El cancionero rupestre cierra la saga de Jorge Pantoja

martes, 25 de febrero de 2014 · 21:52
MÉXICO, D.F. (apro).- Coordinado por el promotor cultural Jorge Pantoja, este jueves 27, en el Foro Alicia de la Ciudad de México, se presentará ante los medios de difusión Rupestre. El cancionero, libro que completa la tercera entrega de la saga “Rupestre”, cuyo documental a cargo de Alberto Zúñiga será proyectado por la Cineteca Nacional el próximo mes. En el acto periodístico del jueves en el Alicia, a las 13 horas, participarán los músicos rupestres Fausto Arrellín, Roberto González, Roberto Ponce y Armando Rosas, cuatro protagonistas de esta compilación de melodías de nueve cantores rupestres a cargo del periodista Raúl Silva. El cancionero consta de 83 páginas y fue publicado en Ediciones Imposible, con apoyos de la Comisión de Cultura y Cinematografía en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados, presidida por Margarita Sañdaña Hernández, y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Escribe Jorge Pantoja, creador del Tianguis del Chopo, en la introducción intitulada De trilogías, entregas y punto final: “Estimado lector, tienes en tus manos un ejemplar de la tercera y última entrega de la saga Rupestre. 90 páginas dedicadas a las letras de las canciones interpretadas y/o compuestas por Nina Galindo, Roberto González, Eblén Macari, Rafael Catana, Fausto Arrellín, Roberto Ponce, Armando Rosas y Carlos Arellano en una selección hecha por ellos mismos, salvo el caso de Rockdrigo González (quien debió aceptar el criterio de nuestra línea editorial). “A este cancionero le anteceden Rupestre. El libro y Rupestre. El documental, cerrando así la trilogía y poniendo el punto final. No han faltado quienes proponen que la epopeya se extienda a otros episodios tales como  Rupestre, la colección, Rupestre. La gira, y Rupestre el comic. Sin embargo, el actual proyecto concluye aquí. “Entrar al terreno de las trilogías, de las sagas, es abrir una puerta en la que los lectores, los espectadores, se aproximan más íntimamente a los personajes. Tan solo mencionemos Dunas, de Frank Herbert, D’Artagnan de Alejandro Dumas y Fundación, de Isaac Asimov. Esperemos que no pase mucho tiempo para que la trilogía Rupestre se convierta en un clásico.” A su vez, el compilador e investigador del volumen Raúl Silva destaca en su escrito Lecturas rupestres: “¿Qué es lo rupestre? ¿Quién sí y quién no es Rupestre? Este cancionero reúne a nueve músicos de una generación que se contagió de historias comunes y asumió la tradición de la ruptura ante un mundo que se afanaba en uniformar la creación artística, o en este caso la creación de canciones. Los Rupestres son más de nueve, eso está clarísimo, y vienen desde la prehistoria de los ochenta hasta nuestros días. No es un manifiesto lo que los une, sino un sentido primitivo de la creación y la realidad de un México marcado por el 68.” Decir mucho y decirlo bien se llama el espacio acerca de Carlos Arrellano, con sus piezas “Amor veloz”, “Nada en su sitio”, “Noche tirana”, “Sombra 0” y “Nunca dejaré que te vayas”, que finaliza así:
Sé que la situación no está para bromas, pero en la confusión no hallo otra forma. Sé que debemos discutir hasta dónde tú, hasta dónde yo, y porqué digo sí y porqué dices no. ¡Ay!, pero en este momento, en serio, lo único que encuentro es volver a decir: Nunca dejaré que te vayas.
