Las botas del tío Manuel

viernes, 18 de abril de 2014 · 19:59
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Primo Rojas, actor, director y escritor de teatro colombiano, está de visita en México como invitado al Festival Internacional Permanente Cuenteros y Cuentistas 2014, con una de sus creaciones más apreciadas Las botas del tío Manuel, pieza que guarda en su interior un homenaje al campesino de Colombia y que fue ganadora del Premio de Creación otorgado por el Instituto Distrital de Cultural de este país sudamericano en 2001. La experiencia de Rojas es un ejercicio de humor negro que se refleja en su propuesta de narración oral, donde el público, la historia que se cuenta y el trabajo escénico juegan un papel central. Llena de contrastes, salpicada de humor negro con una dosis de ternura, en Las botas del tío Manuel hace una invitación a la reflexión de la identidad colombiana. De cara al público y en un juego permanente con la gente narra cómo un humilde campesino, después de un esfuerzo titánico, logra enviar a sus hijas a la ciudad para que estudien. El propósito, ingenuo dice, es que se conviertan en unas personas de bien. Una vez que las hijas se han integrado a la ciudad y especialmente al ambiente universitario, sienten vergüenza de su origen, y más concretamente de su padre. Ante sus nuevas amistades fingen ser otra cosa, pertenecer a una condición social diferente por lo que ocultan la existencia de un padre humilde e insignificante. Pero…, una circunstancia inesperada y trágica para ellas, las obligará a enfrentar la verdad que tanto las abochorna. Las botas del tío Manuel, una mezcla de charla con el público y narración oral, es una de sus creaciones más apreciadas, apunta Primo Rojas. “La narración de historias es una de las afinidades que tenemos los seres humanos. Salvo que alguien se encuentre muy perturbado, las historias nos fascinan, esto me llevó a fundamentar mi trabajo en las narraciones. Las botas del tío Manuel es una pieza clásica y, como todo lo mío, sencilla, que guarda en su interior un homenaje al campesino colombiano”. Comediante independiente y señalado por la prensa de su país cómo “el hombre con el humor más negro de Bogotá”, para Rojas en su trabajo escénico el manejo del humor negro tiene una ventaja. “Que usted, sobre él, mete la verdad envuelta en caramelo. ¿Cuál es el caramelo? La gracia con que su merced lo haga. No hay nada más divertido que poner en un mismo plano dos tipos de discurso que tienen naturaleza diferente, hay una incoherencia, ese desequilibrio, ¡sabrá Dios porqué!, pero produce risa”. La inspiración de Primo Rojas para dedicarse al trabajo escénico fue Darío Fo, Nobel de Literatura en 1997, a quien considera “el comediante más importante del siglo XX, pero también de la historia de la humanidad. No sólo es un gran comediante, sino algo muy raro, un intelectual alegre, toda una inspiración”. Su encuentro con el trabajo de Darío Fo fue en 1984 en el Teatro Colón de Bogotá. Primo Rojas asistió a una de las presentaciones, experiencia que transformó su visión del teatro y de lo que él podía llegar a ser. Al respecto, la asociación civil Cuenteros y Cuentistas promotora del Festival Internacional Permanente de narración oral, señala. “Utilizando como único recurso su cuerpo y todos sus atributos, el actor y dramaturgo italiano realizaba sobre el escenario una muestra del más excelso arte teatral, cuyo fundamento eran ciertas creaciones medievales de origen popular, de una comicidad que resultaba alucinante, y totalmente chocantes con la tradición clásica y sus refinamientos exquisitos”. A partir de ese momento, Rojas vuelve la mirada hacia la riqueza del humor popular que, se había utilizado muchas veces en el teatro colombiano, pero nunca a fondo ni de manera sistemática. Desde entonces, crear una atmósfera, un clima, un mundo estético –en un ejercicio de humor negro-- se convirtió en el propósito de su trabajo. Las botas del tío Manuel se presentará en el Distrito Federal, el próximo sábado 19 de Abril, a las 18:00 horas, Centro Cultural España, Centro Histórico. La entrada es gratuita.

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