12 años de esclavitud: El arte de sobrevivir

martes, 25 de febrero de 2014 · 21:28
MÉXICO, D.F. (apro).- Poco antes de que llegara Abraham Lincoln a remover el sistema esclavista de Estados Unidos, los afroamericanos ya eran libres en el estado de Nueva York en el siglo XIX. Pero sólo ahí; si ellos salían de la jurisdicción en donde se les permitía vivir en libertad, debían llevar un documento donde se pudiera verificar su condición de hombre libre. Con todo y eso, era común que negros libres eran secuestrados para venderse en las plantaciones del sur. 12 años de esclavitud (12 Years a  Slave, EU-2014), de Steve McQueen, cuenta una de esas historias. Basada en el libro homónimo de Solomon Northup, la cinta narra el traumático suceso en donde Northup (Chiwetel Ejiofor) se convierte en esclavo, en donde su fe y su pericia son puestas a prueba en un mundo donde él no vale nada. Northup es secuestrado en Washington D.C. por dos hombres que supuestamente querían contratar sus servicios de violinista para darle trabajo en un circo. De ahí es vendido al señor Ford (Benedict Cumberbatch), un amo que aprende a “quererlo” como ser humano, pero que no puede aceptarlo debido a las condiciones sociales de la época. Luego de un par de problemas en la finca del señor Ford con uno de los capataces del lugar, el señor Tibeats (Paul Dano), Northup es vendido a Edwin Epps (Michael Fassbender), un amo cruel que usa la Biblia para justificar el maltrato. Durante su estadía en la plantación de algodón del señor Epps, crea un fuerte vínculo con una compañera  llamada Patsey (Lupita Nyong’o), trabajadora eficiente, favorita de su amo, quien sistemáticamente la viola, lo que genera un profundo rencor en su esposa (Sarah Paulson). Con excelente guión y grandes actuaciones, 12 años de esclavitud es una historia de resistencia y valor, que nos dice que, en cualquier situación, la esperanza no sirve para nada si nos traicionamos a nosotros mismos y nos olvidamos de quiénes somos. Solomon Northup tenía la esperanza de volver a la libertad porque nunca se le olvidó lo que era: un hombre valioso, con un deseo profundo de estar con sus seres queridos. En primera instancia, Northup quería sobrevivir, pero su intención final era vivir, vivir como todo hombre debe hacerlo, en libertad. Si a Northup se le hubiera olvidado que no era un esclavo, hubiera perdido toda esperanza y no habría hecho nada para salir de su condición y regresar a su vida junto a su esposa e hijos. 12  años de esclavitud es una de las favoritas del Oscar.

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