En Le abro más la puerta a la música que al verbo, estadio sobre Fausto Arrellín, vienen sus temas “Cazando mariposas”, “El primer aguacero del año”, “Barcos sobre un riel”, “Ojos de obsidiana” y “No me espantes”:
No me espantes, flaco, mejor bebe un trago más. Curado estoy de espanto, con la ‘justicia’ siempre atrás. Pues si vivieras en mi barrio, no pensarías en regresar…
Las canciones son la crónica de un viaje interno, texto acerca de Rafael Catana, añade sus rolas: “Caballo”, “Cielo azul y te estoy perdiendo”, “Lluvia ácida”, “Dama en la carretera” y ““En la estación de Guadalajara”, que comienza así:
Tengo una serpiente en la cabeza,  ¡oh, qué belleza!  Es un nido de pájaros…
La intérprete Nina Galindo merece especial crédito en este cancionero por varias razones. Nina es la única mujer de los músicos “rupestres históricos” y, asimismo, ha difundido con su voz en concierto y en grabaciones varias piezas de ellos, cuya lírica reproduce este libro: “El bóiler”, de Arellano; “Mujer en la sombra”, de Catana; “Distante instante”, de Rockdrigo, y “Habrá tiempo”, de Rosas, por ejemplo. Para su primer disco solista Brindis por un difunto (Pentagrama Ediciones, 1991), ella grabó cinco rolas de Roberto Ponce incluyendo el tema principal, pero además Nina coescribió con él “Llévate lejos tu blues”, cuyo coro reza:
Ya tu veneno en la cama quedó y no me deja dormir. No existe antídoto para el amor y creo que voy a morir.
También la sección a Roberto Ponce compila otras que cantaban juntos durante sus años rupestres como el dueto Callo y Colmillo: “Brindis por una difunta”, “Diluvio nacional” o “Mírame desaparecer”, más “Calzada de Tlalpan” y “Quál es la onda (cuchillo pedernal)”, que dice:
¿Me puedes decir si el polvo lunar afecta el cerebro de un gato? ¿O cómo al volver de un sueño espacial encuentro que aquí ya no estás? Ya no estás.  No puedo saber si el polvo de ayer tenía un millón de estrellas  Ni cómo al salir te oía pedir por otra de mis centellas  Dime cuál... Cuchillo de pedernal, dime: ¿Cuál es la onda?
En el texto a Roberto González, Compositor desde el primer impulso, se incluyen “Lentejuelas”, “El palacio de los espejos”, “Pasando por intruso”, “Mi libertad” (que interpretara El jilguero sinaloense Amparo Ochoa) y, por supuesto, la pieza quizá más célebre de esa generación: “El huerto”, del LP Sesiones con Emilia, cuya letra dice:
Y con qué fin toda esta dialéctica en la historia. ¿Para qué ir al paraíso estando muerto? ¿Para qué alcanzar la gloria estando vivo? Si la gloria está muy lejos de este huerto… Yo no sé hasta dónde se resiente lo vivido pues saberlo es simplemente estar ya muerto. Seguiré siempre cantando lo prohibido y gozando de los frutos de este huerto.
Historia humana, historia urbana para Rockdrigo González, trae “El viejo Rip”, “Tiempo de híbridos”, “No tengo tiempo” “Los intelectuales” y “El campeón”. De Eblén Macari (El cuaderno del viaje sonoro) sobresale “Yo no nací en la huasteca” (para Catana, “el mejor manifiesto rupestre”):
Yo no nací en la huasteca, no en Tierra Caliente. Para bien o para mal, nací en esta ciudad. Sureño de esta ciudad, un producto beatleano,  ese fue mi folclore: haber nacido sin sello…
Finalmente, cierra El oficio de cantar poesía, texto de Silva a Armando Rosas, con “Tocata, fuga y apañón”, “Invención para tragafuegos y cuarteto rupestre”, “Tu boca”, “Todos uno mismo” y “Herraje”, que empieza:
Descansa sobre aquel barandal el peso de la ausencia, aroma de un herraje ancestral pregona tus querencias; oleaje que se niega a borrar dibujos en la arena, marea que se agolpa al tratar de desprender tu huella.
Rupestre. El cancionero será distribuido gratuitamente, pero no este jueves 27 en el Foro Alicia, sino en la presentación a los fans cuya fecha aún no ha sido dado a conocer por Jorge Pantoja y Raúl Silva.

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