Alerta en Tamaulipas, Coahuila, Zacatecas y Nuevo León

miércoles, 5 de marzo de 2014 · 11:01
Con el lema “veneno contra veneno”, en 2012 la organización de El Chapo Guzmán y sus aliados del Cártel del Golfo lanzaron una campaña para limpiar de zetas las entidades del noreste del país. Les causaron muchas bajas, sobre todo en Tamaulipas, donde algunas poblaciones incluso consideraron héroe al capo sinaloense porque los liberó de las extorsiones y hostigamiento a los que estaban sometidos. Sin embargo, con su captura los gobiernos de Coahuila, Zacatecas, Nuevo León y Tamaulipas se mantienen en alerta ante un probable reposicionamiento de Los Zetas en la región. REYNOSA, TAMPS. (Proceso).- Tras la detención de El Chapo Guzmán en Sinaloa, el estado de Tamaulipas, así como Coahuila, Nuevo León y Zacatecas se encuentran en alerta ante una eventual contraofensiva de Los Zetas para posicionarse en la región, aprovechando el vacío que deja el capo y la presunta debilidad de sus aliados del Cártel del Golfo (CDG). Las múltiples fracturas en el CDG –entre ellas la separación de Los Zetas de esa organización– lo hicieron acercarse a las huestes del Chapo. Hoy, el cártel mantiene una guerra contra los pistoleros de su antiguo brazo armado. Meses antes de que Felipe Calderón abandonara Los Pinos, aparecieron varias narcomantas en avenidas de la zona metropolitana de Monterrey y otras ciudades del noreste con la leyenda: “El veneno se combate con veneno”. Los autores del mensaje eran el CDG y el Cártel de Sinaloa que, decían, se proponían limpiar de zetas Monterrey, así como ciudades de Tamaulipas, San Luis Potosí, Zacatecas, Veracruz y Coahuila; también pedían al Ejército les diera permiso de actuar en ese sentido. Luego, agregaban, podían combatirlos a ellos. Semanas después comenzaron las ejecuciones múltiples en Monterrey, Nuevo Laredo, Ciudad Mante y otras regiones de Tamaulipas. Aparecieron decenas de cuerpos en vehículos abandonados con narcomensajes firmados por gente del Chapo Guzmán. En ellos los sinaloenses advertían a Los Zetas que les iba a enseñar a trabajar “sin extorsiones y secuestros, sin meterse con la población”. La narcoguerra se agudizó. Al terminar 2012 las estadísticas dieron cuentas de 5 mil muertos en tres estados del noreste. En Nuevo León hubo 2 mil asesinatos, la mayoría de ellos en la zona metropolitana de Monterrey, según detalló la procuraduría estatal. Las pugnas continúan, de ahí la decisión de las autoridades locales de instrumentar medidas precautorias, dijo en conferencia de prensa el titular de la dependencia, Adrián de la Garza, horas después de la captura de Guzmán Loera. “No hay temor, hay nada más la alerta normal, en virtud que es una organización que tiene presencia en la República Mexicana y otros países; en razón de esto, la autoridad del estado se encuentra preparada para hacer frente a cualquier manifestación que pudiera surgir con relación a esta detención”, declaró el procurador en conferencia de prensa. El 26 de febrero incluso se reunieron los responsables de la seguridad de Nuevo León y Tamaulipas para coordinar acciones. Un protocolo similar se implementó en Coahuila y Zacatecas; la vigilancia se reforzó en las carreteras y zonas rurales donde se han concentrado las recientes batallas de la narcoguerra... Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1948 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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