudos por lo menos 20 mil dólares. Quedaron pendientes por cobrar 26 mil 500. Con respecto a las casas prometidas por Fernando Beltrán, TV Azteca, Cristian Mijares y Nacho Huízar, el responsable del CMB se pregunta: “¿Qué puede hacer uno cuando alguien como persona o como empresa hace una promesa y no la cumple? Eso ya queda totalmente en la moral del individuo”. Acepta que fue testigo cuando el promotor Beltrán ofreció la vivienda; “de Mijares sólo lo leí en los periódicos. Hicimos el enlace, hasta se acompañó a la señora (Graciela Yabel) a ver algunas opciones, dónde convenía tener la vivienda por la ubicación de la casa de los suegros, por las escuelas de los niños. “Mire, estamos hablando de un suceso de hace casi seis años. Realmente nos metimos un año de lleno al tema con mucho cariño e interés y se siguió trabajando, pero no recuerdo tener noticias de ellos en mucho tiempo.” Expone que en su momento Ricardo Maldonado participó con todos los gastos de la funeraria y realizó una función de beneficio. “De los temas que vimos es que había algunas multas –por cubrir– y que ese dinero se canalizara a los deudos. Fecombox debía una cantidad. La Casa de TV Azteca, la beca de estudios Telmex, la función, mensualidades, Maldonado, el entierro, el seguro popular... no procedieron”. –¿Por qué? –se le pregunta a Sulaimán II. –No sé decirle. Esto fue hace seis años. Lo que le quiero mostrar es la voluntad. Le dedicamos muchas horas a esto, fácilmente entre 2008 y 2009, con simpatía y cariño. Los pendientes El presidente del CMB muestra al reportero una lista escrita con su puño y letra fechada el 19 de agosto de 2009. En ella anotó la abreviatura: “CxC (cuenta por cobrar)”, seguida de varias cifras: 50 mil pesos por concepto del patrocinador IDN, 40 mil pesos de la taquilla por una función boxística, recordatorio a Beltrán-TV Azteca relativo a la casa y un enlace con Mijares por el mismo asunto, así como una aportación de 25 mil pesos del apoderado de Daniel Aguillón, Julio Villalobos, entre otros puntos. En la lista de pendientes se incluye una plática con Villalobos y otras con Beltrán, Mijares y Huízar, la taquilla de la función organizada por Maldonado, así como la escuela Telmex. En la parte superior de la hoja tamaño carta, Sulaimán II marcó los siguientes saldos de las cantidades reunidas: 148 mil pesos en Inbursa, 35 mil pesos en Banorte, más 17 mil dólares que se captaron durante la convención del CMB, para un total de 221 mil pesos. Recuerda haber hablado en seis o siete ocasiones con Beltrán para recordarle su promesa incumplida. Según él, Beltrán le respondió: “Sí, lo vamos a ver... Déjeme ver cómo está...”. –¿El tema Aguillón ya es un caso cerrado para el CMB? –Nunca ha sido un caso cerrado. Daniel fue el primer accidente fatal en la Ciudad de México en 55 años. Su deceso sacudió por completo. Estuve en esa pelea, lo viví íntimamente todo y con mucha pasión nos dedicamos a conseguir lo más posible para su esposa y sus hijos. “De ninguna manera está cerrada la carpeta. A la gente que no cumplió se le pueden seguir mandando recordatorios. Ojalá lo hagan. Quisiera saber que el dinero que se le entregó a los deudos se le haya dado buen curso, y si los niños ya no tienen colegio buscar la manera de apoyarlos.” –¿Cuál fue la causa para suspenderle esta ayuda a los hijos de Daniel Aguillón? –Realmente no sé. Se hizo el acercamiento y se obtuvo la beca. Hasta ahí quedamos. No recuerdo si nos notificaron la suspensión. No lo creo, porque hubiéramos realizado algún tipo de gestión. Cumplimos con encausar las diferentes opciones de ayuda. Todo fue con muy buena fe, con muy buenas intenciones. Si esto no fue suficiente, lo lamento muchísimo. Si hay cosas que todavía se pueden hacer, las buscaremos con compromiso, con la intención de lograr lo justo, y si alguien ofreció ayuda, que cumpla.

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